Unión de por vida

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En cuanto siento como la adrenalina del momento va desapareciendo, el peso de la realidad me golpea casi traspasándome las entrañas. Ginjo está aquí. Su alfa es el padre del alfa de Renji, el padre de Zangetsu, y está del lado de Ginjo. Si algo he aprendido de los cambiantes lobo es su lealtad hacia los suyos. ¿Y si ese alfa va con su queja a Zangetsu y él, obligado por sus leyes, les concede lo que piden? Además, si llegaran a enterarse de que Haruka es hijo de ese violador...

Nada más llegar a la cabaña, salto del vehículo incluso antes de que Renji lo detenga por completo y voy directo a la puerta que siempre está abierta. Es una de las cosas que me aterraban, pero que ahora me gustan de este lugar, demostrando que realmente son una comunidad unida que se protege.

-Byakuya.- La voz de Renji me sigue unos metros por detrás, pero no me detengo antes de subir las escaleras y comenzar a abrir los cajones para sacar las pocas pertenencias que tenemos aqui.- Byakuya, ¿pero que estas...?

-No puedo hacerlo.- Le digo sintiendo prácticamente como el aire se paraliza a mi alrededor.

-¿De qué hablas?- Su voz es baja y contenida, pero puedo notar claramente la tensión tras esa fingida calma. ¿Cuando he llegado a conocer tanto a este hombre?

-Me voy Renji.- Le digo sin mirarlo, sintiendo como la bilis me sube por la garganta. Sí. Todo mi tiempo aquí ha sido como un sueño. Renji... ha sido mi sueño, pero la realidad es cruel y el sueño tiene que terminar para dar paso a la terrible realidad.- No puedo quedarme aquí.

-Si lo dices por Ginjo, él no es parte de esta manada.- Dice deteniéndome y obligándome a que lo mire. No quiero hacerlo. Sé que si lo hago, flaquearé, y no puedo fallarle a mi hijo. No puedo permitir que alguien como Ginjo se lo quede y lo... lo críe como su hijo o algo peor.- En pocos días ser irá, junto con todos los demás.

-Lo sé, pero llevo huyendo de él desde hace seis años y ahora me ha encontrado. Ya lo has visto, has visto como me ha mirado, como su alfa ha exigido mi vida y a mi hijo para compensar lo que en realidad deberían compensar todos ellos con sus vidas.

-Antes estabas solo.- Dice tomándome por los brazos y mirándome como solo él ha hecho en toda mi vida.- Eres mio, Byakuya.- Dice tomándome por el rostro y mirándome como si pudiera ver mi interior.- He matado por ti y volvería a hacerlo.- Dice con una convicción tal que todo mi cuerpo se estremece ante su tono oscuro y su mirada rasgada.- Mataré por ti y por nuestro cachorro a cualquiera que pretenda separaros de mi.

Siento como el nudo de mi garganta quiere explotar. Toda mi lógica y mi instinto de supervivencia me grita que no lo escuche y me marche, pero mi cuerpo, mi corazón y algo mucho más profundo, me grita que lo crea, que me entregue a él sin restricciones y confíe en su palabra.

Antes de ser consciente, lo he tomado por la nuca para bajarlo hasta mis labios entreabiertos, dandole la bienvenida con tanta pasión que es como si algo se prendiera en mi interior y amenazara con consumirme.

Renji no pierde un segundo antes de abrazarme alzándome para caminar conmigo hasta el baño. Cuando rompe el beso sus ojos están al limite del cambio y sus colmillos asoman de manera fiera entre sus labios.

-Déjame quitarme toda esta suciedad antes de...

-Yo lo haré.- Le digo empujándolo contra la pared de azulejos.

Si he de entregarme y dar un salto de fe, pienso hacerlo con todas las de la ley. Nada de excusas. Nada de miedos. Nada de restricciones. Quiero a Renji y sé que él también me quiere. El mundo a nuestro alrededor está lleno de amenazas, pero no ahora ni aquí. Ya pensaré en ello más tarde. Ahora, algo en mi interior solo me grita que tome lo que es mio.

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