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Otra semana que comenzar.... otra semana en el colegio donde está lleno de aquellas miradas que juzgan sin siquiera conocerte... otra maldita semana que pasar lejos de mi hermano, lejos de sus tonterías y formas extrañas de hacerme sonreír. No es fácil llevar una vida normal cuando una persona intenta socializar y siempre hay alguien que lo arruina haciéndote sentir inferior en varias oportunidades; en mi caso ese alguien son dos chicas: Blair y Samantha, la verdad, no entiendo porque se molestan tanto en hacer aún más miserable mi vida... bueno... mi madre dice que quien fastidia a los demás es por querer ocultar dolores y penas que tienen en sus propias vidas ¡Si, claro! Como si yo tuviera tiempo y paciencia suficiente para soportarlas a ellas.
- querida se te hará tarde
¡Uff! No importa cuántas buenas notas tenga, las ganas de ir a aquel sitio donde cada día soy juzgada son cada vez menos. De mala gana me puse el uniforme, cepillé mi cabello dejándolo suelto y viéndome en el espejo me coloqué las gafas como siempre. Busqué mi mochila y tomé mi móvil del escritorio para bajar a desayunar... lo único bueno del día es que mamá prepara mi desayuno preferido para asegurarse de que comience bien la mañana.
- ¿Por qué esa cara, cariño?
- no es nada
- sé que no es verdad
- yo... echo de menos a Asher
- también yo, pero verás que 3 años pasan rápido

*En el colegio*
La mañana había pasado demasiado lenta para mi gusto: dos horas de historia, dos horas de física y una hora de literatura antes que llegara el momento del almuerzo... aprovecho ese momento para ver las fotografías que tengo con Asher cuando puede venir, o simplemente conversar con él cuando tiene un momento libre... mi hermano había entrado en la academia militar, aunque siempre había soñado con ser médico, pero desde que nuestro abuelo murió optó mejor por seguir sus pasos... aunque no sé si es mejor, digo, no lo veo nunca... además de vivir cada día con temor de perderlo. De vez en cuando hablamos por Skype en la noche, pero no es igual...
Mis pensamientos fueron interrumpidos al oír murmullos de las mesas junto a mí, pero no quería levantar la mirada ya que había vivido aquello y resultaba ser solo que hablaban cosas sobre mí. Algo en mi interior me hizo levantar la mirada, lo cual hizo que las lágrimas salieran de inmediato por mis mejillas. Allí estaba él, parado con su uniforme camuflado y una rosa en una mano. Me levanté dejando todo sobre la mesa sin importarme nada corrí para abrazarlo fuerte.
- ¿Cómo es que has podido venir?
- quise sorprenderte enana
Volví a abrazarlo sonriendo, cuando se acercaron de pronto Blair y Samantha queriendo hacerse las guapas con él. Se colocaron adelante moviendo su cabello como hacían siempre que veían un chico guapo. Se presentaron sonriendo y Asher las sorprendió con su respuesta.
- ¿Son las que te molestan?
- pues si
- nosotras somos grandes amigas
La manera en que Samantha fingió aquello con una ridícula y falsa sonrisa hacia mí, puedo asegurar que me hizo reír irónicamente.
- es curioso que finjas así justo ahora
Asher interrumpió la charla con mis amigas porque sabía cómo me pondría luego.
- espera a ver lo que tengo planeado para ti
***
Anduvimos en su coche por media hora más o menos hasta detenernos en el parque. Mi sonrisa no se iba de mi rostro, el solo hecho de poder estar con mi hermano me hacía sonreír las 24 horas.
- baja y sígueme, enana
Sin comprender que es lo que habría planeado aquí precisamente, le obedecí, dejamos mi mochila y su bolso en el coche para seguirlo donde quiera que esté lo que solo Dios sabe que haya planeado... y lo vi luego de caminar unos pocos minutos... hacia el centro del parque había dejado preparado un fabuloso día de campo, una manta sobre el césped con una cesta sobre ella, un enorme oso de peluche, y el paisaje terminaba de hacerlo más bonito. Definitivamente quedé fascinada con aquello que veía.
- ¿Cuándo es que...?
- quería que tu cumpleaños sea muy especial
- pero, es mañana
Solté una pequeña risa y él fingió ofenderse para luego reír.
- ¿No puedo sorprenderte desde ahora?
Nos sentamos y conversamos por un largo rato, cuando se levantó de pronto y comenzó a querer trepar un árbol como si fuera un niño, por lo que comencé a reír.
- ¿Qué haces?
- debería contagiarte mi diversión
- no, gracias
- que aburrida
Rió y se acercó corriendo para luego tumbarse encima de mis piernas mirando hacia mi rostro.
- ¿Cómo se encuentra mamá?
- atascada de trabajos por entregar... casi no tiene tiempo para la única hija que le ha quedado en la casa-
- ¿Y me extraña?
Lo miré en silencio un momento.
- ¿Por qué preguntas eso?
De pronto él apartó la mirada y no dijo nada... era obvio que ocurría algo. Al ver que no decía nada opté por levantarme y comenzar a caminar en dirección a donde habíamos dejado el coche.
- creí que no había secretos entre nosotros
No puedo creer que me oculte cosas ¿Dónde ha quedado la lealtad de hermanos? ¡Uff! La academia militar si que lo ha cambiado demasiado al parecer. Avancé solo unos pasos cuando lo oí hablar, me hizo voltear quedando de frente a él mientras se acercaba lentamente.
- mentí
- ¿Sobre qué?
- por qué he ido a la academia militar
Lo miré confundida, aunque furiosa por tener secretos conmigo. Él me miró y tropezando con las palabras comenzó a hablar.
- yo... no soy tu hermano
- no es buena broma
- no es broma, Bella...
Suspiró profundamente y tomando valor comenzó a contar a detalle.

//Flashback\\
Me encontraba en mi cuarto llenando varias solicitudes a diferentes Universidades, fue entonces cuando oí a mi madre llorar, ya me había parecido normal que lo haga así que no le di demasiada importancia y continué en mis asuntos. Pero algo ocurrió. Recuerdo que tú estabas en el colegio para ese momento -y menos mal porque hubiera sido catastrófico que vivieras algo así cuando seguías deprimida por papá- en fin, mamá entró a mi cuarto con una botella de whisky en su mano y de inmediato me di cuenta de que estaba ebria, intentaba sentarla en la cama para que no se cayera al suelo, pero cuando iba de salida en busca de agua la escuché...
- no debes cuidar tanto de Bella
- ¿Que dices mamá? Es mi hermanita
- no, hijo... no lo es
- no sabes lo que dices, mejor duérmete
- escúchame, ¿Recuerdas que tu hermana había estado en el hospital apenas nació?
- sí, eso dijiste
- yo... perdí a tu hermana al nacer... y como un milagro Bella llegó debido a una familia que la había abandonado... tu padre pensó que...
- ¿Adoptaron a Bella?

Procuré que dejara allí el relato. Ya no podía oír semejante cosa. Mis lágrimas comenzaban a salir mientras mi voz temblaba buscando las palabras.
- Bel...
Asher quería acercarse, pero yo me alejé de pronto.
- necesito estar sola un momento
- no te enfades conmigo, por favor
- sólo... déjame asimilarlo por mi cuenta
Me di la vuelta entonces y comencé a caminar alejándome.
***
Llegando a casa no conseguí otra reacción que no fuera correr hacia mi cuarto y cerrar la puerta con llave. Escuché al rato la voz de Asher, se lo notaba desesperado por entrar.
- Bella, abre por favor
- ¡Largo!
Grité mientras abrazaba a mi oso sentada en un rincón de la cama como hacía de niña cuando lloraba por algo.
- ¡Quiero estar sola!
- si insistes...
Fue lo último que escuché de Asher, ya que pocos minutos después sentí a alguien en mi ventana, levanté apenas la mirada y cuando vi que se trataba de él comencé a arrojarle todo a mi alcance mientras que lo esquivaba hasta llegar junto a mí y se sentó apoyando su espalda y cabeza en contra de la pared mientras que yo cubría de nuevo mi rostro. Me moví unos centímetros apenas, alejándome un poco. Se hizo el silencio. Después de media hora más o menos se puso a cantar una de las canciones que cantábamos cuando éramos niños. Me di media vuelta hasta quedar con la mirada hacia la suya y él sonrió.
- ¿Aún me quieres?
- eres mi hermana... siempre lo serás

Bella (Mini Serie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora