- ha pasado un año, no pueden seguir escondiéndose
- lo sé, pero tengo miedo
- Bel... no llevas su sangre, te enamoraste de su hijo, ella te entenderá
- ¿Y si lo entiende, pero no lo acepta?
- si no le dices entonces no lo sabrás nunca
En eso tiene razón ¡Uff! ¿Por qué debe ser así? Cuando estaba asimilando el confesar lo de Asher, Lía me vuelve a hablar.
- y debes decirle lo otro, además
- ¡No! Eso sí que no
- debe saberlo
- no lo diré, después de todo no la veré a ella
- María debe saber
- no, Lía, promete que no le dirás
Ella bufó rendida. Prometió no decir nada sobre aquel asunto y continuamos el camino hacia el estudio. Al llegar Zack ya estaba allí con todo listo para grabar, aunque no sé si sea buena idea, tengo ciertas dudas sobre si debo o no grabar esta canción en particular.
- ¿Lista?
Asentí sin decir nada. Zack encendió la luz que indicaba cuando se estaba grabando y puso la pista. Me acomodé los audífonos y me acerqué al micrófono, cerré los ojos soltando un ligero suspiro, pero por algún motivo la letra no salía de mis labios. Era como que algo me faltaba, el aire precisamente. Sentí una presión en el pecho y mi respiración se agitaba de pronto. Llevé una mano al pecho intentando respirar normal y fue entonces que mis piernas comenzaron a dormirse. Lo último que recuerdo es ver a Lía entrar corriendo mientras yo iba cayendo al suelo, y luego vi todo negro.
***
Desperté en una camilla. Lía estaba a un lado, junto a un médico que le hablaba y Zack se encontraba junto a ella escuchando también lo que el médico decía. Logré hacer un pequeño murmullo que ni siquiera yo misma entendí lo que decía, pero bastó para que se dieran vuelta y me vieran enseguida.
- ¿Qué me ha ocurrido?
- te has desmayado, ¿Estás comiendo bien?
- sí, ¿Por qué?
El médico entonces acomodó sus lentes y me miró atentamente.
- puede deberse al estrés o algo que la perturbe en su mente
- te dije que debes hablar de aquellos temas
Bufé. Ahora me estará dando sermones todo el día para que hable sobre aquello, dirá que mi madre debe saberlo, dirá que debo hablar también sobre lo que siento por Asher, dirá que debo aclarar todo aquello y yo que sé que otras cosas más pondrá en su discurso para hacerme reaccionar.
El médico me dejó ir, pero, tal y como sabía que sucedería, Lía comenzó con su sermón apenas salimos del hospital. Zack la veía de cierta manera que intentaba callarla sin palabras porque sabía cómo reaccionaría yo, pero sin resultado positivo.
- ¡Ya! De acuerdo, si hablaré
Ambos me miraron. Suspiré profundamente.
- de todas maneras, tienes razón, pero, ¿Me acompañarás?
- claro nena, sabes que cuentas conmigo
Le agradecí. Me dio un rápido abrazo y nos dirigimos hacia mi apartamento en el auto de Zack. Subieron conmigo un momento y puedo jurar que casi me peleo con aquel castaño para que no llamara a Asher, quería decirle lo que me había ocurrido, ¿Para qué? Si ya estoy mejor ¿Por qué asustarlo así? Pero aun así lo llamó ¡Maldición! Y al cabo de media hora también lo tenía en mi apartamento. Sus ojos mostraban suma preocupación, su cabello estaba desordenado como si acabara de ducharse y hubiera salido rápidamente hacia aquí, sus manos... las sentí temblorosas cuando tomó mi rostro para verme detenidamente y asegurarse de que le dijera la verdad.
- ¿Por qué no me llamaron antes?
- yo no quise... estoy bien
Me dejó a un lado para acercarse dónde estaba Zack junto a Lía. Les dijo algo al oído prácticamente y ellos también le habían respondido algo.
- ¡Oigan!
Los tres me vieron enseguida.
- sigo aquí, por si no se han dado cuenta
Asher me sonrió apenas. Se acercó de nuevo hacia mí y me miró a los ojos, tan penetrante es su mirada que no puedo apartar mi vista ¡Cielos!
- les decía que me quedaré cuidándote hoy
- puedo cuidarme sola
- pero no lo harás
Se lo oía decidido, y cuando él decide algo no hay nada que pueda hacer que cambie de opinión. Suspiré rendida. Lía y Zack se marcharon, pidiendo que los llamara si ocurría algo más, y Asher se apresuró a cerrar la puerta detrás y verme con una mirada seria mientras cruzaba los brazos sobre su pecho. Yo lo miré en silencio, esperando que me dijera que pretendía porque no soy adivina para saberlo por mi cuenta.
- ¿Qué?
Me crucé de brazos de igual manera. Caminó hacia mí, quedando parado a unos centímetros apenas de distancia.
- ve y acuéstate, te llevaré algo delicioso
- no voy a acostarme
- ¿No?
Negué aún de brazos cruzados. Él se quedó pensando un momento. De pronto me tomó de la cintura y se inclinó un poco para sujetar mis piernas y cargarme sobre su hombro.
- pero, ¿Qué haces?
Sin decir nada caminó hacia la habitación. Abrió la puerta y entrando se dirigió hacia la cama, dejándome caer sobre ella. Sin decir nada me quitó los zapatos y tomó la manta del borde, desplegándola y arrojándola sobre mí, cubriéndome hasta la cabeza incluso.
- ¡Hey!
- dije que te acostaras y no lo hiciste
Lo miré. Le enseñé la lengua como si fuera una niña pequeña y él soltó una risita. Se acercó de pronto, chocando sus piernas contra la cama. Se inclinó lo suficiente hasta quedar con su rostro casi pegado al mío y me miró fijamente. Tragué saliva, sorprendida de tenerlo así de cerca tan rápidamente que no pude ni parpadear. Lo miré a los ojos en silencio unos segundos. Levanté una mano y aprovechando su distracción lo empujé fácilmente, haciendo que cayera de lado sobre la cama, junto a mí.
- no hagas eso
- ¿Hacer que cosa?
Me lanzó hacia atrás, abrazando mi cintura para que no pudiera levantarme. Iba a decir algo, pero comenzó a hacerme cosquillas mientras que yo pataleaba. Se detuvo luego, aunque no me soltó, viéndome a los ojos fijamente.
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Bella (Mini Serie)
Teen FictionEl pasado puede influir en tu presente... e incluso en tu futuro... si así lo permites.