~18~

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Isabella.
No sé porque, pero Lía terminó por convencerme de llamar a Asher ¿Qué le voy a decir? No lo sé ¿Por qué accedí? Tampoco lo sé ¡Uff! No entiendo cómo esta chica consigue tanto convencerme.
- no responde
- intenta una vez más
- no, Lía, olvídalo ya
- ¡Uff! Déjame a mí
Me quitó el teléfono y sin poder quitárselo de nuevo ya estaba marcando el número de Asher. Después de varios intentos le respondió, puso el altavoz, pero el que hablaba era Zack.
Lía: ¿Zack? ¿Qué ocurrió con Asher?
Zack: él... no creo que despierte pronto
Eso me asustó en verdad, y Lía se dio cuenta por mi expresión repentina.
Lía: es chiste, ¿Verdad?
Zack: no.... es que... bebió más de la cuenta
Lía: ¿Cómo? ¿Está borracho?
Zack: yo diría que no llegó al coma alcohólico porque lo saqué del bar
Ambas nos miramos en silencio.
- yo iré
Me apresuré a levantarme y comencé a buscar las zapatillas sin encontrarlas por ningún lado, así que salí como estaba.
- aguarda, Bella...
La escuchaba llamarme, pero yo ya estaba bajando las escaleras y casi llegaba a la puerta.
- oye, ¿Irás en pijama?
Miré hacia abajo ¡Mierda! Olvidé por completo que estaba en pijama.
- no importa
Dije solo eso y salí de la casa comenzando a caminar sin hacer caso a la voz de Lía llamándome ¡Uff! Agradezco que Asher viva tan solo a dos calles de aquí. No pensé con claridad la verdad, estaba helando afuera y yo solo tengo puesto un pijama con pequeños corazones por todos lados, y ni hablar de estar descalza, solo con mis medias gruesas de color rosa. Pero llegué al fin. Entré al edificio tras ver el auto estacionado de Zack y subí al ascensor. Me quedé parada frente a la puerta de su apartamento, vacilé unos segundos y luego golpeé tres veces hasta ver cómo se abría y podía verlo a Zack allí parado.
- Bella, ¿Has venido así? ¿Sola a estas horas?
- ¿Dónde está?
Ignoré por completo su pregunta. Él me dirigió hacia la habitación dónde se encontraba su borracho amigo y me siguió mientras caminaba. Abrí la puerta. Asher estaba recostado en la cama, o más bien tirado como si lo hubieran dejado caer así sin más, profundamente dormido y aún vestido. Debo admitir que el olor a alcohol llegaba hasta la puerta donde yo estaba. Cubrí mi nariz.
- ¿Cuánto ha bebido?
- no pude detenerlo, lo siento
- no ha sido tu culpa
- no debiste venir, yo puedo cuidarlo
- descuida, yo me quedo con él
- ¿Estás segura?
- sí, tranquilo, ve con Lía... la he dejado sola
- está bien, llámame cualquier cosa
Entonces recordé ¡Dejé mi teléfono en casa de Lía! ¡Maldición! Le avisé a Zack y dijo que cualquier cosa llame desde el teléfono de Asher. Yo asentí. Lo acompañé a la puerta y luego de que se fuera cerré. Suspiré. Me asomé de nuevo a la habitación y sin dudarlo me acerqué a Asher. Le quité el calzado para acomodar sus pies dentro de la cama y lo cubrí con una manta. Estaba por salir y sentí como sujetaba mi mano.
- princess...
¿Cómo sabe que estoy aquí? Dijo Zack que estaba dormido ya desde hace rato.
- mi princess...
Hablaba todavía borracho, así que le entendía a duras penas lo que decía. Simplemente me senté a su lado e instintivamente comencé a acariciar su cabello con la mano izquierda. Él se movió a tal punto de quedar con la cabeza pegada a mi muslo y pasó su mano sobre mis piernas, abrazándolas.
- no me dejes
- no lo haré, descuida
Seguía acariciando su cabello mientras lo veía tiernamente. Parecía que se había dormido ahora sí, cuando lo escuché murmurar algo que le entendí apenas.
- cántame, por favor
Me quedé pensando un momento en silencio. Suspiré y comencé a murmurar la parte de un tema que estaba componiendo, pero que aún no había grabado., aunque mi voz se quebraba al final. Sentía mis ojos llenos de lágrimas, pero luchaba para controlarlas mientras continuaba jugando con mis dedos entre su cabello rubio ¿Por qué decidí cantarle justo ese tema? Sabiendo lo que significa para mí ¡Maldita sea! Cerré los ojos mientras presionaba mis labios y soltaba un profundo y lento suspiro.
- acuéstate junto a mí, por favor
Me sorprendió escucharlo, creí que esta vez si estaba dormido. Lo miré de pronto y no, estaba bien despierto, no sé si ya se encontraba sobrio, pero si había levantado un poco la cabeza para mirarme. Lo dudé al comienzo, pero finalmente me acomodé junto a él. Estábamos enfrentados de pronto, podía ver aquellos ojos bonitos tan de cerca, podía incluso sentir su respiración. Él inclinó apenas su cabeza y tocó mi nariz con la suya suavemente. Cerró los ojos de pronto y una pequeña sonrisa se formó en su rostro.
- me vuelves loco
Sé que todo lo que murmuraba era bajo el efecto del alcohol, pero ¿No dicen por ahí que los borrachos siempre dicen la verdad? Las palabras de Lía en algún momento de la noche me resonaban en la cabeza...
- solo déjate llevar cuando estés con él, a ver qué ocurre
Y lo hice. Mi impulso me hizo llevar la mano derecha hacia su mejilla, acariciándola lentamente para luego bajar por su cuello, quedarme allí un momento y seguir bajando hasta llegar a su pecho. Coloqué toda la palma allí, sintiendo cada latido de su corazón. Mis ojos veían su rostro y bajaban a mi mano sobre su pecho. Mi respiración se agita tal y como había ocurrido en la plaza. Su mano de pronto la siento acomodarse alrededor de mi cintura, la abraza con delicadeza y me arrastra hacia él, pegando ambos cuerpos. Enseguida abre los ojos, los cuales se encuentran con los míos y me paralizan ¡Maldición! ¿Por qué no te has quedado dormido desde antes? ¿No ves que esto es demasiado para mí?

Asher.
En la mañana desperté con un dolor inmenso de cabeza. Todo me daba vueltas y no recordaba nada de anoche. Miré alrededor, estaba en mi apartamento ¿Cómo he llegado aquí? Sentí a alguien moverse a mi lado y por un momento me asusté ¿A quién he traído conmigo? Giré la cabeza lentamente y entonces la vi. Isabella estaba dormida a mi lado, su rostro girado hacia mí y recostado sobre sus manos como hacía cuando era más pequeña. No pude evitar girar hasta quedarme de costado, frente a ella. En cuestión de segundos abrió lentamente los ojos y me miró, me miró con esos bellos ojos color azul cielo que tanto me fascinan. Una tímida sonrisa se formó en su rostro.
- buenos días
Le murmuré de una manera tierna mientras sonreía como un tonto. Ella me miró y se frotó luego los ojos consiguiendo así despertar por completo.
- ¿Cuándo has llegado?
No pude evitar preguntar, y parece que no le gustó mucho esa pregunta. Se sentó de un salto en la cama y me miró apenas.
- ¿No recuerdas nada de anoche?
Yo negué, confundido. Ella soltó un pequeño suspiro, triste debo decir. Intentaba quitarse la sábana que nos cubría rápidamente y entonces la detuve sujetando su mano mientras me sentaba de un salto a su lado.
- ¿Qué ocurre?
- nada
- princess...
- debo irme, debí dejar que Zack se quedara
¿Zack? Así que él me trajo hasta aquí, pero ¿Por qué está ella? ¿Acaso él la ha llamado?
- no lo entiendo, si estaba él, ¿Por qué tú...?
- te llamé anoche
- ah, ¿sí?
Me acomodé más cerca. Sujeté su cintura para evitar que se fuera y ella bajó la mirada.

Bella (Mini Serie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora