~21~

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No tuve opción. Le conté aquella noticia a mi madre, o a María, la verdad no sé cómo prefiera que la llame después de esto. Gracias al cielo que Lía estuvo a mi lado todo el tiempo, no sé cómo me atreví a decirlo.
- ¿Tú quieres conocerla?
Esa pregunta sé que la hizo obligada, con cierto nivel de tristeza en su rostro. Y no puedo negarlo, si me gustaría conocer a mi madre biológica, digo, necesito muchas respuestas, ¿No? Quizás hacerle preguntas como, ¿Por qué abandonarme siendo tan pequeña e indefensa? ¿O, de hecho, por qué abandonarme? ¿Ha sentido culpa? ¿Me ha querido durante el embarazo al menos un poco? ¿Qué se le ha venido a la cabeza cuando me dejó? ¿Fue ella o alguien más la obligó? ¡Maldición!
- es tanto lo que deseo saber
- y lo entiendo, nena, tienes derecho
- ¿No estás enojada?
- ¿Por qué estarlo? Siempre serás mi hija
Siempre serás mi hija, dijo ¡Auch! Y ahora, ¿Cómo le digo que me enamoré de su hijo? ¿Cómo le digo que él igual se enamoró de mí? ¡Uff! Primero lo de mi madre biológica, y ahora esto... si esta mujer no me odiaba, juro que con esto si lo termina haciendo. No le dije sobre Asher. No me atreví, por miedo y porque en aquel momento sonó el timbre y cuando fue a abrir estaba él allí parado.
- ¿Por qué esas caras?
- tu hermana estaba contando algo importante
¡Auch! Por favor, no me menciones de tal manera. Puedo jurar que para él también resultó extraño e incómodo el escucharla llamarme así.
- yo... debo irme, olvidé que habíamos quedado con Zack para grabar un tema
Me levanté enseguida y con mi querida amiga a mi lado comenzamos caminando hacia la puerta. Saludé abiertamente y salimos. Atrás oímos pasos, como si alguien viniera corriendo, eran de Asher. Se detuvo frente a nosotras apenas nos detuvimos dándonos la vuelta y me miró.
- ¿Qué ha ocurrido?
- no quiero hablarlo ahora
Asher miró a Lía, como si esperara que ella si le dijera algo, pero solo obtuvo silencio. De pronto se acercó unos pasos más, quedando a centímetros de mí, viéndome fijamente a los ojos, como si me estuviera inspeccionando por completo.
- es algo que te perturba, y no puedes ocultarlo
¡Maldición! Juro que eso me derrumbó. En cuestión de segundos estaba derramando lágrimas como una estúpida niña y me pegué a él rápidamente, abrazándolo con fuerza.

Asher.
Sé muy bien cuando Isabella está mal, sé cuándo miente al decir que quiere estar sola, sé también cuando miente al decir que no quiere hablar sobre algo que le molesta. La aferré contra mí en un profundo abrazo, descansando mi mentón sobre su cabeza. La miré de reojo a Lía, le hice una señal sutil para que se fuera tranquila y la dejara conmigo. Al comienzo no quería, pero luego se fue y pronto nos quedamos nosotros solos. Estábamos en la calle, pero dejé que se tomara su tiempo para soltarme. Y así fue. Después de unos pocos minutos se separó un poco, viéndome, y pude ver aquellos bellos ojos llenos de lágrimas. Pasé mis manos por sus mejillas delicadamente, secándolas.
- sabes que puedes contarme lo que sea
Ella asintió. Soltó un profundo suspiro y con un nudo en la garganta me contó todo lo que la invadía en su mente... la llegada de su madre biológica, el que le exija tanto para verla, el no saber si desea conocerla o no, no saber tampoco cómo quedará mi madre al respecto... lo nuestro ¡Maldición! No sabía que aquello también le atormentaba, creí que todo estaba bien. Quizás no la conozco tanto como imaginaba conocerla, y eso me destroza, porque siempre dije conocerla como la palma de mi mano... tal parece que ella sabe ocultar muy bien sus sentimientos.
- ¿Tú quieres verla?
- yo... solo quiero respuestas
- y ve, puedo ir contigo si quieres
- ¿En verdad?
Volví a envolverla en un fuerte, aunque delicado, abrazo.
- sabes que no te soltaré jamás la mano, mucho menos cuando sé que lo necesitas
Me miró con demasiada tristeza en sus ojos, puedo sentirlo. Tomé su rostro entre mis manos y me incliné dejando un suave beso sobre su frente. Ella cerró los ojos soltando un ligero suspiro. Me miró entonces y le dediqué una sonrisa para que estuviera un poco más tranquila.
- ven, te acompaño a casa
Se giró quedando a mi lado y comenzamos a caminar. Había silencio, pero no de aquellos silencios incómodos, de hecho, se sentía bien el solo estar caminando junto a ella. Mi cabeza giraba constantemente unos segundos para bajar la mirada y verla a ella. Mi mano, sin lograr evitarlo, se acercaba lentamente a la suya hasta rozar nuestros dedos.

Isabella.
Mis latidos subían de nivel al sentir su mano rozando la mía. Quiero tomarla, quiero tanto caminar tomados de la mano por las calles y que se note mi felicidad... y casi lo hago, de no haber sido por verlo a Ethan caminar en sentido contrario a nosotros. Se detuvo al verme y me sonrió tímidamente.
- hola, bonita
- hola
Miré de reojo a Asher, no se lo veía contento por haber escuchado a Ethan llamarme de tal manera.
- ¿Harás algo más tarde?
- de hecho...
- sí, tenemos planes
Asher no se contuvo. Abrazó mi cintura de pronto con su brazo izquierdo y lo miró fijamente mientras pegaba mi cuerpo hacia el suyo. Mis ojos se abrieron sorprendidos, no sabía que decir ni hacer, así que me quedé allí en silencio. Ethan nos vio atentamente. Dirigió luego su mirada solo a mí y asintió levemente como si entendiera lo que estaba ocurriendo sin haberle dicho nada. Yo me aparté de Asher lentamente.
- espero volver a cruzarte
Sin importarle nada se acercó y besó mi mejilla suavemente mientras ponía su mano rodeando mi cintura unos segundos, pero ¡Maldita sea! ¿Estos dos están compitiendo acaso o qué? ¡Uff! Voy a volverme loca, lo juro, si hay un problema o una confusión más en mi vida, juro que dejo todo a la mierda y me voy sola con mi perro lo más lejos posible de todos.

Bella (Mini Serie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora