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A la mañana siguiente desperté un poco confundida, no estaba en mi habitación. Me costó unos segundos despertarme por completo y darme cuenta de que nos habíamos quedado en la casa de Zack. Me senté en la cama viendo alrededor, como si inspeccionara el lugar. Di un pequeño salto del susto al escuchar sonar mi teléfono. Eran notificaciones de reacciones a las historias de Instagram que había subido anoche en la fiesta ¿Por qué no recuerdo mucho? ¿Acaso bebí tanto? No recuerdo haberme pasado de alcohol ¿O habrá ocurrido algo malo y mi memoria decidió eliminarlo? Entonces fui recordando, tras ver una de las historias: Asher fue quien tomó la foto, ambos sonriendo tan abierta y genuinamente, él me abrazaba delicadamente por la cintura y yo reposaba mis dos manos sobre su hombro izquierdo. Se veía a la gente bailando de fondo, pero nosotros estábamos en primera plana. Me guardé la fotografía, se veía tan casualmente tomada. Continué un momento viendo las demás historias, fotos mías con Lía y luego otras de los cuatro juntos. Opté por levantarme al ver la hora. Salí de la habitación y había demasiado silencio, al parecer porque nadie se había levantado ¿Y ahora qué hago? No puedo servirme sola el desayuno en una casa ajena, por más de que conozca a Zack desde niños. Seguí caminando al bajar las escaleras y escuchar ruidos provenientes de la cocina. Asher estaba allí preparándose un café, cuando se giró y notó mi presencia mis ojos se clavaron en los suyos rápidamente, recordando nuestro momento de baile anoche.
- buenos días, enana
- buenos días
Le dediqué una tímida sonrisa. Él alzó su taza apuntando hacia mí.
- ¿Quieres uno?
- sí, por favor
Se giró de nuevo dándome la espalda y comenzó a prepararme el café. Torpemente me acerqué a él, quedando a su lado, a tan solo unos centímetros. De vez en cuando me lanzaba pequeñas miradas con sonrisas de por medio, lo cual me hacía bajar la mirada, un poco sonrojada. Me pasó el café al terminar de prepararlo, lentamente, rozando mi mano con la suya al tomar la taza. Nuestras miradas se cruzaron nuevamente, pero esta vez estando un poco más cerca el uno del otro. Tenía que alzar mi cabeza un poco para verlo a los ojos.
- ¿Por qué eres así?
Lo oí murmurar. Me confundió un poco, así que no dije nada, además no sabía que decir cuando lo tenía así de cerca ¡Mierda! De pronto llevó su mano izquierda hacia mi cabeza, jugando con uno de mis mechones de pelo y colocándolo detrás de mi oído para luego acariciar lenta y tímidamente mi mejilla.
- ¿Cómo soy?
Me atreví a decir, aunque de mí salió un tímido susurro, pero bastó para que me escuchara.
- tan hermosa
Mis ojos se abrieron como platos, sorprendidos. Mi corazón comenzó a latir más ligero. Mis ojos seguían perdidos en los suyos. Su mano acariciaba mi mejilla sin detenerse, hasta que la bajó lentamente por mi brazo derecho hasta llegar a la altura de la cintura, sosteniéndola con delicadeza, pegando mi cuerpo hacia el suyo tal y como había hecho anoche en la fiesta. Y así nos quedamos, simplemente contemplándonos en silencio, hasta que escuchamos voces y risas acercándose. Nos separamos enseguida, quedando uno al lado del otro cuando Lía y Zack entraron a la cocina.
- ¡Vaya! ¿Se cayeron de la cama?
Dijo Zack en un tono burlón. Lía nos miraba atentamente, al parecer Asher y yo estábamos demasiado tensos y nerviosos por lo que acababa de ocurrir... o lo que quizás ocurría, de no haber sido por su llegada.
- ¿Quieren café?
Asher rompió el silencio y la tensión. Ambos asintieron. Lía me tomó de la mano y me sentó junto a ella, lejos de ellos dos.
- ¿Qué ocurrió entre ustedes?
Murmuró en mi oído mientras que me lanzaba una mirada pícara.
- bueno...
Miré mi taza de café y luego miré de reojo a Asher unos segundos. Volví a ver a mi amiga.
- nada
- ¿Nada?
Dijo un poco frustrada. No entiendo, ¿Debía ocurrir algo más? No le di importancia. Desayunamos los cuatro juntos y luego Asher me llevó a casa. Nos quedamos unos segundos en silencio sobre el auto al llegar a la entrada del edificio.

Asher.
No puedo evitar verla cada tanto. Tiene sus manos sobre el regazo, su mirada va hacia la ventana, aunque de vez en cuando gira su cabeza y se topa con la mía ¡Maldición! No puedo controlarme cuando me ve directamente.
- mejor entro ya
Estiró la mano para abrir la puerta. Se detuvo cuando notó que aún tenía el cinturón puesto, no sé si lo había olvidado o qué, pero me dio unos segundos más observándola. Estiré mi mano para ayudarle y tocó con la suya. Ambos nos vimos ¡Por Dios, idiota, reacciona ya! La tengo aquí tan cerca, tan listo el momento y me congelo, ¿Por qué diablos soy así? Finalmente, ella se sacó el cinturón y dándome una sonrisa bajó del auto ¡Genial! Ahí fue otra oportunidad que no supe aprovechar ¡Maldición! Encendí de nuevo el motor y me fui a mi apartamento. Me quedé casi todo el día recostado en la cama, viendo una y otra vez las historias que había publicado ella en su Instagram anoche, viendo una y otra vez aquella foto en la que estamos solo nosotros dos... esa sonrisa tan genuina y tan hermosa, sus manos tocando mi hombro, tenerla así de cerca... recordé nuestro momento bailando, sus ojos viendo a los míos en todo momento, mi mano sobre su cintura pegando su cuerpo contra mi cuerpo, nuestras respiraciones haciéndose una misma de lo cerca que nos encontrábamos, el hacerla girar como una princesa y verla sonreír divertida ¡Mierda! Debí aprovechar ese momento tan perfecto. Mis pensamientos se cortaron cuando escuché sonar el teléfono debido a un mensaje entrante.
Zack: ¿Si le has dicho ya?
Asher: no
Zack: ¡Uff! Estás durmiendo bro
Asher: ni me lo recuerdes
Zack: debes reaccionar cuanto antes amigo
Gracias por decir lo obvio, querido amigo. Suspiré frustrado. Solté el teléfono y me quedé en silencio, simplemente allí acostado, viendo hacia el techo.

Bella (Mini Serie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora