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Evan.
- no puedes hacerte para atrás ahora
- Bella recordó que no soy su hermano
- con mayor razón puedes conquistarla
- no, Evan, no solo por ella ahora... también por mí
- ¿Por ti?
- una cosa es hacerlo sabiendo que no recuerda nada sobre lo sucedido, y otra muy diferente es cuando ya sabe toda la verdad
- okey, ya, entiendo
- no jugaré así con ningún sentimiento, ni los suyos... ni los míos
Sin decir más nada se marchó. Cerré la puerta y me quedé el resto del día en el hotel.
María: ven a cenar hoy, querido, haré pastas caseras y no aceptaré una respuesta negativa
¡Uff! Que me invite a cenar no es bueno, digo ¿Cómo ver a Isabella?
Evan: tengo demasiado trabajo, pero puedo ir al desayuno mañana si gusta
Ella ha sido en verdad muy amable conmigo desde el primer momento, por lo que no podría negarme a nada que me pida, es tan complicado hacerlo ahora.

Isabella.
En cuanto Lía recibió un mensaje de su novio debió marcharse para buscarlo en el aeropuerto. Me recosté sobre la cama viendo mi teléfono y fue entonces cuando vi aquello en el hueco que había entre el armario y la pared. Me levanté caminando hasta allí. Saqué con cuidado lo que había, se trataba de un cuaderno forrado en color rosa, del cual cayeron varios papeles sueltos.
- ¿Pero que...?
Me incliné en el suelo levantando cada papel y observando lo que contenían.
- ¿Princess?
Oí la voz de Asher y no me daban las manos casi para juntar todo rápidamente y querer guardarlo. Él entró, la puerta estaba abierta en su defensa, viéndome arrodillada en el suelo con algunos papeles aún sin llegar a recoger.
- ¿Qué haces?
- nada
Me ayudó a levantarlo todo y luego me dio la mano para ayudar a pararme. Fue en dirección al teclado y lo acomodó a un lado de la cama. Se sentó frente a él y me hizo un movimiento con la cabeza en señal de que me sentara a su lado. Obedecí. Comenzó tocando algunas notas, haciéndome seña con la cabeza en dirección al cuaderno. Busqué entre sus hojas la canción que estaba queriendo mostrarme, pero antes de encontrarla comenzó a sonar en mi cabeza. De pronto él murmuró una parte de la canción, su voz se escuchaba apenas, pero conseguí entenderlo. Sentí algo extraño dentro de mi pecho. Lo miré en silencio. Él bajó las manos del teclado y giró lentamente la mirada hacia mí. Nos quedamos así, viéndonos directamente a los ojos, sin decir absolutamente nada ¡Uff! Agradezco en este momento que mi madre haya salido al mercado y estemos solo nosotros dos en la casa, pero ¿Qué digo? ¿Qué pensamientos pasan por mi mente? ¡Maldición! No comprendo que es lo que está ocurriendo conmigo.
- Asher...
- dime
Murmuraba su nombre, queriendo decir algo que ni siquiera yo sabía que era porque las palabras estaban todas mezcladas en mi cabeza. Se acercó un poco más, acortando la distancia entre los dos. Levantó su mano para posicionarla sobre mi mejilla y acariciarla con ternura. Puedo jurar que mi corazón comenzaba a latir un poco más rápido. Mi razón decía que debía alejarme de un salto, pero algo no me lo permitía ¿Por qué se siente tan bien estar así con él?
- yo...
Murmuraba buscando palabras en lo más profundo de mi cabeza. No puede ser que no sepa que decir ¡Vamos, Isabella! ¡Uff! Todavía menos sabía que decir cuando Asher comenzaba a inclinarse lentamente hacia mí. Nuestras narices casi chocaban. Seguía aquella conexión de miradas, haciéndome perder en esos ojos color miel. Su mano acariciaba con más ternura que antes mi mejilla, mientras que con la que quedaba libre recorría despacio mi brazo izquierdo hasta llegar a la altura de mi cintura y proceder a sujetarla con firmeza para acercar mi cuerpo aún más al suyo.
- ¡He llegado ya!
La voz de mi madre nos hizo alejarnos de un salto. Nos sorprendió parándose en la puerta de mi habitación.
- ¿Quieres ayudarme con la cena, querida?
Asentí. Salí corriendo y la seguí hacia la cocina.

Asher.
Me quedé unos segundos allí cuando Isabella seguía a mi madre fuera de la habitación ¿Qué diablos estoy haciendo? ¡Maldición! Debo alejarme, cuanto antes, o no sé qué pueda llegar a ocurrir si hay otra de estas escenas con ella. Suspiré. Miré el teléfono apenas lo escuché sonar.
Zack: bro, ¿En verdad accediste a lo que Evan te ha pedido?
¡Mierda! Casi olvido que Zack es novio de Lía, y que ella es la mejor amiga de Isabella, y ahora buena amiga de Evan. Aún recuerdo cuando Zack y yo solíamos salir a pasar el rato y llevábamos a Isabella y a Lía varias veces. Pensando en aquello me puse a ver fotografías de los cuatro en mi teléfono, fotografías de aquellas salidas, salidas en las que Isabella siempre sonreía con una alegría genuina en su mirada. Me quedé tanto viendo aquellas fotos que me había olvidado de responderle el mensaje a mi amigo.
Asher: no lo haré, no lo creo correcto
Zack: me parece bien, pero ¿Por qué no lo crees correcto? ¿Será por la relación de ellos?
Asher: de hecho, no, pero... te cuento en persona
***
- ¡Vaya! Estás jodido
- gracias por tu apoyo
Le lancé una mirada de frustración. Suspiré. Pasé mis dedos por el borde de la taza de café y me mantuve en silencio hasta que él habló.
- debes hablarlo
- te lo estoy diciendo, bobo
- no conmigo, idiota
Siempre nos hablábamos así, ya era normal. Pero ahora me quedé callado, simplemente porque no sabía de qué estaba hablando, o quizás si lo sabía y no quería admitirlo. Y después de su siguiente sermón saqué todas mis dudas, si, se refería a hablarlo con Isabella ¡Y no! No voy a decirle nada ¿Por qué lo haría? Ya jodí nuestra relación una vez por confesarme, no sucederá otra vez, no si puedo aprender de los errores y evitarlo.
- no seas necio
- he dicho que no, y no le vayas a decir esto a Lía, sabes que le cuenta todo a ella
- prometo que no le diré nada
Alzó la mano derecha en señal de promesa. Acabamos el café, pagamos la cuenta y salimos del restaurante.
- ¿Qué harás ahora?
- mi madre está cocinando con Bella
- ¿Cena en familia?
Asentí. Luego me quedé pensando y lo miré.
- ¿Por qué no vienes con Lía también?
- no vayamos a molestar
- son parte de la familia prácticamente, y mi madre seguro que cocina para un batallón
- igual que siempre, pero todo bien delicioso
- ¿Qué dices?
- umm bueno ya, deja que lo hable con Lía, quizás ya tenía planes
- háblalo y avísame
Nos despedimos. Zack se fue a casa de Lía y yo caminé hacia la mía. Hice los pasos lo más lento posible para demorar en llegar, pero aun así llegué, y me quedé un buen rato afuera en la puerta. No quería entrar. No consigo saber cómo enfrentar a las dos mujeres más importantes en mi vida, no después de la escena de hoy, por más de que mi madre no haya llegado a ver nada, aunque de hecho lo que más me asusta es...
- ¡Asher!
La puerta se abrió de golpe. Isabella dio un salto y me abrazó fuertemente.
- mamá estaba preguntando cuánto más ibas a demorar en venir
- estaba con Zack
- oh, ¿Vendrá a cenar? Mamá quería invitarlos a él y a Lía también
- si le dije, pero no sé si tienen planes previos
Ella asintió. Pasé por su lado y sin decir nada más subí a mi habitación. Busqué mi guitarra y me senté en la cama luego de cerrar la puerta.

Isabella.
Se comportó como raro ¿O no? Quizás lo estoy imaginando. Sacudí mi cabeza varias veces apartando aquellos pensamientos. Ya que mamá estaba concentrada en la cocina miré hacia las escaleras. Suspiré. Subí y lentamente caminé por el corredor, siguiendo la voz de Asher hasta llegar a la puerta de su habitación. La puerta estaba cerrada, pero me quedé en silencio. En cuestión de un momento, como si adivinara que estaba allí, abrió y me miró directo a los ojos con la guitarra en una mano.
- ¿Ocurre algo?
- yo... sólo te escuché y.... ¿Puedo oír más?
Lo pensó un momento. Se hizo a un lado y me hizo entrar. Me senté en el suelo cruzando mis piernas y él se acomodó frente a mí con la espalda apoyada en el borde de su cama. Comenzó a tocar varias notas en su guitarra. Yo me quedaba embobada como una niña cuando ve su programa favorito. No entiendo porque siento esto, no entiendo que tiene de especial ¿Acaso siempre hacía música y yo me quedaba viéndolo? ¿Hemos hecho música juntos previamente? Son tantas las preguntas que invaden mi mente, y lo único que puedo hacer es verlo aquí frente a mí. Veo sus manos pasar por el lomo de la guitarra, veo sus dedos acariciar cada una de las cuerdas, veo sus ojos ver las cuerdas y de vez en cuando levantarse para encontrarse con los míos unos segundos. No me resistí. Sin levantarme del suelo gateaba hasta acercarme un poco más, hasta quedar en un momento arrodillada a unos pocos centímetros. Cuando quise darme cuenta estaba tocando una suave y hermosa melodía, era tierna, parecía una que suelen usar en las canciones de cuna.
- cuando eras más pequeña solía tocarla para ti
Llevamos solo cinco años de diferencia entre los dos y muchas veces lo olvido, es que no se siente aquella diferencia cuando estoy con él ¿Acaso estoy sintiendo algo mal? ¿Qué se supone que debo sentir? ¡Uff! Estoy tan jodidamente confundida. Y no ayuda en nada como Asher se va acercando cada tanto hasta acortar la distancia entre los dos. Su mano la lleva sobre la mía en las cuerdas y lentamente mueve mis dedos, guiandolos. Mis ojos están puestos allí mismo, pero los levanto de pronto, viendo cómo los suyos habían estado viéndome todo el tiempo en silencio. Quiero hablar, pero no salen las palabras, en su lugar mi corazón comienza a acelerarse. Él levanta su mano lentamente y acaricia mi mejilla. Cierro mis ojos.

Bella (Mini Serie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora