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Evan.
Llegando al apartamento me encontré a Asher en la puerta del edificio.
- ¿Qué quieres?
- aléjate de Isabella
- ¿Eh?
- tú no puedes darle todo lo que merece
El olor a alcohol se podía sentir desde aquí hacia el otro lado de la ciudad. Hice una mueca agria y cubrí mi nariz con la mano.
- ¿Estás borracho acaso?
No debí decir eso al parecer. Se enojó más y comenzaba a arrojar golpes al aire intentando que llegara al menos uno hacia mí. Sujeté de pronto sus muñecas.
- deja de ser un idiota y vete a tu casa
- tú eres el idiota
- ni siquiera puedes quedarte de pie
Se quedó en silencio un momento y luego ocurrió, él rompió en llanto. Se soltó de mi agarre y cayó de rodillas en el suelo. Sentí algo de pena en aquel momento, digo ¿Quién sabe todo lo que lleva oculto dentro suyo?
- es demasiado ya
- ¿Qué cosa?
- no le vayas a contar a Isabella, por favor
Me senté en el suelo a su lado. Quedamos en silencio y luego él suspiró rendido.
- no quería enamorarme de ella
- imaginé que eso sentías
Eso lo murmuré, pero si lo escuchó. Bajó la cabeza un momento y luego volvió a hablar.
- siempre sentí que algo estaba mal, que no era realmente de mi sangre ¿Entiendes?
- de hecho... no mucho
- siempre fue diferente a toda mi familia
- ¿Y eso qué?
- me impulsó a investigar sobre su llegada, y cuando mi madre me confesó aquello yo...
- fingiste sorpresa porque ya lo sabías
Terminé la frase porque me imaginaba lo que ocurría. Él asintió en silencio.
- a medida que ella crecía notaba su cambio, se aferraba cada vez más a mí por ser su hermano mayor y yo no podía alejarme, ¿Qué diría si lo hacía?
- entiendo, fue difícil
- por eso entré al ejército, necesitaba alejarme
- debes decirle todo esto
- no puedo
- ¿Por qué?
- me lo ha dejado claro ya
Mentiría si dijera que eso no me entristece, después de todo es alguien que se enamoró de quien no le corresponde, o eso cree él ¿No? Al ver que yo no respondía, él volvió a hablar.
- promete que no dirás nada
- pero, ¿Por qué?
- sólo... déjalo así y ya
- pero...
- es mejor, al menos puedo permanecer en su vida como su hermano mayor... si es que consigo acercarme de nuevo a ella
Ambos nos levantamos del suelo. Pasó su mano por el rostro secando las lágrimas, como si fuera vergonzoso que alguien lo viera llorar.
- quiero pedirte algo
Me miró sin decir nada, confundido.
- intenta conquistarla
- ¿Qué?
- me gusta, mucho... pero no estoy seguro de ser yo a quien ella ame realmente
- no voy a hacer eso
- te lo estoy pidiendo como un favor, si la amas...
- ¿Y si, por casualidad, llegara a sentir algo por mí?
- pues, quedará todo claro y me iré
***
Al día siguiente desperté y me duché. Salí solo con la toalla envuelta a mi cintura y busqué ropa en el armario. Suena mi celular y veo un mensaje de alguien a quien no tenía agendado, pero me di cuenta de que se trataba de Asher.
X: está bien, lo haré, pero solo por Bella, ¿Queda claro?
Evan: queda muy claro. Y gracias
Siento que estoy usando sus sentimientos para saber si avanzar con Isabella o no, pero ¿Qué más puedo hacer? Es verdad lo que dije ayer, me gusta mucho, pero no quiero seguir si ella es para alguien más... sé que me dolerá alejarme si resulta que, si siente algo por él, pero es lo correcto, no quiero forzar nada que no sea lo indicado.
Dos suaves golpes a la puerta me hicieron dejar todos esos pensamientos de lado. Fui a abrir y la vi allí parada.
- ¡Ay, lo siento!
Se cubrió el rostro, ruborizada, y caí en la cuenta de que estaba sin nada más que la toalla en mi cintura todavía.
- lo siento, recién acabo de ducharme
- yo soy quien lo siente, debí llamar
- aguarda
Me apresuré a cerrar la puerta y en cuestión de segundos, no sé cómo, me vestí por completo. Volví y abrí la puerta.
- ya
Apartó lentamente las manos de su rostro y me miró aún ruborizada.
- ¿Sucedió algo?
- no, yo... quiero que hablemos, por favor
- es que... tengo mucho trabajo ahora
Mentí. Por Dios como odio mentir, pero no me siento en condiciones para enfrentarla aún.
- entiendo...
Y se marchó. Cerré la puerta apenas la vi subir al ascensor del otro lado del corredor y di un pequeño golpe en la pared.
Evan: necesito verte con urgencia
Lía: ¿Qué ha ocurrido? ¿Bella está bien?
Evan: quien no está bien, soy yo
Lía: de acuerdo, ve a la plaza principal, a unas calles de tu hotel
Envié el mensaje y salí sin demora. Me senté en uno de los asientos frente a los juegos y al cabo de media hora llegó y se sentó junto a mí. Le conté lo que Asher me había confesado anoche, procurando que no fuera a decir nada, y luego terminé confesando lo que le había pedido que hiciera.
- ¿Estás loco? Estás dándole en bandeja a Bella
- si ella siente algo por él, será así, si no.... solo será una prueba para saber si me quedo o me voy
- hay otras maneras
- y no las encuentro, he estado enamorado de ella desde la primera vez que viajó a Italia en aquel primer concierto
- lo sé
- jamás me he atrevido a decírselo, y cuando quiero animarme... resulta que hay alguien más
- no hay nadie más, Evan
- no lo sé, y tú tampoco puedes asegurarlo
No dijimos nada por un rato. Su novio llegó al rato. Me saludó y nos quedamos un momento allí los tres. También me aconsejó exactamente lo mismo que acababa de aconsejarme Lía. Me volví al hotel, conversando con Juliana sobre el orfanato y lo que había que hacer al regresar, y luego me quedé allí, simplemente viendo televisión para pasar la tarde.

Isabella.
- ¿Seguro que no quieres venir, querida?
- sí, ve tranquila
- de acuerdo, pero llámame si necesitas algo
Asentí. Mi madre se marchó y yo me dejé caer en el sofá encendiendo el televisor. Revisé el teléfono cientos de veces en menos de quince minutos, solo esperando un mensaje de Evan ¿Por qué? Desde el viaje estoy pensando en él, cada momento vivido allí, cada cercanía que tuvimos, cada vez que nuestras miradas se encontraban ¡Uff! ¿Qué se supone que debería hacer? Y sí. Llamé a Lía.
- ¿Quieres?
Asher pasó detrás del sofá con un pote de helado de chocolate con nueces.
- eso no se pregunta
Le quité el helado junto con la cuchara y comencé a comer sentada en el sofá mientras me acomodaba subiendo mis piernas y cruzándolas. Asher se sentó junto a mí y comenzó a reír.
- comparte al menos un poco
- no, tú me ofreciste, ahora te aguantas
- ¡Hey!
Se cruzó de brazos viéndome ofendido.
- ¡Uff! Bien
Le entregué el pote de helado, rezongando. Lo tomó sonriendo y yo solo le enseñé la lengua como lo haría una niña pequeña en una discusión. Hubo silencio un momento, hasta que él lo rompió.
- creí que estarías con Evan
- ¿Por qué?
- no lo sé, solo lo supuse
- tenía cosas que hacer
Dije aquello quitándole de nuevo el helado y comiendo a cucharadas.
- ¿Y qué harás hoy? ¿Te quedarás aquí todo el día?
- he llamado a Lía
Me quitó el helado de pronto, dejándolo sobre la pequeña mesa frente al sofá y se acercó un poco más hasta acortar la distancia entre los dos. Yo lo miré, en silencio, ¿Qué pretendes ahora querido hermano? Y entonces sucedió... algo hizo click en mi memoria y di un salto del sofá, alejándome.

Bella (Mini Serie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora