El funeral de Sarah Rogers fue igualmente mediático al saberse los Stark ahí, ofreciendo condolencias al novio de su hijo y llevando algunas flores, Tony por su parte se mantuvo en todo momento al lado de Steve, y el alfa lo agradecía, su pareja ahora era lo único que tenía y aunque era triste el fallecimiento de su madre, ésta se había asegurado de irse una vez que sabía que su hijo podría estar bien y tenía a una pareja que pudiera acompañarlo y quererlo, aquello lo sabía incluso Steve, quien ahora se aferraba a la mano de su pareja y que éste se recargaba en su hombro.
- Extrañaré sus galletas.
Aquello hizo a Steve escapar una ligera risa y besó su sien.
- Tony, yo puedo hacerlas.
- No son lo mismo, las de tu madre eran superiores.
- Tal vez porque no he practicado lo suficiente... ¿Te gustaría cocinar algunas esta noche?
- Me encantaría... Está vez si puedo quedarme a dormir...
- Te estaría completamente agradecido por eso...
- Steve... Ella no se fue ¿Sabes? Todo lo que te ha enseñado, y todo lo que aprecias, incluso tu horrible gusto musical... Eso hace que ella esté contigo.
- Eres pésimo consolando...
- Lo sé, pero igual tengo razón, ella va a seguir con nosotros, creeme que jamás se me olvidará el sermón que nos dió cuando me encontró montándote en el sofá.
- Tony, eso no se dice...
- Steve, voy a cumplir con lo que le prometí.
El rubio lo miró un poco confundido pues el castaño miraba a la caja donde su madre descansaba.
- ¿Qué?
- Mientras la cuidaba, ella no había estado de acuerdo en el orden de nuestras acciones, pero me pidió cuidarte, estar para ti y poder ser de apoyo...
- Tony, no debes sentirte presionado por eso.
- No Steve, déjame terminar, no me siento presionado, al contrario, me hizo sentir bien con el hecho de que confió lo suficiente en mi para brindarme la compañía de su tesoro más preciado, Steve, de verdad jamás me había visto estando con alguien como tú y realmente me encanta la manera en que me haces sentir, tan importante y querido.
- Te amo Tony, y en un mejor escenario te habría pedido matrimonio... Sé que debí preguntarte antes pero...
- Steve, pensaba pedirte lo mismo...
Steve le miró impresionado cuando el omega se alejó de su cuerpo y soltó su mano para rebuscar en los bolsillos de su traje y mostrarle una pequeña caja de terciopelo color azul, por otro lado Steve sacó de su respectivo bolsillo un sencillo pero lindo anillo unido a un delgado collar.
- Yo también pensaba proponértelo... Y con todo esto, no había tenido la oportunidad.
- Tonto, creí que si no lo hacía yo jamás darías ese enorme paso...
Disculpándose con la señora Rogers fueron a un sitio apartado en dónde cualquiera que los mirara diría que eran un par de tontos enamorados planeando una escapada. Tony mostró un aro plateado dentro de la caja, solamente eso, llamativo y sencillo como su preciado Steve.
- Entonces... ¿Debo arrodillarme o tu lo harás?
- Tony, creo que eso no es importante si ambos estamos de acuerdo en que vamos a decir que si ¿No crees?
Inmediatamente el rubio deslizó el anillo por la cadena para liberarlo de esta y poder mostrarlo al omega.
- Antony Stark, me sería un enorme gusto, placer y honor que pudieras aceptar ser mi esposo.
- Sabes que sí Steve, acepto... Pero era el de tu madre ¿Estás seguro?
Steve asintió.
- Si, de hecho lo he tenido desde que supo que tenía pensado proponértelo y quería usar los ahorros de la escuela de artes, me dijo que no tenía que hacerlo, además de que te sienta muy bien.
Tony no se contuvo y se abrazó al cuello de Steve con ansias y los ojos cristalizados en lágrimas que comenzaron a desbordarse. El abrazo fue correspondido y Steve finalmente pudo llorar nuevamente, habría sido increíble que todo hubiese pasado como lo planeó, tenía programada hacer una convivencia en casa, con su madre y los señores Stark, besar el camino por donde pasaran y finalmente pedirles su aprobación para pedirle matrimonio a su hijo, ver la emoción en el rostro de su madre, prometido y suegros y comenzar a pensar en una boda que marcara el inicio de su felices para siempre, pero la crudeza de la vida le había jugado mal esta vez.
Tony rápidamente supo que su pareja había estado aguantando toda la mañana y lo consoló mientras lloraba en su hombro.
- Tony... También acepto...
Dijo sin separarse de su hombro y aún con la voz debilitada por el llanto.
- Tonto, no he hecho la pregunta...
- No hace falta, sabes la respuesta...
Está vez fue turno para Tony de reír ligeramente y solamente se separaron para poder dejar que el castaño deslizara el anillo de compromiso en el dedo anular de su nuevo prometido.
- Gracias por estar aquí Tony, por hacerme feliz y quererme tanto como yo te quiero.
- No podía desperdiciar esa oportunidad, agradezco profundamente a ese día donde la tienda de donas no estaba abierta, el café de tu restaurante es un asco, pero no el camarero que lo sirve, no, él es todo un encanto.
Compartieron una leve sonrisa y Tony secó sus lágrimas con ambos pulgares, compartieron un rápido beso y se tomaron de las manos en dónde ahora descansaba un par de anillos de compromiso, aquello tampoco hubiese sido de la manera en la que Steve la planeó, siempre pensaba que el alfa era quien pedía matrimonio, se agarraba los huevos para ponerse en una rodilla y profesar amor incondicional ante el amor de su vida, eso siempre lo dijo su padre, pero sabía que con Tony toda su educación del viejo mundo se iba al carajo (Lenguaje!) teniendo a Stark que era toda una caja de sorpresas.
Finalmente y tomándose de la mano decidieron a seguir con el funeral y posterior entierro de la mujer, Steve tuvo lo que tuvo que llorar esa tarde y noche al volver a esa casa vacía en compañía de su pareja y posteriormente, cuando por fin se sintieran un poco mejor con la situación de la madre del alfa, se tomarían la oportunidad de hacer su compromiso público, sin alianzas corporativas, sin nadie realmente importante, solo una pareja de enamorados quienes tomaban la decisión en conjunto de pasar el resto de sus vidas juntos.
Continuará...
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Good Old-Fashioned Lover boy - Stony AU omegaverse
FanfictionUna historia corta en donde un Steve alfa no deja de mirar al castaño a través del aparador mientras compra sus rosquillas en la cafetería frente al restaurante de desayunos donde trabaja y que por azares del destino descubre que aquel simpático jov...