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Las mañanas desde que habían comenzado su relación se tornaron mucho más especiales desde la llegada de Tony al restaurante, pues Steve desde que lo mira no existe nadie más en su plano visual, ni la cantarina voz de Sharon o los pedidos volando de aquí para allá podían sacarlo de esa escena perfecta del castaño tomando el lugar de siempre en la barra y desearle buenos días, está vez con un saludo diferente como ya era habitual.

- Buenos días cariño.

Seguido de eso Tony le daba un cálido y corto beso en la mejilla que era devuelto de la misma manera por el rubio.

- ¿Qué tal tu mañana?

- Agotadora, no quiero ir a la oficina de mi padre, hoy debo aguantar a un montón de viejos en el consejo, entre ellos el padre de Victor.

- Entiendo, en ese caso te pondré algo para llevar como almuerzo.

- ¿Te he dicho lo mucho que me gustas?

Steve le sonrió disimulando un ligero sonrojo mientras servía algo de café para el menor.

- Lo has dicho un par de veces.

- Y en ninguna me has contestado que yo también te gusto.

- Porque no necesito decírtelo cuando es más que obvio que me encantas.

- ¿Veremos películas esta noche?

- Claro que si, incluso compré algunas donas que te gustan, hornearé las galletas que tanto te gustan y haré la cena.

- Perfecto, entonces te veré a las nueve.

- Te estaré esperando.

Tras el desayuno y llevarse algo extra pronto dejó de verlo en el restaurante pero no salía de su ensoñación hasta que su mejor amigo le había roto la atmósfera.

- Solo miren a mi amigo ¿Noche de películas? Si, claro.

- No molestes Bucky, no es como te imaginas, te dije que llevamos las cosas con calma.

- Conociéndote, si, pero a Tony se le ven las ganas de devorarte apenas te aparezcas en su casa.

- Ese hecho, en tu caso no debe preocuparte, es él quien va a la mía.

- Si tonto no eres, más privacidad.

- Basta Bucky, No es lo que piensas, ya te dije que solo veremos algunas películas y comeremos, no es la gran cosa.

- Está bien, solo te molesto, es mejor que regresemos al trabajo.

Sin más contratiempos y sin comentarios al respecto de la relación del castaño siguieron con el trabajo, aunque podía notar cierta molestia en Sharon.

- Entonces ¿Comenzaste a salir con él por fin?

- ¿Por qué preguntas?

- Oh, por nada, solamente tenía curiosidad, recuerda que somos amigos de trabajo.

- ¿Qué quieres decir?

- Bueno, es solo que pensé que no sé... Que solo estaban jugando entre ustedes.

- Bueno, juguemos o no eso no te incumbe Sharon, te he dicho que solo trabajamos juntos y mi pareja o yo no debemos ser de tu interés.

Dicho aquello el resto del día no fue diferente a cualquiera hasta que llegó su hora de salida y fue directamente a casa para ponerse a cocinar junto con su madre quien a las ocho había subido para acostarse por fin deseándole una buena velada a su hijo.

- Hola Tony.

- Buenas noches cariño.

Está vez el castaño cambió ligeramente su semblante al entrar a la casa, la cena era un poco de carne con verduras, de postre helado de fresa y las adoradas galletas que su novio preparaba especialmente para él con tanto cariño.

- Steve...

Le llamó mientras miraban una de esas antiguas películas de terror.

- ¿Qué pasa?

- Esto... Me siento un poco molesto, pensé que si inicia amos a salir de inmediato ibas a estar conmigo, ibas a decirme apodos cariñosos e incluso podríamos hacer cosas ñoñas y cursis, pero...

- Tony, lo siento...

- ¿Es que acaso no soy lo suficientemente claro? Llevamos una semana de novios y no has ni sido capaz de llamarme de una manera cariñosa o solo me has abrazado, tampoco has tenido el valor de besarme siquiera.

El reclamo sonaba de lo más encantador con ese gesto que le hizo sonreír ligeramente.

- Tony, eres lo más encantador que tengo justo ahora, si querías que te besara pudiste pedirlo desde el momento en que nos hicimos pareja.

- Tonto, pero se supone que eso no se pide, solo se hace.

Volvió a reclamar el castaño quien subió al regazo del alfa y acunó sus mejillas y plantó un beso un poco torpe y forzado.

- Dioses, no lo entiendes, hasta parece que soy tu primer novio.

- Lo eres.

La sonrisa en el rubio descolocó por un poco a Tony quien no daba crédito a lo que escuchaba.

- ¿Qué dijiste?

- Que eres mi primer novio, bueno, formal, del cual nos conocen nuestras familias, hacemos tonterías y salimos de vez en cuando.

- Menos mal, creí que lo había arruinado... ¿Qué me dices del otro asunto?

- ¿Otro asunto?

- Ya sabes, tu celo.

- Oh, eso, en realidad no, prefiero reservar esa parte para la persona con la que voy a pasar el resto de mi vida.

- Un caballero chapado a la antigua sin lugar a dudas... Qué anticuado y aburrido... Me encanta.

Sonrieron ambos y volvieron a intentar ese beso, comenzando con un ligero roce hasta convertirse en un contacto confiado, húmedo y tibio, Steve se tomó la libertad de tomar al pequeño omega por la cadera mientras esté continuaba acariciando las mejillas de éste sin poder apartarlas de ahí. La noche pasó entre comida, películas y muchos más besos, bueno... En más besos que en las dos cosas iniciales, pues después de haber intentado aquello por primera vez ahora les era imposible separarse de los labios ajenos, y eso lo confirmaron desde la mañana siguiente que en cuanto Tony llegó Steve se acercó apra poder tomar esa estrecha cintura mientras se besaban un corto tiempo pero de una manera que no pasaría desapercibida por nadie y lo mismo cuando se marchaba, esta vez le llevaba hasta la entrada en donde volvían a encerrarse en su burbuja y como si nadie los viera, de daban una ronda de besos de despedida para poder aguantar el día.

- Parece que no fue una noche de películas normal ¿O si punk?

- No saques conclusiones, no pasó nada más.

-Solo diré que espero no lleguen a hacerlo en mi cocina...

Continuará...

Good Old-Fashioned Lover boy - Stony AU omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora