No supo cuánto tiempo estuvo investigando sobre la vida de Tony Stark y Victor Von Doom, se sentía una especie de agente secreto o el acosador más grande del mundo, y aquello le hacía sentir un poco mal ya que sentía que era demasiado obsesivo, pero ahí estaba incluso lo que su amigo James le había dicho, había una fotografía enorme y en primera plana en una revista algo vieja sobre ese compromiso, podía ver a ese hombre y a su encantador Omega quien sostenía la mano de Von Doom. Era increíblemente decepcionante que su interés amoroso tuviera pareja.
-Te ves terrible...
Hizo la observación su amigo a la mañana en que se presentó al trabajo y podía notar el cansancio en los ojos y movimientos torpes de Steve. Sin duda no había Sido buena idea desperdiciar su noche indagando en la vida ajena de un completo desconocido.
-Lo siento, no pude dormir hasta después de varias horas rodando en la cama.
-Fue un golpe duro lo del compromiso ¿Verdad?
Aquello hizo que el rubio se recostara sobre la barra con ambos brazos sirviendo de almohada.
-No puedes estar así solamente por un amor platónico Steve.
-Te juro que podría tomar el valor de invitarlo a salir aún si tuviera un prometido, prefiero que me rechace a que sigas con tus cosas de que si está comprometido, de que si ya va a casarse o que es inalcanzable.
Se quejó un poco irritado, aunque inmediatamente cambió su semblante al volver a ver a dicho Omega, está vez sin un traje, sino que está vez estaba con un conjunto deportivo.
-Buenos días, ¿qué te sirvo?
-Buenos días, Steve Rogers, lo mismo de siempre por favor, y cumpliendo mi promesa, esta vez tomaré algo del menú.
Sin duda eso le había hecho sentir algo extrañado, era la primera interacción con el menor sin errar, aunque el que siguiera recordándole su patética presentación le hacía sentir como un idiota.
-Si aceptas una sugerencia puedo ofrecerte hotcakes.
- Preferiría una rosquilla, pero esa sugerencia suena muy bien.
Aquel intercambio de miradas y sonrisas le dió a Steve la confianza que necesitaba para poder desenvolverse en la conversación con el castaño. Por otro lado, Bucky no sé perdía de la divertida interacción entre ese par.
- Aquí están, espero que te gusten.
Recibió un asentimiento en respuesta y le dejó comer, pues debía seguir trabajando, la gente seguía llegando y para su mala suerte no podía dedicarse únicamente al Omega.
Tony por su parte disfrutaba de la comida mientras miraba disimuladamente al caballero rubio quien atendía e iba de aquí para allá con esa enorme sonrisa.
- Gracias por el desayuno Steve Rogers. ¿Cuánto te debo?
Dijo al terminar. Steve en cambio intercambió una mirada con su amigo quien señaló al menor con la mirada y algunos movimientos de cabeza, igualmente arqueaba las cejas cejas para que pudiera atención, esa era su oportunidad.
-Oh, no, la casa invita.
-¿Seguro?
El rubio asintió.
-Bueno, muchas gracias, todo estuvo muy bueno.
Se levantó del asiento y todo parecía de repente ir en cámara lenta, o al menos desde que se atrevió a colocar su mano sobre la del castaño.
-De hecho... Esto... ¿Crees que puedas darme tu número?
Aquello lo tomó desprevenido, incluso Steve no se lo creía, pero era su oportunidad, y a juzgar por la sonrisa del contrario sabía que no se había equivocado.
- Tiene agallas Steve Rogers.
Hizo su comentario sarcástico pero igualmente tomó una servilleta y tomó la pluma que el rubio tenía en el bolsillo de su pecho para poder tomarse la delicadeza de colocar su número en esta de manera pulcra y dejar tanto la servilleta como la pluma en su bolsillo.
-Llame después de las ocho, es cuando todo está relativamente en calma en casa.
Dicho eso volvió a guiñarle y procedió a salir del establecimiento, Steve dentro de su estupor solamente alcanzó a ver a su amigo que estaba igual de sorprendido.
-¡Lo lograste punk!
Fue lo que alcanzó a decir.
Con Tony
Por su parte, ese castaño una vez que llegó a casa suspiró cansada mente, solo deseaba que ese día libre pudiera estar tranquilo y sin perturbaciones, aunque maldijo internamente cuando su prometido había arribado en su casa.
-Pero Tony, no te has arreglado para la reunión de hoy.
-No voy a ir Victor.
-¿Y por qué no? Todo el mundo espera vernos ahí.
-No, tu quieres ir a presumir frente a los medios, pero eso puedes hacerlo por tu cuenta, no me siento de humor para fiestas, y mucho menos para que hanles por mi, pedí un día libre para descansar y eso es justo lo que voy a hacer.
-Tony, no puedes hacer esto, si... Si no vas todo el mundo comenzará a hablar sobre tus escapadas matutinas.
Aquello pareció hacerlo meditar, aunque recordando lo de hace un rato le hizo sonreír y por consecuencia apagó la sonrisa del otro hombre.
-Por mi haz lo que quieras, acepté casarme contigo solamente para no decepcionar a mis padres aún sabiendo que no hay amor de por medio ¿Qué vas a decirles? Que me escapo en las mañanas de la oficina o que no quiero salir contigo? Por favor Victor, no tengo diez años, y es más, es mejor que vayas planeando lo que dirás a los medios, si vuelves a amenazarme con una tontería como esa yo le contaré a todo el mundo de tus fallas administrativas que he tenido que arreglar y sobre la innumerable cantidad de veces que me has montado los cuernos.
-¿Acaso me estás amenazando?
- ¿Qué no eso acabas de hacer tu? Pero a diferencia de ti, yo tengo argumentos y no solo un berrinche estúpido por no querer ir a tu espantosa fiesta.
-Tony ¡Tony!
Solo eso escuchaba el menor al alejarse de su recibidor, vaya que necesitaba un descanso de todo eso, solo iba a casarse con ese hombre, nada del otro mundo, después de solucionar los problemas y volver a tener estabilidad demandaría el divorcio y podría centrarse en ser un buen sucesor para su padre. Con eso en mente tomó una siesta hasta que el teléfono comenzó a sonar, sus padres aún no regresaban por lo que tuvo que responder por su cuenta.
-Hola...
Se escuchó al otro lado de la línea.
Continuará...
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Good Old-Fashioned Lover boy - Stony AU omegaverse
Fiksi PenggemarUna historia corta en donde un Steve alfa no deja de mirar al castaño a través del aparador mientras compra sus rosquillas en la cafetería frente al restaurante de desayunos donde trabaja y que por azares del destino descubre que aquel simpático jov...