Desde el encuentro con Scarlett, dos días pasaron.
Ahora me encontraba mejor y mis heridas ya habían sanado, no por completo pero lo suficiente para permitirme moverme. En esos momentos, la coalición de Fullheart y Ross se movía por territorio de Falmuth siendo guiado por dos de los generales más destacados de Ross, tres generales competentes por parte de Fullheart y el propio rey Julius el 'Rey Oscuro'.
Antes de que partiéramos quise montar a caballo, pero las hermanas, Julius, los generales y los caballeros escolta me detuvieron. Así que tuve que subirme a un carromato de suministros y sentarme junto al conductor. Cabe recalcar que, aunque el carromato era de suministros se encontraba custodiado y como yo me encontraba en uno de los carromatos de suministros, la seguridad destinada a los suministros se incrementó.
Una de las hermanas, que cabalgaba sobre su caballo café, proporcionado por uno de los generales, me miró y se acercó un poco.
"Amo, ¿se encuentra cansado?"
Giré mi cabeza lentamente para verla.
"No. ¿Por qué preguntas?"
Ella frunció sus labios y habló.
"Es que... se ve muy pálido y cansado"
"Oh... gracias por preocuparte pero estoy bien, no estoy cansado ni nada. Dile a Sofisas que se acerque en unos minutos"
Sofisas me miró por unos segundos antes de responder.
"Entendido"
Sofisas se alejó lo suficiente del carromato y se acercó a su hermana.
Sentí que mis párpados se cerraban bruscamente, indicándome claramente que tenía sueño. Además, y a pesar de haberle mentido a Sofisas, me encontraba cansado solo manteniéndome despierto y el temblar constante del carromato no ayudaba para nada.
Unos minutos pasaron y Safiras se acercó al carromato cabalgando sobre su caballo para hablar conmigo.
"He venido, como usted lo ha pedido"
Luchaba para mantenerme despierto.
"Bien, ve a la parte de atrás del carromato"
Ella asintió y bajó la velocidad del caballo y cuando ya se encontraba detrás del carromato, se paró en la espalda del caballo y saltó hacia el carromato. Me levanté de donde estaba sentado y fui a la parte de atrás mientras apartaba un poco los suministros que estorbaban mi camino. Caminé unos pasos y llegué hasta donde Safiras. Luego, señalé hacia una esquina del carromato donde había una cama de paja improvisada lo suficientemente grande para que dos personas se acomodaran un poco apretados. Safiras miró donde yo señalé y sus mejillas se pusieron un poco rojas.
"Si ese es su deseo"
Me quité la pechera de cuero endurecido que tenía puesta mientras que ella se acomodaba en la cama de paja. Para cuando terminé de quitarme toda la armadura de cuero, me acosté junto a Safiras y la abracé.
"Cuídame"
Puse mi cabeza en su pecho y pude oír sus latidos y sentir claramente su respiración.
"Siempre lo hago"
Junto al calor proporcionado por Safiras y el cansancio que sentía, concilié el sueño en un par de segundos.
XXX
No fue hasta unos minutos después de que Julián se quedara dormido para que los problemas empezaran a hacerse presentes. Empezaron a surgir reportes hacia los generales de que tropas de exploración enemigas estaban a unos cientos de metros del cuerpo principal de la coalición. Después, hubo extraños avistamientos por parte de los soldados de bestias que salían un poco del bosque y después regresaban a adentrarse al bosque luego de unos minutos de observar al ejército de la coalición. Además, varios soldados también reportaban que desde el bosque podían sentir que los miraban.
ESTÁS LEYENDO
El surgimiento de un guardián
FantasyLuego de entrar en un estado de sueño debido a una máquina de criogenización, Julian Esteban Hernandez Piñeros despierta en un mundo que ya no es el que él conoce. Las armas de fuego no existen, la tecnología que conocía son solo los vestigios de lo...