Capítulo 33: el choque de dos ejércitos

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Después de que la hoja de la espada que Safiras portaba atravesara la cabeza del hombre, una ventana del Sistema apareció delante de mis ojos.

    ¡Héroe caído!

Después de leer aquella ventana del Sistema, tres campanadas fueron escuchadas. Segundos después, otra ventana del Sistema apareció ante mis ojos.

    Una de las Espadas Hermanas (Safiras) ha recuperado un poco de su poder original.

    Subes de nivel x17

De repente, sentí que mi cuerpo se hizo más ligero y que me sentía un poco más fuerte. Aparte de eso, nada más. En cambio, fue diferente con Safiras, ella... más bien sus rasgos se hicieron un poco más maduros, creció un poco en altura y sus atributos, que la hacían resaltar, se hicieron más firmes y crecieron un poco más, solo lo suficiente para que estos no estorbasen en plena batalla. Lo pude notar por el simple hecho de que su armadura se expandió un poco y ella hizo una mueca de incomodidad.

Mientras observaba como la hermosa joven que había combatido antes se volvía más hermosa, alguien puso sus manos en mi cintura y sentí un breve y suave jalón hacia atrás.

"Mi hermana ha recuperado parte de su poder... debe hacer que yo también lo recupere"

Un roce metálico se escuchó desde mi espalda y al momento siguiente vi que Sofisas salió de detrás de mí y caminó hacia Safiras.

Las dos se abrazaron y se tomaron de las manos muy felizmente. Yo solo pude quedarme viendo como dos hermosas jóvenes hablaban alegremente entre ellas. Sin embargo, los momentos felices no duran para siempre.

"¡AHHH!"

Desde la primera línea se escuchaban gritos, golpeteos y roces de metal contra metal. Los oficiales que estaban en retaguardia empezaban a ir rápidamente al frente junto a sus tropas a cargo para apoyar la primera línea aliada.

Varias explosiones se escuchaban y la [Segunda Muralla] se tornaba lentamente amarilla. Probablemente por el daño continúo que esta sufría.

Las hermanas, que antes charlaban alegremente entre sí, corrieron directamente a mi lado.

"¿Se encuentra bien, amo?"

Safiras fue la primera en hablar expresando una gran preocupación. No pude evitar sorprender por la pregunta repentina.

"Sí, sí. Estoy bien"

A cambio, respondí sinceramente.

Después de responderles escuché dos suspiros de alivio.

"Bien, entonces usted puede quedarse aquí mientras nosotras vamos a la primera línea" sugirió Sofisas.

"Pero yo—"

Apenas cuando iba a dar mi desaprobación ante aquella sugerencia, ellas salieron corriendo hacia la primera línea donde los dos ejércitos chocaban. Ni dos segundos pasaron cuando ellas desaparecieron de mi vista de entre todos los soldados. Los caballeros que me escoltaban llegaron a mi lado con expresiones de clara preocupación y un poco agitados.

"¡Mi señor! Por favor no se aleje de nuestro lado"

Los caballeros me rodearon tomando una formación de propósito defensivo dirigido estrictamente hacia mí.

"Quédese en el centro"

Uno de los caballeros habló mientras mantenía su fija su mirada hacia los soldados que corrían para acudir en ayuda a sus compañeros en la primera línea.

Por las aberturas que había entre los caballeros escoltas, puse mis ojos en el frente donde los dos ejércitos chocaban avanzando o retrocediendo según la fuerza del empuje que se lleve en el momento. Donde el más mínimo colapso de la vanguardia puede llevar a resultados catastróficos. Un ejemplo de eso fue durante la primera mitad en el frente de Atrim. La RDA tenía a Atrim bajo control pero una noche la GAO decidió atacar con una fuerte carga de infantería cosa que hizo que la primera línea de defensa en Atrim colapsara brevemente haciendo las tropas a pie de la GAO penetraran ferozmente acabando con todas las líneas de defensa de Atrim. Y yo fui testigo de todo eso, fui uno de los que contuvo el avance de las tropas de infantería de la GAO durante varias horas sin apoyo de mis aliados. Solo enfrentándome a decenas de miles de soldados.

El surgimiento de un guardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora