Capítulo 37: infiltración

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Acompañados por la infantería, pronto llegamos a unas cuantas decenas de metros de los muros de Yutragnar.

Mientras la infantería se posicionaba apresuradamente alrededor de los muros, varias bolas de fuego impactaron el muro provocando que el suelo temblara sacudiendo tanto a aliados como a enemigos. Después de que el humo provocado por el impacto se desvaneciera, un oficial aliado gritó alto y fuerte.

"¡Hay una grieta en el muro!"

Después alguien más gritó.

"¡Magos de Tierra, su turno!"

"<Una pequeña línea que después se expandirá tragándose todo lo que esté encima de ésta>"

Unas partículas de color café empezaron a dirigirse hacia los muros de la ciudad.

"<¡Grieta!>"

Escuché que algo se quebraba.

"¡Carguen!"

La infantería empezó a correr hacia los muros.

"Vamos nosotros entonces" dije.

Avancé un paso y luego sentí un ligero empuje en mi hombro derecho. Giré mi cabeza para ver y tenía una flecha clavada en el hombro.

"¡Keuk!"

Apreté los dientes del dolor.

"¡Flechas, nos atacan con flechas!"

"¡La Barrera, despliéguenla!"

Las órdenes eran escuchadas de un lado para otro.

Agarré la flecha y la partí a la mitad, dejando que la punta de ésta todavía estuviera enterrada en mi hombro pues si la sacaba mucha sangre empezaría a chorrear y retrasaría a los caballeros escolta del ataque.

"¡Mi señor, ¿está bien?!"

Miré a Mili quien se había girado para verme.

"Sí, estoy bien"

Pronto, empecé a escuchar leves silbidos cerca de mí.

"¡La Barrera, donde está la Barrera!"

"¡Capitán, los sacerdotes aún no llegan, hay que aguantar unos minutos!"

Los caballeros escolta se apiñaron frente a mí con sus escudos apuntando al cielo protegiendo tanto a mí como a ellos.

"¡Caballeros, desplieguen sus escudos y protejan lo más posible a los soldados!"

[Muro de Escudos]!"

[Escudo Espejo]!"

[Muro de Espinas]!"

Varios destellos eran vistos y cientos de gritos en agonía eran escuchados.

Activé [Sigilo].

"¿Mi señor?"

Tharak preguntó al percibir que mi presencia había disminuido.

"Vayan retrocediendo mientras mantienen sus escudos protegiéndose de las flechas como si todavía me estuviera protegiendo a mí. Mientras se estén retirando, correré hacia la grieta hecha en los muros y trataré de eliminar la mayor cantidad de enemigos posibles que estén en los muros"

"Mi señor, eso es peligroso"

Tharak inmediatamente objetó.

"Lo es, pero así no avanzaremos"

Tharak observó a su alrededor viendo como nuestros aliados se retiraban constantemente por la amenaza de las flechas.

"...Entiendo. Pero primero lo vamos a apoyar con unos hechizos corporales"

El surgimiento de un guardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora