Ellos se sentaron por un momento cuando terminaron, bajando de la cima y las hormonas corriendo a través de su sangre. Hyun Joong pasó la mano por el costado de Saeng. Bien, esa había sido una agradable distracción. En un minuto más o menos, obtendría los datos de Saeng, pero hasta entonces, él estaba completamente bien con no moverse. Saeng parecía igual. Su respiración se calmó lentamente contra la piel de Hyun Joong. Él se levantó entonces, estremeciéndose cuando el pene de Hyun Joong lo dejó. Y entonces hizo una mueca de nuevo cuando sus pies en realidad golpearon el suelo. No era una linda expresión ahora.
― ¿Saeng?― Hyun Joong preguntó.
― ¿Qué?
―Parece que te acabas de sentar en un cactus.
―Algo así, ― Saeng dijo. ―Sólo estoy adolorido como el infierno después de ayer y justo ahora.
Eso es un nivel normal de dolor.
―Mierda, Saeng, deberías haber dicho algo.
Saeng se rio. No podía ser tan malo si él todavía podía reír.
―Yo dije detente.
―Esa no es la palabra a la que se supone que debo prestar atención. ― Bien, al menos no esa clase de atención. ―Tú palabra de seguridad es-
―Monocromo. No lo he olvidado. ― Saeng lo miró por un momento como si estuviera sumido en sus pensamientos. ―Simplemente no se me ocurrió.
Idiota. Aparentemente Saeng confiaba lo suficiente en él para pensar que no necesitaba una palabra de seguridad, lo que era agradable, sí, pero por otro lado...
―Tener una palabra de seguridad no sirve un carajo cuando no vas a usarla cuando la necesitas.
―Sí, sí. ― Saeng se subió los pantalones. ―No te preocupes. Estoy adolorido ahora, pero valió la pena.
―Tenemos que hablar de algunas cosas.
Saeng se sentó en la silla opuesta a su escritorio, esa mueca de nuevo en su rostro.
― ¿Cómo de qué?
―Como límites. ― Si Hyun Joong obtenía esa información de antemano, podría evitar hacer algo con lo que Saeng se sintiera incómodo antes de que el hombre estuviera demasiado ido para parar.
―Mhm...― Saeng pareció pensar en ello, apoyando la cabeza en su mano. ―Creo que estoy bien con la mayoría de las cosas. No orina. No estoy en eso.
―Tampoco yo.
―Bien entonces. No juegos médicos. No quiero nada en mi culo que no sea tu polla, un tapón o un consolador.
Tu polla. No una polla. ¿Eso fue intencional?
―Bien, ― Hyun Joong dijo, tratando de llevar su mente de nuevo a la pista.
―Por otro lado.
― ¿Qué?
―Nunca digas el nombre incorrecto. ― Saeng dijo con una sonrisa en su rostro, pero sus ojos tenían una seriedad de muerte. Como si fuera a arrancar la cabeza de Hyun joong si lo hacía.
―No lo haré. ― Hyun Joong se levantó de su silla, se metió de nuevo en sus jeans, y sacó un pequeño USB de su bolsillo. Se acercó a Saeng. ―Déjame ver eso.
Saeng extendió su brazo sin decir nada, pero todo el buen humor dejó su rostro.
Quizás ahora lamentaba dejar a alguien follar su adolorido trasero. Demasiado tarde. Como para distraerse, miró al reloj por encima de la puerta de la oficina mientras Hyun Joong hacía la grabación.
―Creo que ahora ambos nos perdimos la comida.
―Supongo, ― Hyun Joong dijo, dejando ir el brazo de Saeng. ―Ella probablemente haya puesto las sobras en la nevera.
—No soy un gran fan del hígado tampoco.
―Puedes ordenar pizza si quieres.
Cuando Hyun Joong se dio la vuelta, Saeng agarró su muñeca, manteniéndolo en su lugar. Sus ojos oscuros perforando en Hyun Joong con una mirada de determinación. Se veía un poco como el gato cuando ella quería comida o ser acariciada.
―Llévame afuera, ― dijo. Dicho como una orden. Saeng no era quién hacía las exigencias aquí; Hyun Joong le había dicho eso ya hace un par de minutos. Fuera de la cama, sin embargo, Hyun Joong podía ser indulgente. Especialmente después del sexo. Saeng debía haberlo notado también. Saeng era observador. Era tentador sólo decir no por eso.
―Estoy ocupado. ― No era una mentira o una excusa hecha en el acto. Sólo acababa de tomar media hora de su tiempo que tenía que compensar esta noche.
―Vamos, ― Saeng dijo. ―No te tomará más de una hora o algo así. Necesito salir de aquí por un momento.
Y si no fueras un adicto, estaría feliz de dejarte salir por tu cuenta. Como estaban las cosas, sin embargo, no había una puta oportunidad. ¿Eso significaba que no confiaba en Saeng? No con esto, él no lo hacía. Podría llegar a ser indulgente con él, pero no se había vuelto estúpido.
― ¿A dónde 'necesitas' ir?
―Quiero ir al café. ― Saeng aún sostuvo su mirada, y no se giró para quejarse. Bueno. Hyun Joong no podía soportar a los pequeños niños llorones. Saeng no hizo ninguna amenaza de que se molestaría si Hyun Joong dijera que no. Quizás eso fue por lo que Hyun Joong cedió. No le gustaba ceder ante los lloriqueos, pero no le importaba hacer algo agradable por alguien que le... gustaba.
― ¿El Café en el que trabajabas?
―Sí. Me gustaría ver a mis amigos. Siento que no he estado allí desde siempre.
Hyun Joong lo había arrancado de su vieja vida. Aunque, honestamente, Saeng debería estar agradecido con él por eso. Entonces, ¿Qué tan malo podía ser una rápida visita a una cafetería? No haría que Saeng recayera el ver su viejo lugar de trabajo. Tal vez Hyun Joong estaba incluso un poco curioso. Sólo un poco.
―Podemos comer allí también, ― Saeng dijo.
― ¿Sirven comida?
―Comida grasosa. Técnicamente es una cafetería y un restaurante. Lo llamo un café porque no hay mucha gente que vaya por la comida.
―Suena como un comedor sobrevalorado.
Saeng se encogió de hombros.
―No es exactamente un lugar con una clasificación de estrellas, pero el propietario siempre fue agradable conmigo, ― dijo, bajando finalmente la mirada al suelo. Y eso selló el trato.
―Bien, ― Hyun Joong dijo. ―Te llevaré. Pero no vamos a quedarnos mucho tiempo. Comemos, y nos vamos.
Saeng levantó la cabeza para sonreírle. Ahora eso era felicidad verdadera allí. Había tomado la decisión correcta.
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¿𝐒𝐎𝐘 𝐒𝐔 𝐑𝐄𝐌𝐏𝐋𝐀𝐙𝐎? /𝐇𝐘𝐔𝐍𝐒𝐀𝐄𝐍𝐆/𝐘𝐀𝐎𝐈/𝐒𝐒𝟓𝟎𝟏
Fanfiction𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚, 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐦á𝐬 𝟏𝟖. Cuando Young Saeng malgasta todo su dinero en drogas y juegos de azar, Hyun Joong se ofrece a pagar sus deudas. Pero su generosidad tiene un precio: Young Saeng tiene que convertirse en su rata de...