CAPITULO DIECINUEVE

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Era imposible lo nervioso que se sentía en el transcurso del día siguiente. El sexo era bueno ¿verdad? Era lo que él quería ¿Correcto? ¿Así que por qué estaba todavía nervioso? Maldición, Saeng, difícilmente eres virgen. Aun así, no tenía idea de qué esperar. Nunca había obtenido una respuesta clara por parte de Hyun Joong sobre lo que hacía realmente el chip. ¿Funcionaría siquiera? Quizás no lo haría, y Hyun Joong dejaría de tener sexo con él. O tal vez funcionaría mal y haría que su cerebro explotara.

Hyun Joong sugirió que subieran a su habitación después de una cena tardía - el hombre todavía trabajaba demasiado y demasiado tarde- y una vez que estuvieron detrás de las puertas cerradas, mariposas empezaron un baile en el estómago de Saeng. Hyun joong se veía delicioso esta noche. Quizás era su polla hablando, pero, de cualquier manera, Saeng no podía quitar sus ojos de él. Y Hyun joong lo notó también.

― ¿Excitado? ― preguntó con una mirada de satisfacción en su rostro. ― ¿O preocupado?

―Ambos. ― Saeng se reclinó contra la puerta. Hyun Joong lo agarró por la camisa y lo acercó.
―No te preocupes, ― dijo. ―Tu único trabajo es hacer lo que yo diga. 

Hyun Joong se movió para colocar un beso en su cuello, y Saeng se sintió relajar un poco. Después de todo este tiempo, el toque más pequeño conseguía su cabeza fuera del juego y su polla entraba. Había estado esperando por esto durante demasiado tiempo.

―Quítate la ropa, ― Hyun Joong dijo, ya levantando la camisa de Saeng con sus manos. El aire frío en la habitación erizó el vello de la piel de Saeng, mientras que el contrastante cálido toque de Hyun joong provocaba escalofríos en su espalda.

Una vez que la camisa estaba fuera, los pantalones siguieron. Pronto se quedó de pie en calzoncillos ante un Hyun Joong completamente vestido. No justo pero apropiado. Saeng cerró los ojos. Quizás esto ayudaría a centrar su cabeza. Cuando dudó tirando de sus calzoncillos hacia abajo, Hyun Joong lo hizo por él.

―Te ves bien, ― Hyun Joong dijo.

Saeng resopló en respuesta. Mientras los segundos pasaban sin que Hyun joong hiciera nada, se sintió endurecer solo con tener a Hyun joong mirándolo fijamente.

― ¿Sólo vas a mirar, o vamos a tener sexo? ― Si el otro hombre se quedaba allí por mucho más tiempo, Saeng corría el riesgo de combustión espontánea.

― ¿Cuál es la prisa? ― Hyun Joong preguntó.

Saeng frunció los labios. Si Hyun Joong quería jugar a las estatuas de piedra, él podía hacer eso. Sería fantástico como una estatua de piedra.

Hyun Joong pasó un dedo del pecho de Saeng a su mentón, como si en realidad estuviera admirando una estatua. La piel de Saeng hormigueaba donde era tocado, y su polla latía con celos. Finalmente, Hyun Joong hizo a Saeng mirar hacia él.

― ¿Quieres sugerir algo? ― preguntó.

Saeng dijo lo primero que se le vino a la mente.

―Chúpame. ― Atrapando su mirada, Hyun Joong sonrió. Saeng pasó saliva en respuesta. No supo cómo, pero se acababa de meter en problemas. 

―Bien. ― Hyun Joong sonaba complacido consigo mismo. ―Pon las manos detrás de tu espalda.

Por supuesto. Hyun Joong querría estar en control. Saeng estaba bien con eso, y obedeció. Cualquier cosa para conseguir la boca de Hyun Joong sobre él, realmente. Recordando el calor de su último beso, sabía que se vendría sin más si Hyun Joong desataba ese mismo fuego en su polla.

Como para darle otra muestra de lo que estaba por venir, Hyun Joong se movió para presionar sus labios juntos. Un beso corto, solo lo suficiente para hacerlo querer más, y justo lo suficiente para erizar el vello de sus brazos.

¿𝐒𝐎𝐘 𝐒𝐔 𝐑𝐄𝐌𝐏𝐋𝐀𝐙𝐎? /𝐇𝐘𝐔𝐍𝐒𝐀𝐄𝐍𝐆/𝐘𝐀𝐎𝐈/𝐒𝐒𝟓𝟎𝟏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora