CAPITULO DIECISIETE

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Algo despertó a Saeng a mitad de la noche. Mirando alrededor por lo que lo había despertado esta vez -la última vez había sido solo una abeja zumbando en la ventana- encontró una figura sombría de pie dentro de la habitación. ¿Era real o era otra imagen creada por su mente? Los medicamentos hacían todo tipo de cosas divertidas, casi como las drogas que no se suponía que tomara. Cuando la persona se quedó después de que Saeng parpadeó un par de veces, era seguro asumir que era real.

― ¿Quién está allí? ― preguntó. Su voz y su garganta comenzaban a sentirse normales nuevamente.

―Buenos días, Young Saeng.

¿Young Saeng? ¿Qué demonios?

― ¿Hyun Joong?

La figura en la sombra que sonaba como Hyun Joong pero se comportaba demasiado raro para ser realmente Hyun joong se acercó a su cama y se dejó caer en la silla de al lado.

Saeng se acercó a su mesa de noche y encendió la luz de lectura. Sus ojos le dolieron por un momento, pero se ajustaron lo suficientemente pronto al tenue brillo. Sip, el tipo se veía como Hyun Joong también. Quizás este era un sueño inducido por las drogas después de todo. Cualquier otra cosa sería demasiado extraña. A menos que... ¿era alcohol lo que olía mientras Hyun Joong se acercaba?

―Pensé en visitarte.

Como no lo has hecho en una semana. Y ahora vienes borracho. Me siento honrado. —Añadí mentalmente.

― ¿Cómo entraste?

Las horas de visita debían haber terminado hace mucho.

Hyun Joong se encogió de hombros.

―Soy rico.

Correcto.

―Hyun Joong, estás borracho; vete a casa.

―Sólo tomé unas copas. ― Hyun Joong le frunció el ceño. ―Puedo manejar el alcohol. 

La pausa en su voz le dijo que no podía. Saeng hizo una mueca cuando se acordó de otra persona que siempre había pensado que podía manejar el alcohol mejor de lo que realmente lo hacía.

― ¿Por qué estás aquí?

Saeng se sentó en su cama. Obviamente, el hombre no iba a dejarlo solo. La ironía. Apenas ayer estaba enojado porque Hyun Joong lo había dejado solo. Tenías que ser cuidadoso con lo que deseabas.

―Quería verte.

― ¿Estás feliz ahora? ― Saeng levantó una ceja hacia él.

Hyun Joong negó con la cabeza.

―No puedo esperar para llevarte a casa. ― Una amplia sonrisa se extendió en la cara de Hyun Joong a pesar de su afirmación de que no era feliz.

―Las cosas que te haré...

Saeng parpadeó. Quizás si Hyun Joong hubiera estado sobrio, el pensamiento lo habría puesto caliente, pero ¿justo ahora? No. Era divertido, sin embargo.

― ¿Siquiera te estás escuchando hablar?

―Voy a encadenarte a mi cama, y nunca voy a dejarte salir de allí. ― Hyun Joong se acercó, apoyándose con las manos en el colchón. El olor de whisky escocés estaba sobre todo él. ―Voy a arrojar la llave.

― ¿Y luego qué?

Saeng se sentó inmóvil mientras Hyun Joong alcanzó su rostro y le pasó dos dedos por la mejilla como si estuviera estudiando un objeto de porcelana.

―Luego voy a mirarte.

― ¿Sólo mirar?

―Voy a mirarte hasta que dejes de verte como tu hermano. Los intestinos de Saeng se congelaron ante esas palabras. El toque de Hyun joong de repente se sintió repulsivo.

―Si querías eso, deberías haber añadido cirugía estética al contrato. ― Alejó la cabeza.

Hyun Joong rio. Aparentemente esto era divertido para él. Aparentemente tampoco tenía idea de lo que estaba diciendo.

―No, ― dijo. ―Me gusta cómo te ves. (Amigo, tu borraches no ayuda en nada)

―Acabas de decir que-

―Me encantan tus labios, ― Hyun Joong continuó. ―Especialmente los sonidos que hacen.

― ¿Podrías dejar de confundirme? ― No era fácil que Saeng se confundiera con el comportamiento de la gente, pero los borrachos eran difíciles. Hyun Joong era difícil. Había mucho que Saeng sólo podía imaginar, y los medicamentos no hacían las cosas exactamente fáciles.

―Sólo necesito dejar de ver a alguien que no eres.

¿Cómo se supone que iba a reaccionar a eso? ¿Siquiera iba a recordar Hyun Joong esto la mañana siguiente?

―Las vendas ayudan, ― Hyun joong continuó, apuntando a la cabeza de Saeng. Saeng levantó sus dedos hacia donde su piel comenzó a picar solo pensando en la cicatriz de la incisión. Tal vez cuando su cabello creciera de nuevo, podría pensar en pintarlo de nuevo.

―Uh...― Saeng dijo inteligentemente, sin estar seguro de cómo responder.

―Podría conseguirte una peluca, ― Hyun Joong sugirió como si hubiera escuchado los pensamientos de Saeng. ― ¿Qué opinas de cabello verde? ― ¿O azul? Podrías compartir una canasta con Lexy.

―Eres un bastardo, ¿lo sabías?

―No, ― Hyun Joong dijo, poniéndose de pie. ―Yo soy solo yo y tú eres solo tú y creo que eso me gusta. ― Caminó fuera de la habitación antes de que Saeng pudiera decirle de nuevo que se fuera. ¿Qué diablos le ocurría esta noche?

¿𝐒𝐎𝐘 𝐒𝐔 𝐑𝐄𝐌𝐏𝐋𝐀𝐙𝐎? /𝐇𝐘𝐔𝐍𝐒𝐀𝐄𝐍𝐆/𝐘𝐀𝐎𝐈/𝐒𝐒𝟓𝟎𝟏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora