CAPITULO VENTISIETE

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La computadora tardó una eternidad en encender. Tal vez su impaciencia le estaba jugando trucos, pero Saeng se estaba mordiendo el labio inferior para cuando la pantalla de inicio destelló. Tecleó el nombre del destinatario de ese dinero. andrewburlow. Incorrecto. Tecleó AndrewBurlow.

― ¡Te tengo! ― Saeng exclamó cuando la computadora aceptó la contraseña.

El fondo de escritorio se cargó en una fotografía en blanco y negro de una fila de árboles, una fotografía de la vista fuera de la ventana. Sólo había un archivo. "A quien corresponda". Un archivo de texto. Saeng hizo clic para abrirlo. Algunas líneas de texto negro sobre fondo blanco. Parecía mucho más clínico e impersonal que las cartas que estaba acostumbrado a obtener de su hermano.


Hey, Saengie. Eres tú, ¿no? Sé que tarde o temprano te darás cuenta de todo. Apuesto a que te acordaste del número. ¿Ves? No eres tan estúpido después de todo. Lo siento por hacer esto. Lo siento por todo. Discúlpame si no entro en detalles, pero, aunque puedo adivinar, no puedo estar seguro de quién eventualmente leerá esto. Sólo tengo una petición, por favor; no se lo digas. Por favor mantén mi secreto.

Saeng estaba listo para cerrar la computadora en el momento en que leyó la última palabra. No sabía lo que era más enfurecedor: que su hermano hubiera jugado con él como una pieza de ajedrez, o que todo hubiera funcionado, o que se atrevía a hacer peticiones incluso ahora. Como si Saeng no se hubiera dado cuenta ya de que no podía decirle nada a Hyun Joong acerca del suicidio de Yakim. Después de cerrar el archivo, Saeng buscó en el disco duro, pero la computadora no tenía otros archivos personales. Parecía que había sido limpiada. Por supuesto.

No habría más palabras de su hermano. Estaba al final del camino. Saeng se hundió de nuevo en su silla cuando el pensamiento se asentó. Esto era definitivamente lo último que escucharía de él. El misterio estaba resuelto, y Yakim desaparecido para siempre. Sin importar lo mucho que Saeng quisiera golpear a su hermano, lo quería de regreso incluso más.

Es hora de decir adiós, Young Saeng. Las palabras de la enfermera regresaron a él. No había dicho nada cuando Yakim había sido enviado a vivir con otra familia, simplemente miraba en silencio, dándole ese estúpido peluche. Había perdido el suelo bajo sus pies ese día, y él no había dicho nada. Yakim había hecho toda la charla, hizo un puño de promesas.

― ¿Esto no es para siempre, está bien?

El día en el hospital, el día que Yakim murió, Saeng no había dicho nada tampoco. Tampoco lo hizo Yakim. Sin promesas esta vez. No había vuelta atrás. 

Por primera vez desde el funeral, la visión de Saeng se empañó por el dolor del hermano que perdió.

― ¿Por qué lo hiciste? ― le preguntó a la pantalla. ― ¿Por qué tuviste que hacerlo? ― No hubo respuesta, por supuesto. La ira contra su hermano burbujeó de nuevo. El suicidio fue elección de Yakim. Nadie lo había forzado a hacerlo. Enjuagándose los ojos, Saeng cerró la computadora. Tal vez más tarde podría borrar el archivo para mantener el puto secreto de su hermano.

Por ahora, tenía que salir de esta habitación.

Hyun joong estaba esperando justo afuera de la puerta, probablemente había tratado de escuchar. Saeng lo agarró y enterró su rostro en la amplia extensión de su pecho. Mío.

― ¿Vas a decirme alguna vez lo que hiciste allá adentro?

Saeng negó con la cabeza.

― ¿Te masturbaste?

Saeng se rio a pesar de sí mismo.

―No. ― Eso hubiera sido preferible. Mejor que leer la nota que su hermano había dejado. No iba a decirlo. En su mente, una imagen se elevó, de sí mismo y de Yakim, a los seis años. ―No voy a decir que rompiste la ventana, ¿de acuerdo? ― Yakim había mantenido esa promesa incluso cuando sus padres se enojaron con ambos. Saeng trató de tragar el nudo en su garganta.

Si Yakim era tan inteligente, ¿Por qué se había matado? ¿Cómo era posible que la gente superara mierda como esta sobrio?

Hyun Joong lo abrazó estrechamente, y Saeng se aferró a él como un marino temeroso de ser arrastrado al océano.

Quizás así era como la gente pasaba por la vida sin volverse locos.

― ¿Saeng? ¿Todo está bien?

Saeng inhaló. No podía hablar ahora. Él no iba a llorar, maldición.

― ¿Saeng? ― Hyun Joong preguntó de nuevo. ― ¿Young Saeng? ¿Saengie?

Y ese apodo estúpido rompió las compuertas. Las lágrimas picaron en sus ojos y cayeron en la camisa de Hyun Joong.

―Lo siento, ― se ahogó.

― ¿Lo sientes por estar mojando mi camisa? Podemos hacer algo al respecto.

Una oleada de afecto se precipitó a través de Saeng mientras Hyun Joong inclinaba suavemente su barbilla y limpiaba las lágrimas con su pulgar.

―Nunca le dije- ―Saeng se detuvo para tomar un respiro que esperaba no se convirtiera en un sollozo. ―Yo sólo... hay tanto que nunca le dije.

―Shhh.― Hyun Joong besó su frente. ―Él lo sabía. Todo lo que importa, lo sabía.

Saeng se sintió destrozado de nuevo. Hyun Joong probablemente tenía razón. Pero aun así dolía. Sin decir más, Saeng descansó su cabeza en la curva del cuello de Hyun Joong mientras esperaba que la emoción rodara sobre él. Hyun Joong lo sostuvo en silencio, pacientemente. Saeng respiró hondo.

Saeng tenía tanta suerte de tener esto.

― ¿De acuerdo? ― Hyun Joong preguntó después de un tiempo.

―Está bien. ― Saeng levantó la cabeza e intentó sonreír para ser más convincente. ―Realmente quiero que me folles en este momento.

― ¿Ahora?

Saeng se presionó imposiblemente más cerca de su novio, lanzando sus brazos alrededor de su cuello y besando el tenue rastrojo de su mejilla.

―Sí, ahora.

Hyun Joong deslizó una mano hasta su culo, apretando con fuerza.

— ¿Recuerdas lo que dijiste sobre mí no consiguiendo nada esta noche? Debería ponerte sobre mi rodilla por eso. Diablos, debería ponerte sobre mi rodilla por lo de ayer.

―He sido muy malo. ― Saeng dijo en el oído de Hyun Joong, deseando que cumpliera con esa promesa.

Se frotó la ingle contra la de Hyun Joong mientras su polla se endurecía en sus pantalones. Has que me someta. Quiero someterme a ti.

¿𝐒𝐎𝐘 𝐒𝐔 𝐑𝐄𝐌𝐏𝐋𝐀𝐙𝐎? /𝐇𝐘𝐔𝐍𝐒𝐀𝐄𝐍𝐆/𝐘𝐀𝐎𝐈/𝐒𝐒𝟓𝟎𝟏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora