El viaje no era lo que él esperaba. Usualmente, se perdía en un mar de colores e imágenes, impresiones demasiado difíciles de precisar en algo que en realidad tuviera sentido. Lo alejaba de lo que sea que hubiera estado sintiendo, lo que estuviera pasando por su cabeza en el momento. Una odisea en lo desconocido, hacia una tierra sin sentimientos. Saeng ni siquiera podía decir que las drogas lo hacían feliz. No lo hacían. Lo volvían indiferente, y eso era jodidamente bueno cuando la alternativa era ser miserable. La Xylophine quitaba el estrés. Le daba una salida, no más, no menos, y era perfecto.
Esta vez, sin embargo, esta vez era diferente. Saeng no era indiferente. Nada lo era. El mar de colores, las imágenes, cada pequeña cosa le recordaba a Hyun Joong. Y mientras todavía era capaz de pensar, no estaba seguro si era un buen viaje o un viaje de terror.
Quería alejarse del hombre, y ahora estaba rodeado por él. Podía olerlo como si estuviera justo al lado de Hyun Joong, como si Hyun Joong estuviera tumbado encima de él, moldeando sus cuerpos como uno.
Esa era la primera vez que había conseguido una erección durante un viaje. Fue vagamente consciente de ser movido y de alguien hablando con él, pero estaba demasiado envuelto en las imágenes que su mente estaba conjurando para responder. Un minuto, otro, y se dejó hundir en el sentimiento. La racionalidad y su sentido de autodefensa lo abandonaron, y lo que quedó fue... bueno, quizás no felicidad, pero era lo suficientemente cerca.
Algo más era diferente acerca de este viaje. En su mayoría, cuando uno terminaba, estaba tan cansado que se dormía. A veces sin siquiera notar el cambio. Esta vez, sin embargo, era distinto. A medida que la droga se desvanecía lentamente y el mundo a su alrededor se mezclaba con las imágenes en su cabeza, su imagen de Hyun Joong cambió también. Hyun Joong había estado sonriéndole, a veces su sonrisa arrogante de Dom, a veces una genuina expresión de felicidad. Todo el tiempo, Hyun Joong había estado contento con él.
Ahora, este nuevo Hyun Joong no se estaba viendo feliz en absoluto.
El nuevo Hyun Joong estaba hirviendo.
― ¿Qué mierda Saeng? ¿Qué jodida mierda?
El nuevo Hyun Joong era real, ¿no? Saeng se rio, no estaba muy seguro de porqué. Hyun Joong no pareció encontrar eso muy divertido, su ceño se profundizó. Parecía un bulldog enojado, ¿Cómo es que no veía lo divertido que era?
―Tranquilo, viejo. Estás arruinando la alegría de la bajada para mí, ― Saeng dijo. Probablemente no fue lo mejor que pudo decir. Hyun Joong tenía un problema con las drogas ¿no? Saeng entrecerró los ojos hacia el hombre que tenía enfrente. ―Te veías mucho más agradable en mis sueños. ― Pensando en ello, si hubiera estado soñando, ¿dónde estaba ahora? Saeng miró a su alrededor. Viejos muebles baratos al borde de desmoronarse. Olor a polvo. Hogar.
―Mierda, Saeng. ―Hyun Joong dijo otra vez, atrayendo la atención de Saeng hacia él.
―Sí, mierda, ― Saeng dijo, sólo que él se rio cuando Hyun Joong no lo hizo. En serio, el hombre debería calmarse un poco.
―Estoy tentado a simplemente dejarte aquí.
El corazón de Saeng palpitaba por razones que no eran completamente claras por el momento. Su cabeza estaba tratando duramente de ponerse al día con la realidad, pero iba a tomar un poco más.
―Sí, ¿por qué no solo te vas ya?
¡Kyu! Esa era la voz de Kyu junto a la puerta. Saeng le sonrió a su amigo y miró a Hyun Joong.
―Métete en tus propios asuntos, ― Hyun Joong dijo, sin mirar a Kyu.
―Este es mi asunto, ― Kyu dijo. ―Estás de pie en mi apartamento, intimidando a mi mejor amigo, que está bajando de un viaje, y-
― ¿Por qué carajo le dejaste hacer esto si él es tu mejor amigo? ― Hyun Joong se giró hacia Kyu como un huracán. Esto no era justo. Nada de esto era culpa de Kyu. Kyu sólo había sido un amigo. La decisión de tomar la droga había sido completamente de Saeng.
―No es su culpa, ― Dijo en voz alta. Recomponte, hombre, se dijo a sí mismo. Saeng se acercó más a la pared, frotando el suelo con su trasero. Una vez que tocó la pared, comenzó a levantarse. Era más fácil cuando había algo sólido a lo que aferrarse, algo que le permitiera saber para dónde era hacia arriba y dónde hacia abajo. Invaluable conocimiento en momentos como este. Cuando estás borracho o drogado, las paredes son tus amigas.
―No eres capaz de argumentar, ― Hyun Joong dijo.
― ¿Qué, soy estúpido o algo? Todos no pueden ser un maldito genio. ― Las palabras fluyeron en su lengua, y no estaba seguro si las dijo en el orden correcto. A juzgar por la mirada desconcertada de Hyun Joong, probablemente no.
―Saeng, realmente no tienes que hacerlo, ― Kyu dijo mientras Hyun Joong lo miraba impasible.
―Sí, como que lo hago, ― Saeng dijo. No estaba seguro de si su amigo trabajaba para él o contra él. Eso dependía del tipo de resultado que Saeng deseaba, y no estaba seguro de ello. ¿Qué quería?
Hyun joong.
El nombre estaba en su mente antes de que pudiera siquiera pensar realmente en ello. Había algo más, sin embargo, algo que no podía recordar que lo ponía temeroso.
―Te voy a arrancar la cabeza mañana, ― Hyun Joong dijo. ―Vamos a casa ahora.
Saeng miró fijamente a Hyun Joong ¿Había escuchado bien? ¿Iban a ir a casa? Saeng presionó sus manos contra la pared un poco más fuerte, aliviado y asustado al mismo tiempo por razones que no tenían sentido en su drogada mente.
―Míralo, ― Kyu dijo. ―No va a ir a ninguna parte.
Si Hyun Joong se dio cuenta de que Kyu había hablado, no dio ninguna indicación de ello. Ignorando las palabras de Kyu, y su presencia, se acercó a Saeng con pasos largos y confiados.
―Vamos, ― dijo, extendiendo su brazo a Saeng. No había duda en sus ojos de si Saeng iría con él. No estaba seguro de porqué lo hizo, Saeng se agarró a él.
―Saeng, no tienes que ir con él. ―Kyu tenía una mirada suplicante en sus ojos.
―Cállate la puta boca, ― Hyun Joong dijo.
La postura de Kyu cambió cuando miró a Hyun Joong. El observador casual no se habría dado cuenta, pero Saeng conocía al hombre durante tanto tiempo y tan íntimamente que se dio cuenta de cuando su amigo, generalmente relajado se enojaba. Y nunca lo había visto así de enojado. Kyu se acercó a Hyun Joong, sacando su pecho como un pequeño soldado
―Lo que sea que pasó aquí esta noche, es debido a ti, ― dijo, casi respirando en la cara de Hyun Joong. Eso debió de haber tomado una tremenda cantidad de valor de Kyu. Saeng no estaba seguro de que quisiera que su amigo dijera todo eso, pero quería abrazarlo de todos modos. ―No sé por qué le gustas, ― Kyu continuó, ―pero a mí no, y si la jodes con él, voy a lastimarte.
Hyun Joong miró a Kyu como si no estuviera impresionado en absoluto, pero Saeng vio las arrugas en su frente. Lo estaba procesando.
―Será mejor que tengas mucho cuidado si vuelves a darle una dosis, ― dijo entonces.
Con eso empezó a caminar, y Saeng fue junto con él, todavía sintiéndose adormilado. Frotando sus ojos, trató de empujar hacia atrás el comienzo de un dolor de cabeza. Cuando llegaran a casa, había cosas que tenían que ser dichas.
Algo sobre Yakim y una carta que le hacían querer vomitar. Tenían que hablar de eso. En cuanto todo parara de brillar, mirando a Hyun Joong, tuvo que reírse.
― ¿Qué? ― Hyun joong replicó.
―Te ves como una Tinker Bell molesta.
―Sube al coche. ― El ceño de Hyun Joong se profundizó, lo cual solo sirvió para hacer todo el asunto más divertidísimo.
Saeng abrió la puerta del lado del pasajero y entró.
―Ten cuidado, ¿está bien? ― escuchó decir a Kyu.
Dándole a su amigo una pequeña sonrisa, Saeng asintió. Algo le dijo que probablemente estaría de regreso con Kyu por la mañana.
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¿𝐒𝐎𝐘 𝐒𝐔 𝐑𝐄𝐌𝐏𝐋𝐀𝐙𝐎? /𝐇𝐘𝐔𝐍𝐒𝐀𝐄𝐍𝐆/𝐘𝐀𝐎𝐈/𝐒𝐒𝟓𝟎𝟏
Fanfiction𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚, 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐦á𝐬 𝟏𝟖. Cuando Young Saeng malgasta todo su dinero en drogas y juegos de azar, Hyun Joong se ofrece a pagar sus deudas. Pero su generosidad tiene un precio: Young Saeng tiene que convertirse en su rata de...