Sesenta y uno.

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Osvaldo había tomado una decisión.
Corrió casi medio pueblo, de punta a punta buscando al otro chico para decirle su decisión.

Ni siquiera le importo que durante su maratón un niño grito "¡Cuidado! Hay viene Slenderman!".

Llegó hasta la casa rosa pastel tan femenina y tocó a la puerta un par de veces,muy ansioso,las manos le sudaban,sentía un nudo en la garganta y apretó las nalgas de la postura tan recta que tomo cuando le abrieron la puerta.

Y de inmediato,bajo la mirada y se encontró con su duende favorito, Rivers.

- Quiovole pinche topollillo. - dijo Osvaldo soltando un chiflido cómo saludo y bajando un poco la mirada para mostrar una sonrisa - We. ¿Está Aldo? - pregunto mientras se sobaba las manos en el pantalón y se sonrojaba.

Rivers solo giro un poco la cabeza al interior de la casa y ahí vio a Aldo, Ari y a Quackity abrazando sus "caguamas" mientras que con gestos desesperados decían "no"

- Pues... ¿Pa'que lo ocupas? - devolvió la pregunta la chica mientras soltaba un suspiro incómodo.

El Mariana dudo un poco,soltó un largo suspiro,se puso los huevos en la mano y finalmente dijo.

- Pos' me gustaría arreglar ahí los pedillos que tenemos,la verdad, creo que ya tengo la respuesta que busca... - dijo mientras se sonrojaba aun más y se rascaba la nuca - Además... Traigo las 50 bolas que me prestó antes y se los quiero pagar. -

Rivers volvió a girar la cabeza adentro de la casa y vio como Aldo dejo su caguama en el piso para luego comenzar a caminar hacia la puerta.

- ¿Que pedo? ¿Que paso? - pregunto Aldo tranquilo mientras se asomaba por la puerta.

- Que el mojón quiere hablar contigo we... - le dijo Rivers mientras se estiraba un poco y se ponía de escudo entre ambos - ¿Quieres salir o me lo agarro a putazos? - pregunto la chica seria.

Aldo solo dirigió su mirada hacia el Mariana,al ver que realmente le suplicaba salir,negó con la cabeza dándole una sonrisa tranquila a la chica y dándole un leve empujón. Salió de la casa,cerrando la puerta detrás de el.

Aldo y Osvaldo se quedaron parados ahí,un ratote,mientras se veían detenidamente. De un momento para otro, el de lentes saco su cartera y le ofreció al otro un billete.

Realmente vino a pagar su deuda.

Aldo tomo el billete, de mala gana saco su cartera y lo guardo. Para después,cruzarse de brazos,esperando a que el otro hablara.

- We... - hablo Osvaldo mientras se llevaba las manos al pantalón, se aclaraba la garganta y suspiraba,se veía muy nervioso - Aldo... - corrijo mientras hacia un gran esfuerzo y veía al chico frente suyo a los ojos - Lamento haberme tardado tanto en darte una respuesta,pero realmente necesitaba analizarlo todo, solo espero que... Aún me des chance. - con las manos sudando,Osvaldo se hinco y de su espalda saco un girasol grande y se lo ofreció al otro - Ya estamos huevudos para esto pero.. - Osvaldo se rió de lo estúpido que pensó que se veía y continuo - ¿Quieres ser mi pareja? - pregunto mientras aguantaba el aire.

Aldo no supo que decir en ese momento.. Y se tardó en contestar más por qué cuando menos sintió una lágrima rodo de su mejilla.

- ¿¡Eh we!? ¿¡Por qué lloras men!? - pregunto el Mariana asustado mientras comenzaba a agitar el girasol un poco - ¿¡No te gusto la flor!? ¡Te dió un girasol por qué es lo mismo que le da el "chuerk" a la Fiona.! - explico el poste con patas mientras agitaba los brazos dando una explicación.

Doble vida (Luzuplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora