La última hora en el club no había durado demasiado... Había sido más bien algo similar a eso que sucede cuando pierdes la noción de lo que te rodea y, antes de saberlo, ya ha pasado un buen rato.
Biel ya caminaba de vuelta a la parada del autobús, habiéndose despedido de Nathan alrededor de una cuadra antes.
Resultó que, a la hora de presentarse, descubrió que Jack tocaba el bajo eléctrico mientras que Olivia la flauta y el teclado eléctrico. No había mucho que decir respecto a ellos, pues Biel no los había oído tocar y, a decir verdad, no se sentía exactamente interesado hacia ellos luego de su altercado.
Soltó un hondo suspiro, mirando hacia arriba como una vieja costumbre y notando que el cielo estaba oscuro y sus nubes negras a más no poder. Por lo general, entre septiembre y octubre llovía mucho en la República, por lo que a Biel no le sorprendía que últimamente el cielo estuviera así, amenazando con romper a llover en cualquier momento.
Apretó sus labios en una fina línea recta, bajando la cabeza cuando avistó que el autobús finalmente llegaba y, con cierta pereza, subió por los escalones que lo dirigían a su interior acompañado de las otras personas que habían estado esperando el transporte. Había decidido que no volvería en bicicleta a casa y, en cambio, la dejaría ahí hasta el día siguiente, puesto que tras dialogarlo con una de las encargadas de limpieza, le dio la certeza de que nadie la movería de ahí.
El viaje hacia el centro comercial El Sol fue igual al resto: se colocó sus audífonos, se quedó un rato oyendo música e ignoró al resto de los pasajeros tanto como ellos lo ignoraban a él.
Dentro de su reproducción usual de canciones se sobresaltó al escuchar una que pertenecía a Adam... Era una canción lenta y acústica que relataba una triste historia de un amor no correspondido. Le resultó irónico al recordar esa ocasión en que él mismo la oyó y decidió que era su preferida de entre todas las canciones que había escrito y cantado Adam. Y es que esa vez no tuvo una razón particular para sentirse triste y la letra de esa canción simplemente lo hizo sentirse de una forma tan desgarrada por dentro que le hizo soltar lágrimas sin un verdadero motivo.
Era una canción triste que prefería por encima de los éxitos de Adam que relataban cosas más alegres. Había sido la canción con la que Adam había debutado, pero lo cierto era que, entre su grupo de fans internacional, no era un sencillo muy apreciado... tal vez se debía a que estaba en español, a diferencia de otras letras suyas, o quizá porque luego de esa comenzaron a emerger un montón de solos que lo hicieron subir aún más alto en el negocio de la música y hacer a los demás olvidarse de esa canción.
Biel tarareó la letra en un murmullo apenas audible, tamborileando sus dedos sobre el borde del asiento al ritmo de la guitarra que acompañaba la voz de Adam.
—Y eres tú.... Tú por encima de todas las estrellas... Y eres tú... Tú por encima de todos y cualquiera... Y eres tú... pero para ti no soy yo...
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Solo Se Vive Una Vez #1 © [COMPLETA] PGP2023
Teen FictionBiel es un chico talentoso cuyo mayor deseo siempre ha sido de tocar junto a otras personas. Y, el primer paso para estar más cerca de ese sueño, es entrar al club de música de su nuevo instituto, cuya entrada incluye una carta de recomendación a c...