Biel salió corriendo en busca de Taoni, a quien alcanzó a ver salir huyendo por una de las calles.
Soltó un suspiro, meneando la cabeza en desaprobación y acelerando el paso para alcanzarla; para tener nueve años, su hermana era muy veloz.
Todavía había charcos de lluvia por dondequiera, por lo que tuvo que tener cierto cuidado para evitar resbalarse.
Sabiendo de antemano a donde se dirigiría, Biel no tuvo que seguir realmente a Taoni, y solo se detuvo al llegar al pequeño parque que había unas dos cuadras lejos de la casa. Bueno, no era un parque en sí, sino más bien un jardín circular con bancas, senderos de piedra, árboles por aquí y por allá, y juegos para niños en el centro.
—Taoni, hace frío. Te vas a enfermar —le advirtió Biel, cruzándose de brazos y apoyando su espalda contra una de las paredes de la casita en la que sabía que Taoni se había metido; tenía toboganes a los costados, así como un pequeño puente y columpios.
—La temperatura no tiene nada que ver con eso —le contestó Taoni, asomando su cabeza desde una pequeña ventana de la casita, mirando a Biel con el ceño fruncido—, en todo caso lo haría por la baja de defensas que puede generar.
—Como sea. ¿Quieres quedarte aquí toda la noche? —Taoni no contestó, volviendo a perderse de vista en el interior de la casita, por lo que Biel tuvo que agregar—: Anda, ya... ¿Qué te hicieron ahora que volviste a escaparte hacia acá?
—Mamá dijo que iba a llevarme mañana al concurso de mi amiga —murmuró su hermana, muy apenas oyéndose—, pero resulta que no puede... ¿Quién hace promesas que, al final del día, no va a poder cumplir? ¡No tiene sentido!
Biel apretó los labios, pensando en esto por unos momentos. No pretendía decir algo en contra de su madrastra, porque definitivamente no quería que Taoni luego anduviera repitiendo sus palabras y él se metiera en problemas.
—Estoy seguro de que no era su intención que te sintieras así —suspiró él, mirando hacia el cielo y notando cómo las nubes se habían dispersado, dejando espacio a que la luz de luna cubriera su alrededor y cayera sobre ellos, manifestando sus sombras en el suelo—. Debe haber surgido un cambio de planes... Vamos, Taoni, no te molestes por eso. Uno no puede andar por ahí sabiendo exactamente todo lo que va a pasar.
La niña se quedó en silencio; no había que ser muy inteligente para caer en la cuenta de que esta explicación no le había agradado a ella.
Así que Biel se animó a decir:
—¿Qué te parece esto? Podría ser yo quién te lleve al concurso en lugar de tu mamá.
Taoni volvió a asomarse fuera de la casita, notablemente interesada mientras sus ojos se abrían de par en par.
—¡Eso sería genial! —exclamó, esbozando una sonrisa de oreja a oreja. Sin pensarlo, desapareció del espacio donde se asomaba, yendo a parar al tobogán, bajando por ahí e incorporándose de un salto.
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Solo Se Vive Una Vez #1 © [COMPLETA] PGP2023
Novela JuvenilBiel es un chico talentoso cuyo mayor deseo siempre ha sido de tocar junto a otras personas. Y, el primer paso para estar más cerca de ese sueño, es entrar al club de música de su nuevo instituto, cuya entrada incluye una carta de recomendación a c...