Solo Se Vive Una Vez #1 © [COMPLETA] PGP2023

[Capítulo 39]

Cuando Biel volvió en el autobús con notable cansancio ahondando en su rostro. Soltó un largo bostezo y apoyó su cabeza contra la ventana, cerrando sus ojos por unos momentos.

Súbitamente, los volvió a abrir al cabo de un rato, recordando ese mensaje que había querido enviarle a Grady desde hace rato y el cual, por alguna razón, se le olvidaba. No ayudaba el hecho de que el chico lo ignorara por completo en el instituto, así que en realidad Biel no se sentía del todo culpable.

Pese a eso sacó su celular de su bolsillo, entrando al contacto que Grady había guardado por su cuenta y escribiendo un rápido mensaje con las palabras "¿Mañana estás disponible?".

No tardó en darse cuenta que él no estaba en línea y lo dio por una batalla perdida, encogiéndose de hombros y asumiendo que ya respondería más tarde. Le restó importancia al asunto y pronto su cabeza se llenó de otros pensamientos.

Observó que en una de las paradas del autobús se subió una mujer embarazada llena de bolsas del mandado que parecían bastante pesadas. Sin siquiera pensarlo, Biel se levantó de su asiento y se apresuró a ayudarla con sus bolsas debido a que nadie más en el autobús pareció interesado en querer ayudar.

—Oh, muchas gracias —suspiró la mujer con una amplia sonrisa una vez que se dejó caer en uno de los pocos asientos vacíos en el autobús y soltó un largo suspiro.

Biel acomodó las bolsas de ella sobre el suelo y le sonrió en respuesta, sentándose a su lado tras observar que un hombre había ocupado su anterior lugar.

—No es nada —desestimó el chico, inclinando su cabeza y observando que la mujer si bien era algo joven, tenía algo en su rostro que le expresaba ese cansancio que era imposible poner en palabras.

La mujer poseía cabello rojizo que llevaba atado a una coleta mal amarrada, así como un par de ojos color avellana y piel algo morena. Inhaló y exhaló varias veces y torció sus labios en una mueca mientras se frotaba el vientre.

—Ya estoy en el séptimo mes —comentó ella, arqueando las cejas y meneando la cabeza varias veces—. Se está volviendo muy difícil ir y venir de aquí y allá... Oh, solo por este tipo de cosas me frustra embarazarme, ¿sabes? Si algún día te casas con una linda chica y la dejas embarazada, asegúrate de tratarla bien y entenderla...

Biel parpadeó varias veces, un tanto sorprendido del cómo había surgido el tema. Su sonrisa se tornó algo incómoda y titubeó.

—Lo tomaré en cuenta —agradeció y, sabiendo de antemano que las conversaciones con desconocidos en el autobús hacían más corto el camino, agregó—: ¿Va a tener una niña o un niño?

Los ojos de la mujer se iluminaron con la pregunta.

—Es un niño —contestó extasiada, como si el mero pensamientos bastara para emocionarla y curarle cualquier tipo de desánimo—. Aunque todavía no sé cómo lo llamaré... Oh, oye, ¿eres del instituto 7?