Un bostezo sale de mis labios mientras miro la película que se reproduce en la televisión, eran las seis de la tarde y yo no encontré nada más entretenido que ver una película, con mi pijama y palomitas.
Pero me estaba quedando dormida, porque no entendía la película y me estaba aburriendo de no entenderla, pero seguía despierta, como un tipo de tortura por no escoger mi película, la cual estaba a un lado de esta.
Ya entendí, Yo antes de ti, eres mejor que esta película.
—Parece que te vas a desmayar en cualquier momento—Thomas se deja caer a mi lado—¿Que estas viendo?
—No se, no me acuerdo—Como mas palomitas y apoyo mi cabeza en su hombro.
—Deberías ir a ducharte, Abby vendrá a eso de las ocho.
—¿Puedo dormir e irme más tarde?, siento que si voy con el sueño que tengo, durar apenas dos horas.
Thomas suelta una risa y golpea mi frente, suavemente.
—Vale, me iré contigo y que los otros dos se vayan antes—Le regalo una sonrisa perezosa que lo hace reír—Ve a dormir, tonta.
Dejó el bol de palomitas en sus piernas y me pongo de pie, dormiré una siesta de dos hora, para poder durar un poco más en esa grandiosa fiesta a la que fui obligada a ir.
Me dejó caer sobre la cama, sintiendo los párpados pesados, tomó mi celular y pongo cinco alarmas seguidas, para poder despertar a una hora adecuada. Abrazo la almohada y cierro los ojos, sintiendo como mi cuerpo se va relajando, cayendo dormida.
La insistente alarma suena por quinta vez y la apago con pereza, veo la hora y son las ocho y media, bien, dormí lo suficiente, espero.
Me pongo de pie y rasco uno de mis ojos, quedo mirando un zapato por algunos segundos y tomo una respiración profunda antes de caminar hasta el baño, donde tengo que cerrar los ojos por la luz.
Doy el agua para que se tempere y me quito el pijama, mientras en el proceso me cuestionó el porque acepte y si aun estoy a tiempo de poner alguna excusa para no ir a un lugar con tanta gente.
No, definitivamente no tengo.
Dejo que el agua caiga sobre mi y no me muevo por al menos un minuto, hasta que reacciono por completo y comienzo a lavar mi cabello, enjabonar mi cuerpo y depilar mis piernas, debería sacar una cita para una depilación láser otra vez, que estrés me da ser mujer a veces.
Aun no me llega el período pero sacando cálculos, la próxima semana estaré odiando la mera existencia de cualquier persona.
¿Odiamos esos días del mes? Odiamos esos días del mes.
Al salir, envuelvo mi cuerpo en una toalla y con otra toalla, salgo del baño quitando el exceso de agua en mi cabello. Me detengo en medio de la habitación y prendo la luz, porque no veía nada.
¿Que vestido debía ponerme?... Ah si, el negro, el negro, con medias de red y con tacones, vale. Jesús santísimo acompáñame esta noche o seguramente me iré a los dos minutos de entrar.
Me pongo crema en todo el cuerpo, la ropa interior, perfume y desodorante. Teniendo eso en mi cuerpo, me siento frente a mi tocador improvisado y miro el maquillaje que tengo sobre la mesa, ahora, ¿Que mierda me hago en la cara?
Es una fiesta, así que algo sencillo no será, tampoco muy elegante, porque no será algo formal... Dios que estrés maquillarse, me da estrés salir, en realidad, pero vamos, tenemos que hacerlo por el bien de la humanidad.
Primero preparo mi cara, después aplicó las sombras, un café claro con un poco de negro, delineado, máscara de pestañas y un labial rojo, que según la publicidad que le dieron, no se sale con nada y buala, maquillaje listo, no fue tan difícil.
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Bajo una tormenta. {✓]
Teen FictionMi cabeza desde que la encontré fue un sube y baja, no sabía que sucedía conmigo, y eso me asustaba, me asustaba hasta la mierda.