Genevieve.
Tenía un enorme mudo en mi estómago, sentía que iba a vomitar y desmayarme, todo al mismo tiempo y no sabía si era posible vomitar desmayada, aunque estaba a minutos de descubrirlo.
Hoy era la boda.
Hoy unía mi vida de una forma más definitiva con la de Abigail.
Y estaba asustada.
¿Por qué nadie me dijo sobre todos los pensamientos negativos que cruzaban por tu cabeza a la hora de casarte? Es la injusticia más grande de la historia y no pienso discutirlo con nadie.
Estaba sola en la habitación, decidí arreglarme sola porque si tenía a mi madre aquí y al resto, me pondría aún más nerviosa y todo se iría al caño.
Miraba mi reflejo en el espejo y un gruñido salió de mis labios, no estaba arreglada en lo absoluto, es más, parecía que recién me había parado de cama.
Alguien golpea mi puerta y Emma entro con una sonrisa, el enorme bulto en su vientre me recuerda que dentro de poco nacerá mi sobrino.
—Supuse que no estarías lista, vine a ayudarte, creo que no quieres que Abby piense que la dejaras plantada en el altar.
Le sonrió ligeramente y dejo que ella comience a arreglarme. Hace pequeños rizos en mi cabello y toma algunos mechones para unirlos en la parte trasera de mí nuca con un broche de flores, el velo se sostiene por una tiara diminuta. Me maquilla con tranquilidad, nada muy grotesto, mis ojos tienen sombras cafés y un lindo delineado, mis labios fueron pintados con una tinta para labios de color rojo y después me pongo de pie para ponerme el vestido.
Abby me exigió que ocupará un vestido, dijo que eso era lo mío y lo de ella los trajes, así que no me opuse cuando me miro con ojos suplicantes pidiéndome que ocupará un vestido.
Emma se acerca al armario donde está colgado y lo saca de su empaque, el vestido es corte sirena, la parte superior se pega a mi cuerpo, pequeñas perlas están pegadas en el escote, la parte inferior cae con elegancia, mi cuello es adornado por una gargantilla, la cuál tiene un corazón en medio, me sudan las manos horriblemente, los zapatos blancos de tacón, son sencillos.
—Estas hermosa—Emma me mira, con sus ojos brillando por las lágrimas acumuladas en ellos—Estoy tan feliz por ti, Vee.
—Gracias, Em.
Ambas bajamos las escaleras de la cabaña, a lo lejos veo la doble puerta que da directo al lugar donde se llevará a cabo mi boda. Patrick y Sam comienzan a llorar apenas llegó a su lado, Emma se va a la fila de damas de honor y las puertas se abren, dando paso a ellas primero.
—No me van a dejar caer.
—Claro que no, cielo—Patrick acaricia mi mano y sonríe—Vamos a llegar de pie al altar.
—Si te caes tu, me caigo yo y no quiero pasar vergüenza frente a estas personas, gracias.
Suelto una pequeña risa y mi estómago da un vuelco cuando la organizadora de bodas me hace una seña, con Patrick y Sam, nos posicionamos en las puertas. Una pequeña cortina se abre dejándome ver todo el lugar.
Los árboles se extienden frente a mi, un arco de ramas con pequeñas flores rosas adorna el lugar donde Abby me espera, las sillas son de roble, adornadas con cintas verdes y azules, las personas se ponen de pie ante mi presencia y una suave melodía comienza a sonar.
ESTÁS LEYENDO
Bajo una tormenta. {✓]
Teen FictionMi cabeza desde que la encontré fue un sube y baja, no sabía que sucedía conmigo, y eso me asustaba, me asustaba hasta la mierda.