Epílogo.

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Miraba por la ventana de la casa el cielo nublado, después mi celular y después el cajón de mi mesita de noche, mi estómago se revolvía cada que lo miraba y el solo hecho de pensar en lo que había dentro de él, me ponía nerviosa.

Abby estaba trabajando y llegaría dentro de una hora o dos, hoy cumplimos cinco años de estar juntas y dentro de poco cumplía veintiséis años, esto era una tortura, no quiero crecer más.

Miró mis pies, en donde descansa Koda, el levanta su cabeza para mirarme y yo hago una mueca.

—Deja de verme así, ya se que tengo que hacer algo.

Miau.

—No es tan sencillo, Koda, eso requiere de tiempo.

—¿Por qué siempre que llegó estas hablando con el gato?

Miró hacia la puerta de la habitación y Abby deja su bolso en la cama, su cabello va recogido, ahora es totalmente negro, su maquillaje cambió a uno más sutil y su ropa tiene más color.

—Porque el gato me habla primero—Me agachó a tomar a Koda y lo dejo sobre la cama—¿Como te fue?

—Bien, bastante bien—Acaricia la cabeza de Koda y se acerca a dejar un pequeño beso en mis labios—¿A ti?

—Pues bien, solo era fotografiar abuelitos comiendo y esas cosas, pero estuvo bien.

—Ya vendrá algo más grande, te lo prometo—Me abraza por la espalda y deja un beso en mi hombro—Feliz aniversario, pinkie pie.

—Feliz aniversario, Vidia.

—¿Pijama y maratón de películas?

—Si, pero que no sea Harry Potter, la hemos visto como seis veces esta semana.

—Me ofendes pero es verdad, iré a buscar algo para comer—Deja un beso en mi mejilla y se aleja para ir hacia la puerta.

Ah, que encule traigo con ella.

Me pongo mi pijama, azul pastel y dejo el de Abby sobre la cama, verde claro.

Porque si, damas y caballeros, convencí a mi novia de ponerse algo verde, aunque sea un pijama, pero es verde, es lo que importa.

Abby vuelve con un bol de palomitas y dos refrescos en lata, deja las cosas sobre la cama y se pone el pijama.

—Te demoraste bastante para solo estas dos cosas.

—Estaba sacando velas, dicen que puede haber un apagón por la tormenta que se viene—Busca una película mientras toma un puñado de palomitas.

—¿Tormenta?, digo, si se ve que va a llover pero no creo que sea tan así—Frunzo mi ceño mirando por la ventana.

—Pues si, habrá una tormenta, igual solo es precaución, deja tu celular cargando.

¿Ya les dije que se junta mucho con mi mamá?

Abby me da una sola mirada y me estiró para poner a cargar mi celular, apoyo mi cabeza en su hombro y veo la película. Enola Holmes.

—Estaba pensando, podríamos intentar lo de la clínica de fertilidad.

Me separó rápidamente para poder verla a la cara, ella hace una mueca, no, no le agrada la idea.

—Solo ver que nos dicen, Vee, nada más.

—Bueno, es un avance—Me acomodo sobre la cama y tomo a Koda—Aún así, tenemos a este peludo que es como un bebé.

—Tu quieres un ser humano, Genevive, no un gato—Le pongo mala cara y bufo.

—Te lo mencioné una sola vez en estos cinco años y parece ser que eres tu quien se presiona a esto, Abigail.

—Lo sé, lo sé, perdón. Simplemente la idea está teniendo forma y me gusta pero al mismo tiempo me desagrada por completo.

—Estoy bien así, Abby, aún no crezco como fotógrafa y aún tenemos muchas cosas que hacer como pareja.

Casarnos, por ejemplo.

—Vale, pero igual iremos a ver, quiero sacarme de dudas—Ruedo los ojos divertida y me quedo viendo la película.

Al terminar la primera película, Abby pone la segunda y no se si ver a Millie o Louis, ambos me gustan, malditos dioses.

Estamos a mitad de la primera película, cuando la lluvia comienza a caer y un trueno suena con fuerza, miró por la ventana y después miró a Koda.

—¿Que me dices, amigo?

Miau.

Eso es un sí, seguramente.

—Ponte zapatilla y un abrigo—Ordenó y Abby me mira confundida.

—¿Qué?

—Ponte zapatilla y un abrigo, Abigail, ahora.

Me pongo unas zapatillas, que seguramente no me protegeran del agua, pero me sirven para caminar, me pongo el abrigo y saco la cajita de terciopelo de mi mesita de noche. Abby se ve confundida, pero no dice nada, solo me sigue.

En el auto, conduzco por las calles, mirando la hora, treinta minutos más, mi corazón bombea con fuerza en mi pecho, mis dedos se aprietan en el volante y posiblemente Abby crea que nos voy a tirar de un puente. Entro a los estacionamientos que están cerca de mi antigua universidad.

—¿Que rayos hacemos aquí, Genevive?

No le respondo, me bajo del auto si entiendo las gotas comenzando a mojarme por completo, Abby se baja y le mira entre enojada y confundida, tomó su mano y la arrastró fuera de los estacionamientos.

Dice mi nombre unas cinco veces en lo que llegamos a la parada de buses, hay una señora a punto de subir al auto bus.

—Disculpe, antes que se vaya, ¿Podría decirme la hora?

—Faltan diez minutos para las seis, corazón.

—Gracias.

La veo irse y Abby me mira furiosa, completamente empapada.

—¿Querías preguntarle la hora a alguien en plena lluvia?

Sacudo mi cabeza y muerdo el interior de mi mejilla, sacó la caja de mi bolsillo y me arrodilló frente a ella.

—Vee...

—Hace cinco años atrás te conocí por primera vez en esta parada de buses, a las seis de la tarde, no sabía que llegarías a mi vida y tampoco sabía lo que tu llegada iba a ocasiónar en ella—Miró sus ojos en todo momento—Pero puedo asegurarte, que sin importar lo que pase, estoy feliz y enamorada contigo. No tenía nada planeado pero...

>>Bajo una tormenta te conocí, bajo una tormenta te pedí ser mi novia y es justo que bajo una tormenta, te pregunté—Abro la caja, dejando ver el anillo. Abby esta paralizada por completo—Abigail, O'Connor, ¿Me harías el honor de ser mi esposa?

No dice nada por al menos cinco segundos, los cuales siento que todo saldrá muy mal, pero una enorme sonrisa surca sus labios y asiente rápidamente.

—Mierda, si—Suelta un sollozo y se agacha para estar a mi altura—A lo que sea contigo, Genevive Stuart.

Pongo el ánillo en su dedo y la jalo para besarla, me abraza con fuerza y llena mi rostro de besos.

—Nos vamos a casar, Pinkie pie.

—Nos vamos a casar, Vidia.



Je....

Bueno... Ya llegamos al final :(

PERO SE VAN A CASAAAAR.

Igual es para tener tiempo de escribir otra historia y no olvidarme de esta.

Eso pasa cuando juegas Duskwood y necesitas seguir aferrada a un Hacker. Haces una historia similar.

En fin.

Espero les haya gustado la historia y las hayan amado tanto como yo.

Besitos.

Bajo una tormenta. {✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora