Capítulo 14.

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Namas vengo a advertirles que los cap +18, no son mi fuerte pero se intentó.

Agarrense fuerte porque se viene.

Abby me miraba divertida, yo tenía al gato aferrado a mi, bueno, ya no tengo que pedir un gato para navidad, se lo voy a robar a mi novia, ya esta dicho. Koda, se remueve en mis brazos y lo dejo sobre el suelo para después verlo irse corriendo, por eso, me gustan los perros, aún así, soy fan de alguien que ama los gatos, gajes de amar a Taylor Swift.

—¿Me dirás que son esas cosas rosas?—Apunta a sus regalos.

—Feliz cumpleaños, un poquito atrasado, pero feliz cumpleaños—Abby frunce su ceño y me queda mirando—Ya se, me dijeron que no te gusta celebrarlo y bla, bla, pero te jodiste, tu quisiste ser mi novia.

—Me condene solita—Mira las cosas y apunta nuevamente las cosas—¿El envoltorio rosa fue apropósito?

—Sí.

Rueda sus ojos y la tomó de la mano para acercarla al sofá, ella envuelve uno de sus brazos por mi cintura y mira las dos cosas en su sofá, después me mira a mi y arruga su nariz.

—Te mató como sea algo caro.

—Dispuesta a morir, capitán.

—Vee...

—Ya deja de lloriquear y abre los regalos—La interrumpo y ella me mira mal, antes de alejarse y tomar la caja donde viene la guitarra.

Desenvuelve el papel y se detiene al ver el estuche, me mira a mi y yo solo sonrió emocionada, sacude su cabeza y sigue rompiendo el papel, su respiración se vuelve pesada y abre el estuche para ver la guitarra con su cinta para colgarsela.

—Vee...

—Gregory me ayudó, porque me dijo que se había roto tu guitarra.

—No se rompió, me la rompieron—Se endereza y me mira, esta sería y eso me asusta un poco—Mi papá la rompió, porque es estúpido amar la música, según él.

—Yo...

No alcanzo a decir nada porque me jala hacia ella y me calla con un beso, podría acostumbrarme a esto, me gusta que me calle a besos.

—Gracias, me encanta, aunque no te perdono lo del estuche.

—Es mi color favorito—Mis manos están sobre sus brazos y suben hasta sus mejillas para dejar pequeñas caricias—Te aguantas.

Deja un beso en la punta de mi nariz y va hacia la bolsa, ve ambas cajas y cierra sus ojos, como si estuviera reuniendo paciencia.

—Si te preocupa el dinero, me ayudaron, así que el regalo es parte de Thomas, Gregory y mío.

—Eso lo hace un poco más llevadero, no quiero que gastes tanto en mi—Mira ambas cosas y sonríe, una sonrisa bonita, genuina y brillante—Me encanta.

—Me alegro mucho, porque si no, te rompía la guitarra en la cabeza.

—Tan amorosa.

—Lo sé, por cierto, ¿Dónde dejó mi mochila?

Ella toma mi mochila y mi mano, me guía por el pasillo hasta una habitación, por lo que veo es su habitación.

Tiene una cama de dos plazas, dos mesitas de noche, un espejo en la esquina de la habitación, una ventana que da a un balcón, un mueble con una television y el armario. Las paredes son beige y las cortinas grises, no hay cuadros o algo, solo eso. Mi mochila en este lugar parece popó de unicornio, es rosa, con manchas de diferentes colores.

Bajo una tormenta. {✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora