Bajo una tormenta. {✓]

Extra 3

Navidades y una sorpresa más.

Abigail.

Íbamos viajando a Bibury, pasaríamos la navidad con la madre de Vee, según ella en nuestros cinco años de relación no hemos pisado su pueblo natal y la verdad es que, venimos siempre que se le antoja viajar, pero no soy nadie para negarme a una visita a este pueblo.

Gregory y Thomas venían hablando sobre los regalos y de como podrían romperse o dañarse alguno de ellos, Genevieve iba adelante, hablándole al conductor, el cuál parecía bastante interesado en la historia de mi prometida.

Mi prometida, sigue siendo raro decirlo, más aún cuando nadie sabe que nos vamos a casar, Vee tuvo la muy grandiosa idea de decirlo está noche, por lo qué, me veo en la terrible obligación de prepararme mentalmente para cada grito o palabra que pueda salir de aquí.

Al menos me consuela que Melisa y Sammy me quieran lo suficiente.

—Llegamos.

Cómo es costumbre, Sam viene a ayudarnos con las maletas y Patrick se suma a esa ayuda, Vee corre para abrazar a su madre y a Emma, yo las saludo de lejos mientras ayudo a los demás con las maletas.

—¿Que tal el viaje, cuñada?

—Tedioso cómo todos los viajes en avión y más con tu hermana preguntando cuánto falta para llegar.

—Lo cuál es absurdo porque ella sabe las horas de vuelo—Sonrio divertida y me acerco a la madre de Vee.

—Hola, cariño, tiempo sin verte.

—Unos meses, si—Le doy un abrazo y beso su mejilla—¿Que tal a estado?

—Sumamente bien.

Ambas entramos y comenzamos a ordenar, llegar justo el día de navidad no es lo más recomendable. Patrick comienza a ordenarle a los chicos que debe hacer y nosotras nos vamos a la cocina, me quejaría pero ellos están haciendo toda la fuerza mientras nosotras horneabos y cocinamos la cena.

Genevieve se ve demasiado ansiosa y su madre comienza a notarlo, por lo que me acerco a ella y la abrazo por la espalda dejando un beso en su mejilla.

—Respira, tu mamá ya está sospechando de que algo pasa—Susurro y ella suelta un suspiro.

—Lo siento, es que me pone nerviosa todo esto.

—Lo sé, pero respira y finge normalidad antes de que tu madre te interroge.

—Esta bien.

Sonrió de lado y dejo un beso en su cuello antes de alejarme, vuelvo con Emma y las galletas, no se me da muy bien así que solo le entrego lo que ella me pida. Trato de parecer normal durante todas las horas que estamos en la cocina, organizando la comida y horneando las cosas.

La primera en subir para arreglarse fue Genevieve, concordamos en qué es la que más se demora en arreglarse para estas cosas. Después fue Emma, después yo y la madre de Genevieve.

Mientras me arreglo miro a Vee, ella ve el anillo que yo le regale semanas después de que me pidiera casarme con ella, una sonrisa se forma en mis labios y me concentro en mi aspecto. Delineado y labios rojos, cabello recogido y un collar de perlas, el vestido es negro ceñido al cuerpo brillante.