So Cold And Warm

Capítulo 2. Algo que resolver

Buenas!
Aquí os traigo el segundo cap de esta historia
Espero que disfrutéis de ella porque de verdad me gusta mucho esta pareja!
En fin, aquí os dejo la segunda parte.

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Llevaba un par de días navegando en busca de otra isla en la que ocultarse hasta que todo estuviese más tranquilo. Seguía las indicaciones que le había dado Nami "la Gata Ladrona" de la tripulación de los Mugiwara. Al fin y al cabo, por mucho que le costase admitirlo, eran sus aliados. Y unos muy buenos, además.

En fin, si lo que la pelinaranja le había dicho antes de separarse era cierto, pronto encontraría una isla donde no tendría que preocuparse por los marines. Recordó sus palabras:

-Al salir de la primera isla a la que llegues deberás poner rumbo al sureste. No creo que tardes más de tres días en llegar. El lugar al que llegarás, se conoce como Limbo y es una isla en tierra de nadie. Es decir, ningún marine suele acercarse por ahí ya que, al no poder reclamarse como territorio, no suele haber mucha actividad. Aunque ten cuidado... Algunos piratas lo aprovechan para hacer intercambios de mercancías ilegales.

Su cara seria mostró una sonrisa casi indetectable. Estaba deseando llegar. Suspiró cansado. Apenas había dormido desde que pasó la noche con Portgas D. Ace. Los recuerdos no se hicieron esperar.

*Flashback*

Abrió los ojos y se sorprendió por haberse quedado dormido. Algo le había despertado. Un ruido. El mismo sonido de nuevo le hizo dirigir la mirada hacia el baño, donde se había encendido una luz. Por la tenue claridad que empezaba a entrar por la ventana, comenzaba a amanecer.

-Oh... Es una lástima, ¿Te estás yendo puño de fuego-ya? -Preguntó.

-No hay ninguna razón para quedarme. -Respondió el otro mientras se vestía en el baño.

Law sonrió y entrelazo sus manos por detrás de la nuca mientras se estiraba un poco en la cama. -Me gusta que seas frío. Pero me encanta lo caliente que has sido antes. -Comentó juguetón. -Al menos, dime donde podré encontrarte. -No había quitado su mirada del techo desde que se había estirado. Tampoco había borrado su sonrisa de la cara.

Ace salió del baño vestido por completo y tapado de nuevo por el pañuelo. Tenía las gafas en la mano y, tras dedicar a Law una mirada asesina, salió de aquella casa.

Law suspiró con fuerza. -Al menos dame tu vivrecard para poder encontra... -Pero un portazo le hizo callar. -Soltó el aire por la nariz riendo.

Durante unos segundos, fue incapaz de quitar la vista de aquella puerta que acababa de cerrarse.

*Fin del flashback*

De nuevo una sonrisa casi cálida aparecía en la cara del ojeroso. -Qué chico tan frío y cálido a la vez. -Susurró.

En cuanto Portgas D. Ace cerró la puerta de aquella casa, comenzó a maldecirse a sí mismo.

"-¿Qué mierda he hecho? ¡Es un maldito Shichibukai! Son los perros del gobierno, ¿Se puede caer más bajo?" Se lamentaba mientras buscaba un barco con el que huir a la isla donde había quedado con los demás.

Debía aprovechar que aún no terminaba de amanecer para que nadie le viese salir de ese lugar. Contaba las horas para volver a reunirse con su padre. Había estado a punto de morir en Marineford y él no había sido capaz de ayudarle.

Apretó sus puños sintiendo cómo la rabia le encendía otra vez. Estúpida guerra y estúpidos marines. Una lágrima cayó de su mejilla al recordar a su viejo y ahora fallecido amigo, Tiger Fish.