Capítulo 29. Quiero irme

75 6 4
                                    

... Perdóname Zoro

¿Una carta de despedida? ¿Así que ese idiota pensaba irse de verdad sin dar ninguna explicación? El espadachín sintió cómo su corazón dolía dentro de su pecho y llevó allí su mano derecha como si de esa forma pudiera conseguir algún tipo de consuelo. No podía creer lo que estaba pasando. Las cosas estaban bien antes de separarse en Dressrosa. Entonces ¿Qué demonios le había sucedido a Sanji en el trayecto a Zou para decidir irse con uno de los hombres de Big Mom? ¿En qué mierda estaba metido el cocinero?

-Nami. -La voz de Zoro hizo que todos los allí presentes posaran su mirada en él. -Necesito saber exactamente dónde os encontrasteis con Pekmons.

-Iré contigo. -Agregó Luffy. -Sea lo que sea que está pasando quiero que sea Sanji quien nos lo cuente.

-Está a unos diez minutos siguiendo la costa. -Señaló la pelinaranja. -¿Y si es demasiado tarde? -Preguntó sorbiendo por la nariz sin dejar de llorar.

-Creo que podríais llegar más rápido con la ayuda de Law. -Sugirió Ace girándose hacia el mencionado. -Con la ayuda de tu habilidad tal vez aún estemos a tiempo de salvar a Sanji. 

El cirujano asintió sin dejar de mirar al pecoso. Elevó su mano en dirección al lugar indicado por la navegante y no tardó en crear un room. Antes de que pudieran darse cuenta, Zoro, Luffy, Ace y Trafalgar se encontraban al otro lado de la playa.

-No era necesario que me trajeras a mí también. -Susurró puño de fuego en el oído del ojeroso.

-Si esto sale mal y Kuroashi-ya realmente ha tomado una decisión, Mugiwara-ya te necesitará. -Respondió el mayor de la misma forma.

Puño de fuego se sorprendió porque el ojeroso hubiera pensado en aquello. Como siempre todo lo que decía el mayor tenía sentido pero estaba acostumbrado a ver cómo Law se desesperaba con su hermano menor una y otra vez por eso ver que realmente aquel hombre se preocupaba por el bienestar de Luffy provocó que apretara su mano mientras le dedicaba una mirada de total adoración.

El espadachín y Luffy se movían con rapidez por el lugar en busca de cualquier pista sobre el paradero de Sanji. -¿Estás seguro de que es aquí? No veo a Sanji por ningún lado. -Se quejó el sombrero de paja mirando al tatuado.

-No puedo ser totalmente preciso pero si Nami-ya no se equivoca, estamos en la ubicación correcta. 

-¡ERO-COOK! 

-¡SANJI! -Luffy gritó con todas sus fuerzas. -¿Donde te has metido?

Las voces se colaron por los árboles expandiéndose y creando un sutil eco. Sin embargo, la única respuesta que recibieron fue el silencio más absoluto.

-¡Vamos Idiota cejas de caracol! ¡No puedes irte así! 

A pesar de que las palabras de Zoro eran un reproche hacia el rubio, su voz rota y entrecortada sólo hacía que aquello sonase como una súplica. Todos los allí presentes sintieron un pinchazo en el corazón al ver los ojos del peliverde cristalizarse mientras seguía llamando al cocinero.

-¡Te necesito! ¿Me escuchas? Todos te necesitamos... -Los gritos iban en aumento pero seguían sin obtener respuesta. 

-Creo que Kuroashi-ya aún sigue aquí. No hay rastro de ningún tipo de barco por ninguna parte. -Dijo Law mientras miraba hacia el mar.

-¡SAAAAANJI! ¡Como tu capitán te ordeno que si estás aquí aparezcas de una vez!

-Por favor Sanji... -La voz de Zoro sonaba desesperada. -No puedes marcharte sin darme al menos una explicación de lo que está pasando...

So Cold And WarmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora