Capítulo 16. Tan cálido

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-¡Tienes que estar de broma! ¡Lo que quieres hacer es una locura! Es cómo si te lanzaras a los brazos de la muerte. -Ace aún estaba asimilando los planes del mayor contra Doflamingo una vez llegasen a Dressrosa.

Miró a Trafalgar con el reproche implícito en las palabras que acababa de dedicarle. ¿Acaso se había vuelto loco? Por lo general el hombre que tenía delante solía ser frío y calculador pero aquel plan suponía literalmente un suicidio. Parecía como si no le importase si salía con vida o no del enfrentamiento con el jefe del submundo.

Un momento...

Observó el cuerpo del contrario y vio cómo las manos de Law temblaban a pesar de estar cerradas en un puño. Además, mantenía los dientes apretados como si por primera vez desde que le conoció, no tuviese una respuesta. Maldita sea. Observó cómo el impasible médico desviaba ligeramente la grisácea mirada hacia el suelo y entonces lo supo.

-No estás seguro de salir con vida de Dressrosa, ¿verdad? ¡Esa es la razón por la que has tardado tanto en contarme tus planes! -El pecoso empujó el cuerpo del mayor mientras comenzaba a golpearle.

-Ace-ya...

-¡CÁLLATE! ¿Y qué cojones quieres que te diga? ¿Ah? Después de todo lo que hemos pasado, ¿Ahora me dices que tu plan es suicidarte enfrentando a Doflamingo? Mierda Law, ¿Cómo puedes pensar que voy a permitir eso? Avisaré a mi padre para...

-¡NO! Debemos pasar desapercibidos Ace-ya. Bastante preocupado estoy ya por que Mugiwara-ya sea capaz de seguir con el plan establecido... -Alzó su vista y se encontró con los ojos cristalizados del comandante de Barbablanca.

-Eres un bastardo. -Gruñó el menor entre dientes mientras volvía a golpearlo.

-Es verdad que tenía pensado morir allí si así tenía que ser. -Susurró Trafalgar provocando que el contrario diera un brinco al escuchar su confesión. -Haría lo que fuera para acabar con ese hombre que me arrebató a quien más quería... -Apretó aún más los puños.

Ace entendía a la perfección los sentimientos del tatuado. Sabía cómo era cuando la ira y el deseo de venganza se apoderan de ti y te envuelven, apretando hasta dejarte sin aire, sin embargo, la idea de que alguien como el capitán de los Heart estuviera más que dispuesto a perder su vida con tal de acabar con la de Joker, le provocó un pinchazo insoportable en el estómago.

-¿Y qué hay de tu tripulación? ¿Pensabas abandonarlos? ¿Y Luffy? ¡No puedes ser tan egoísta! -El pecoso vio como el médico apretaba sus labios. -Mierda, no lo saben... Es eso ¿No? Nadie sabe sobre tu plan suicida.

-¡Cállate Ace-ya!

Law sujetó con fuerza la muñeca del mencionado, que dio un brinco al escuchar al mayor hablarle así. Aunque no lo mostraba, debía sentirse realmente ansioso en esos momentos.

-Ese monstruo mató a Corazón-ya delante de mis narices. -Apretó sus dientes para obligar a su cuerpo a calmarse. -Él solo era un idiota lleno de bondad. Como Mugiwara-ya... Como tú. ¡Maldita sea! Llevo años planeando esto pero, no entraba en mis planes encontrarme contigo por el camino. Mi tripulación sabría apañárselas sin mí y mis aliados... -Soltó el aire por la nariz imitando una carcajada. -Tú les conoces. Estoy seguro de que también les iría bien... Ellos me importan pero, esta guerra es personal para mí.

-Así que ya lo has decidido.

-Oí, yo... -Law intentó hablar pero fue interrumpido.

-¿Y qué debo hacer? ¿Quedarme de brazos cruzados y despedirme de ti sabiendo que igual no vuelvo a verte? -El menor se sentía tan frustrado que las lágrimas habían comenzado a resbalar de sus mejillas sin ni siquiera ser consciente.

So Cold And WarmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora