So Cold And Warm

Capítulo 18. ¡Estoy harto de juegos!

AVISOS: CAPÍTULO ZOSAN

Cuando la noche se hizo presente Zoro ni siquiera se dio cuenta de ello. Estaba en el interior de una de las tabernas de ciudad Coliseo pidiendo su jarra de sake número dieciséis. Había sido un día verdaderamente largo. Después de disfrutar de la deliciosa comida en la playa que Sanji había preparado para todos ellos, Luffy se había encargado de que nadie pudiera descansar ni un solo minuto. A pesar de que admiraba a su capitán por encima de cualquier cosa, a veces llevarle el ritmo al moreno era realmente agotador. Es por eso que el espadachín se escabulló para beber en cuanto tuvo la oportunidad.

El tabernero que trabajaba ese día apenas podía creer lo que veían sus ojos. Aquel hombre con pinta de pirata sanguinario hacía justicia a su aspecto. Otros en su lugar habrían caído muchas jarras atrás y él sin embargo, apenas mostraba signos de embriaguez. Vio como se bebía con gran rapidez el líquido de la bebida recién servida y después miraba el cristal vacío como si dudase entre pedir otra o no. Finalmente y tras negar varias veces con su cabeza, el peliverde dejó un puñado de monedas sobre la barra antes de dirigirse a la salida.

-Si me quedo aquí solo conseguiré acabar con el alcohol de este sitio y volveré a actuar como un idiota y un cobarde. -Zoro habló para sí mismo para después dirigir su mirada al hombre que le había servido el alcohol durante tantas horas. -Pero gracias por las copas.

Éste dio un respingo mientras soltaba un grito agudo. Después de un par de segundos volvió a ponerse recto. -De nada. Lo único bueno de este lugar es que aquí no juzgamos a nadie a no ser que formes parte del gobierno.

El espadachín no pudo evitar soltar una sonora carcajada antes de desaparecer del lugar.

Sanji hacía al menos tres horas que había vuelto al apartamento que compartía con el pequeño reno. Había pasado todo el día disfrutando de la compañía de sus nakamas y aliados y ahora se sentía totalmente exhausto. Sin embargo era incapaz de conciliar el sueño debido a cierto peliverde malhumorado que se colaba en su mente cada dos por tres. No paraba de preguntarse de qué demonios querría hablar Zoro. Después de tanto tiempo evitando cualquier contacto con él, sospechaba que la única opción posible era que el marimo quisiera pedirle que dejase la tripulación para no tener que verle después de lo que pasó entre ellos. Obviamente sabía que eso no podía ser cierto y que solo era una mala pasada de su cerebro, sin embargo, era más que suficiente para mantenerlo en la cama dando vueltas sin parar.

Chopper hacía tiempo que dormía a rienda suelta y él había pasado un rato leyendo una de sus novelas antes de intentar dormir hacía ya más de una hora. Volvió a darse la vuelta en la cama mientras escuchaba los muelles del colchón retumbar de nuevo. Aquel ruido se le estaba clavando en lo más profundo de su ser y comenzaba a sentirse ansioso de verdad. Salió al exterior para fumar un cigarro con la esperanza de que la nicotina lograra calmarlo. Comenzó a pasear sin rumbo incapaz de mantenerse quieto y antes de darse cuenta se alejó demasiado. Dio la vuelta para andar sobre sus pasos pero de pronto escuchó esa voz.

-Mierda ¿Sanji?

El rubio enfrentó la mirada de Zoro sin disimular su sorpresa. -¿Qué demonios haces paseando por aquí a estas horas?
Mierda. Aquello debía de ser una broma. ¿Estaba soñando? ¿Y si se había quedado dormido finalmente y todo aquello solo era producto de su inquieta imaginación?

-Yo…

Al ver cómo Zoro se rascaba la nuca nervioso buscando las palabras, Sanji lo entendió a la perfección. Al fin y al cabo le conocía como la palma de su mano.
-Has estado desde que desapareciste de la playa bebiendo como un cosaco marimo alcohólico.

-Estamos en una especie de vacaciones. ¿Es que no puedo? -Respondió el peliverde simple. Sin embargo, no había atisbo de reproche en su mirada.

-Claro que puedes. -Sanji relajó el tono.