Capítulo 17. Te quiero

160 21 5
                                    


El ruido de golpes en la puerta le hizo abrir los ojos de forma abrupta. No recordaba cuándo había sido la última vez que había dormido a rienda suelta como esa noche. Desvió la vista hacia abajo para encontrarse el cuerpo del pecoso abrazado al suyo mientras un hilillo de baba resbalaba de su boca. El menor tenía un sueño tan profundo que ni siquiera se había inmutado a pesar del escándalo al otro lado de la puerta. Se levantó con cuidado de no molestar a su acompañante y se dispuso a recibir a quien fuera que estuviese llamando.

-Oí Ace... ¿Ah? ¡TORAO! Qué bien encontrarte aquí. -Respondió sorprendido el cocinero de los Mugiwara. De pronto, una sonrisa provocativa apareció en su rostro. -Supongo que es una buena noticia que hayas abierto tú.

El ojeroso sintió cómo una gota de sudor resbalaba por su frente al caer en el error que había cometido. ¡No estaba en su apartamento sino en el de Portgas! Suspiró sabiendo que no había nada que hacer. Era imposible ocultar lo que había pasado la noche anterior entre él y el menor y tampoco tenía razones para mantenerlo en secreto así que dibujó una sutil sonrisa al contrario mientras asentía.

-Gracias por el consejo, Kuroashi-ya...

-No hay nada que agradecer. ¡Demonios, Torao! Mírate. Incluso tu cara da menos miedo que de costumbre. Ha tenido que ser una noche realmente buena. -Agregó el rubio mientras soltaba una carcajada.

Law ignoró el mote por el que Sanji se había referido a él y volvió a enfrentar sus ojos azules mientras endurecía un poco su semblante. Maldita sea, aún no sabía muy bien cómo adaptarse a esa manía que tenían sus aliados de meterse en los asuntos de los demás pero, debía admitir que de no ser por ellos, tal vez el pecoso y él aún estarían distanciados.

-¿Querías algo? -Preguntó finalmente cambiando de tema.

-Eres un aburrido... -Se quejó el cocinero.

-¿Es que no tienes a nadie con quien divertirte? -Quiso saber el cirujano mientras levantaba una ceja y dibujaba una sonrisa vacilona.

-Bastardo... -Gruñó el contrario al entender sus intenciones. -Venía a avisar a Ace de que hoy haremos una comida en la playa. Acabas de ahorrarme el camino hasta tu apartamento para invitarte también así que, nos vemos luego, TO-RA-O. -Sanji intentó cambiar de tema antes de ponerse nervioso y se marchó del lugar con rapidez.

-Maldito cocinero... -Farfulló el tatuado mientras cerraba la puerta y volvía a centrar sus ojos en el cuerpo del pecoso sobre la cama.

¿De verdad no podían quedarse así todo el día?




PoV Sanji

Caminé de vuelta a mi apartamento para ponerme manos a la obra con la preparación de la comida pero la voz de aquel hombre en el que tanto había pensado me hizo parar en seco y girarme hacia él.

-Cejillas, por fin te encuentro. Llevo buscándote un buen rato.

-Estoy seguro de que te has perdido al menos diez veces antes de llegar aquí, marimo desubicado. -Solté intentando disimular cómo me sentía ante su presencia.

Zoro bufó molesto y tronó su lengua mientras desviaba la mirada evitando hacer contacto visual durante unos segundos. Después, cogió aire con la nariz y fijó sus ojos en mí.

-Como sea, necesito hablar contigo. -Soltó.

-¿Qué le preocupa a esa cabeza de alga? -Quise saber mientras una sonrisa divertida se dibujaba en mi rostro.

So Cold And WarmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora