Burlarse de Kider

3.5K 383 68
                                    

Ella estaba loca, definitivamente loca y con todos los cables juntos cruzados, porque no era posible que se hubiera dejado convencer solo con la mirada y ahora estuviera sometiendo su cuerpo a lo mismo de la noche anterior cuando todavía estaba cansada. Pero no. Ahí estaba ella. Con la espalda contra la puerta de su oficina, las piernas abiertas envueltas alrededor de la cintura de Tyson y sus brazos alrededor de su cuello para no caerse. Su short descansaba sobre el respaldar del sofá y su ropa interior corrida a un lado mientras el miembro del hombre volvía a perderse entre sus carnes.

Y a pesar de todo ella solo podía soltar gemidos de placer que ahogaba en el cuello de Tayson.

-Suave bestia, me vas a romper- ella mordió la piel sudada del Mayor.

Sin embargo, Tayson movió su cadera penetrando aún más profundo haciendo que la mordida de ella se apretara. Si, estaba teniendo sexo con el Soldado contra la puerta su oficina y lo peor de todo... es que no le importaba.

Se sentía caliente. Sus paredes internas se abrían deliciosamente al miembro que empujaba lo más profundo de ella haciendo que su vientre se hinchara levemente. La posición no era del todo cómoda, sentía que podría desplazarse y caer, pero los brazos duros del hombre la tenían bien agarrada. La boca de él buscó la suya y su lengua se enredó como si tuviera vida propia. Sus salivas se mezclaron y Alex temblaba.

Su vientre se apretaba sabiendo que dentro de poco se correría. Faltaba muy poco para ello. Sus pezones dolían rozándose debajo de la tela con el duro pecho de él y quería quitarse la tela para que la boca de él terminara ahí. Sabía lo bien que se sentía sobre ellos, pero supuestamente ellos no deberían estar teniendo sexo allí, sino trabajando.

Echó la cabeza hacia atrás rompiendo el beso.

-Tyson, espera yo...- jadeó.

-Aguanta un poco- él lamió su cuello hasta su barbilla, su voz salía ronca. El plateado de sus ojos era intenso- Me falta un poco.

-Ah, decirlo es más fácil que hacerlo- ella enterró sus uñas en la tela del pullover negro que cubría la espalda del Mayor- Entonces no lo hagas tan profundo.

Tyson mordió la oreja de ella para después lamerla excitándola aún más. Ella se dio cuenta que estaba jugando, a pesar del carácter de bloque de hielo que él tenía, era una bestia en lo relacionado con el sexo. Y lo copió mordiendo la oreja de él sintiendo como él temblaba contra ella.

No se detuvo. Se aferró más al cuello de él y siguió mordiendo la piel ahora roja, lamiendo el lóbulo y raspando el resto con sus dientes. Lo escuchó gruñir y sus penetraciones fueron más profundas y erráticas. Él también estaba llegando. Y Alex quería hacerle correr primero pero cuando el glande de él tocó un lugar específico no pudo evitarlo. Abrió la boca dejando un hilo de saliva unida al lóbulo y un profundo gemido salió de su boca mientras el orgasmo la atravesaba.

El placer inundó todo su cuerpo haciéndole temblar sin control mientras apretaba el miembro del hombre en su interior. Ante esto y la estimulación, Tyson ya no se contuvo y con una última estocada se derramó en el interior de ella haciéndola soltar un chillido contra él.

Él cerró los ojos y dejó caer su cabeza hacia atrás mientras el orgasmo sacudía cada fibra de su cuerpo. Se sentía increíble. Cada parte de su cuerpo se sentía tan viva y solo había alguien que había logrado eso. Incluso desde la primera vez que la conoció.

***

-Deberías descansar- Tyson masajeaba la cadera de la mujer que se encontraba sentada en su regazo.

Alex le deba la espalda, recostada contra la mesa y la mirada fija en el monitor. Casi había saltado de encima de él cuando aún con las olas del orgasmo había tenido confirmación por parte del sistema de un resultado de su trabajo.

Bailando entre BestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora