Protagonista

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Decir que estaba agotada era poco, más bien su cuerpo pesaba una tonelada y ya había perdido la cuenta de las veces que se había quedado dormida en el asiento a mitad del trabajo. Incluso a la hora del almuerzo un soldado había tenido que agarrarle la cabeza cuando esta casi le cae sobre la comida al haberse quedado rendida en segundos.

Como que procesar el nuevo inhibidor le estaba pasando factura.

Hasta se le había quedado la puerta abierta mientras estaba durmiendo que era algo que no solía hacer. Le gustaba no ser interrumpida durante sus horas laborales, aunque siempre había quienes interrumpían estas que no se encontraban en ese momento en la Colmena.

Tecleaba en su computadora cuando una alerta apareció en su pantalla y la reconoció al momento. Su chip estaba trabajando enfocado principalmente en analizar lo que tenía dentro y que no le afectara por lo que había delegado varias cosas al sistema, entre ellas la fecha en que los soldados debían inyectarse, y en la pantalla mostraba que dos del equipo de Barrons les tocaba precisamente ese día.

-Roger- llamó al comandante- Avísales que vengan al laboratorio- le indicó quienes eran y se puso a esperar mientras se encargaba de otros asuntos.

Solo que después de una hora estos no habían asistido.

-Pero que mierda se creen ellos que tengo todo el día para esperar a que sus majestades se dignen a aparecer- protestó la mujer levantándose de su silla sintiendo que estaba algo mareada y caminó en dirección a las salas de entrenamiento. Por la hora debían estar en alguna porque no estaban de misión.

Pasó por las dos primeras donde había otros equipos y negaron indicándoles en cuales estaban. Caminó al final del pasillo y pateó la puerta haciendo que todos la miraran al entrar.

-Quiero una respuesta muy convincente de porque mandé a llamar a dos Soldados y no han pasado por mi laboratorio- su voz era grave y su humor tenía todo lo agrio que podía estar. Eso se debía a lo mal que se estaba sintiendo. Necesitaba dormir de nuevo.

Barrons la miró por encima del hombro en su posición de supervisar a los que entrenaban.

-¿Teniente Norton que ocurre?- el Mayor se giró.

Alexandra rápidamente inspeccionó a los presentes hasta que encontró a los dos que estaba buscando.

-Qué él y él debían haber pasado por el laboratorio hace una hora. Roge... dijo, el comandante les dio la orden directa. Les toca su dosis de inhibidor y no tengo ganas sentarse encima de nadie para traerlo de vuelta a este mundo.

Barrons que al parecer no había sido informado directamente miró a los dos Soldados que se acercaron a él y se pusieron en posición de firmes.

-Una razón- les dijo con los ojos entrecerrados.

-Disculpe Mayor pero nosotros ya recibimos nuestra dosis- uno de ellos respondió.

-¿Qué?- Alex frunció tanto el ceño que le dolió y caminó hacia ellos. Los Soldados que resultaron estar en el medio se corrieron para no chocar con la mujer que parecía querer explotar- Repite eso.

-Que nosotros ya recibimos nuestra dosis- él otro le dijo- la investigadora Irina nos la proporcionó esta mañana.

Alex les frunció el ceño.

-¿Qué fue lo primero que le dije a todos ustedes referente a las inyecciones?- les preguntó de forma sombría.

Los presentes tragaron en seco incluso Barrons.

-Que solo deberíamos recibirlas de parte tuya- el Mayor fue el que respondió.

-En ese caso al parecer no les importa las consecuencias- ella cruzó los brazos sobre su pecho- Porque si les pasa algo no me moveré.

Bailando entre BestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora