☽ Capítulo 1 ☾

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Algunos días antes

Territorio sudeste de Haera, Arvandor.



—¿Disculpa? Creo que oí mal.

—No irás a Ucrania. Te quedarás aquí y entrenarás para recuperar tu fuerza.

Miro a Moon como si fuera un alienígena. Gil nos sondea alternativamente antes de regresar con prisa sus ojos al jueguito del móvil.

Me quedo en blanco, varado en algún lugar entre el desconcierto y la furia extrema. Una risa descocada burbujea en mi garganta. Los hombros de Gil se estremecen, su postura encogiéndose más y más alrededor del móvil, deseando meterse dentro de la pantalla y desaparecer.

—Gil, ve a jugar a otro lado.

Agradecido con la vida, obedece la orden de Moon y abandona fugazmente el estudio. Sigo riéndome cuando la puerta se cierra tras el pequeño alfa. La humedad ya se acumula en mis lagrimales por la increíble diversión. Moon me contempla con una expresión ilegible desde detrás de su robusto escritorio. Sentado elegantemente en la silla tiene todos los aires de un despreocupado rey en su trono.

—¿Ya terminaste? Tengo trabajo que hacer.

—Oh, lo siento... —Me aparto una lágrima con el nudillo—. No imaginaba que podías hacer bromas tan chistosas.

—Zydian y algunos magos se quedarán en el castillo para acompañarlos. Haz lo que te digan e intenta no exasperarlos demasiado —remata y se pone a revisar su papeleo, despachándome implícitamente.

Vaya. Cuánta frescura. Cuánta simpleza.

Me sonrojo de la rabia.

—Tú... Debes estar bromeando, ¿verdad? Solo quieres joderme la existencia con tus gilipolleces...

—Hazel, ahora estoy ocupado.

Golpeo el escritorio con ambas palmas, haciéndolo crujir a pesar de la espesura de la madera. El único indicio de que Moon no se ha olvidado de mi presencia es que sus ojos helados se desligan del documento en su mano para brincar hacia mi cara. Su semblante continúa inexpresivo.

—Iré con ustedes a Prípiat —siseo. Si fuera una serpiente juro que estaría escupiendo veneno—. Me importa una mierda lo que tu digas.

Sus irises carmín me atraviesan con su filo cubierto de escarcha y la comisura de su boca se catapulta hacia arriba. Es la viva personificación de la arrogancia. Mi ojeriza alcanza tales niveles que hasta mi cabello comienza a encresparse, adquiriendo un volúmen ridículo.

Moon sigue con la boca cerrada en una sonrisa sarcástica, negándome una explicación, disfrutando en demasía mientras me saca de mis cabales.

—Eres tan cabrón... —escupo—. Me raptaste y me trajiste aquí con el cuento de que necesitabas mi ayuda. Acepté, abandoné mi vida, cambié mis hábitos y trabajé duro para cumplir con mi palabra, solo porque prometiste que salvarías el alma de mi alfa. ¿Y qué sucedió? —Ni la alimaña más ponzoñosa sería tan mortífera como el odio y la impotencia en mi voz—. Te diré lo que sucedió... , habiendo vivido más de un siglo y habiendo heredado un poder tan inmenso, ni siquiera eres capaz de atrapar a un jodido zombie.

REDEMPTION【Libro II】| Disponible en físico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora