☽ Capítulo 17 ☾

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Íbamos a hablar después de la cena, pero

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Íbamos a hablar después de la cena, pero...

-Ah... Alfa...

Mi agujero se inflama bajo el ataque implacable de su lengua; mis piernas se vuelven de gelatina cuando las lamidas presionan más y más, impetuosas, ígneas y jugosas; los dedos de mis pies se rizan sobre las sábanas por su pecaminoso juego. A Moon le encanta jugar sucio, y yo, encantado, le permito desplegar todas sus tácticas en el tablero de mi piel.

Su lengua me invade y fragmenta mis largos gemidos en pequeños quejidos de placer. Me aprieta con fuerza los muslos mientras me devora, dejando moretones que portaré orgullosamente. Son medallones de victoria, pues estamos en medio de una batalla de lujuria, y en estas batallas siempre ganamos los dos.

Mi espalda forma un arco. Mi cabeza se zambulle en la almohada para sostener todas las formas que mi Arcano me obliga a trazar. Enlazo mis piernas en su nuca, cazándolo, pues el lugar que busca colonizar no puede pensar más que en su colonizador y se ha obsesionado con él. Jalo su cabello, los mechones se enredan entre mis dedos como tinta negra de la mejor calidad, y mis ojos se van inevitablemente hacia atrás cada vez que me penetra con su lengua.

-¡Ah, Ah...! ¡Moon...!

Convulsiono en un exquisito orgasmo. Mi ano late enloquecido y todo se siente caliente, eléctrico y magnético allá abajo, como la magia. Moon besa mi anillo sensible antes de soltar mis piernas y dejar caer mi lánguida cintura al colchón.

Inhalo y exhalo enérgicamente, embriagado de gozo. El alfa se sienta a mi lado, completamente desnudo, y espera a que mi respiración se acompase antes de sujetar un puñado de mi cabello para lanzarme contra su polla dura.

-Chúpala bien y te cogeré rudo como a ti te gusta.

Firmo el acuerdo con un gimoteo. Me llevo la polla a la boca y me acomodo sobre mis rodillas y antebrazos. Succiono, lamo y venero el tronco recio y venoso, y también esas bolas llenas de mi pábulo sagrado. Quiero todo en mi interior. Lo convertiré en sangre y en vida.

Me ahogo tres veces antes de acostumbrarme a los golpes en el fondo de mi garganta. Moon se relaja sobre la cabecera de la cama, acariciando mi cabello cuando me deslizo hacia afuera, tirándolo cuando lo hago hacia adentro e intento tomar toda su longitud. A veces, sus gruñidos se funden con sus gemidos y forman una nota musical perfecta, poderosa, seductora, es un demonio tocando el arpa de los ángeles.

Me separo para tomar aire. El glande rubicundo luce como una enorme cereza cubierta de almíbar. Siento que mi pecho se ilumina y que esa luz se refleja en mis ojos cuando admiro el monumento que se erige entre las piernas de mi Arcano. Mi cuerpo tiembla ante la expectativa.

-Criatura lujuriosa -dice con regocijo-. No puedes esperar a tenerme en tu agujero, pero adoras que te folle la boca. ¿Qué podemos hacer al respecto?

-Moon -gimoteo en ruego, poniendo especial esfuerzo en sonar dulce y bueno para obtener mi premio rápidamente.

REDEMPTION【Libro II】| Disponible en físico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora