Cuatro personas se encuentran dando vuelta el cuarto de Hazel, rebuscando entre la ropa y las cajoneras alguna pertenencia de Seth para llevar a cabo el rastreo. Lyanna lucha contra el nudo en su garganta, mordiéndose el labio inferior con fuerza en un intento de suprimir la ira. No pasa demasiado tiempo hasta que se da por vencida.
—¡¿Cómo pudiste perderlo de vista?! —le recrimina a Raegar. El silencio del alfa fomenta su arrebato de cólera—. ¡Protector de nuestra raza, mi culo!
—Lya... —musita Nathan, rogándole con sus grandes ojos que deje de avivar la llama antes de que el incendio crezca.
—¡¿Yo qué?! ¡Hazel fue raptado por un psicópata genocida por segunda vez!
Dubrak, que se encuentra de pie en una esquina de la habitación sin hacer mucho más que observar, advierte de inmediato el cambio en el prana de Raegar. A simple vista aparenta una fresca indiferencia, pero su cabeza es otra historia. Suspira con discreción, lamentando la compasión que le proporciona su enorme capacidad empática. Raegar Wealdath es probablemente la criatura que menos se merece su ayuda, pero al final no puede evitar el impulso de intervenir para socorrerlo.
Carraspea.
—Raegar, podemos probar con alguna pertenencia de Tymael.
—No, no podemos —replica—. Si al final resulta que está vivo, habremos perdido tiempo intentando rastrearlo como a un muerto.
Lyanna rechista y acribilla al vampiro con la mirada.
—Esto es ridículo. ¿Querían matarse y ahora son amigos? ¡No puedo creerlo!
—Aún queremos matarnos, solo que ya no es nuestra prioridad —comenta Dubrak. La omega perfila la mirada con rabia y sigue escarbando en los cajones. No tiene idea de qué relación tiene ella con Hazel Ghenova, pero hay un gran dolor en su corazón y huele a pérdida y desengaño. El otro lycan pequeño de cabello rizado, Nathan, también irradia desgracia junto a un buen puñado de temores diversos. A Dubrak le es sencillo ponerse en los zapatos del par de omegas, incluso en los de Raegar, mas la situación cambia cuando intenta con el humano rubio. Su vacío emocional lo desconcierta. Tal vez se deba a que ni siquiera conoce a Hazel Ghenova, pero... Se fija en su bonito rostro con mayor atención. No sabe qué está buscando, solo que hay algo extraño. El humano advierte estar bajo escrutinio y voltea a verlo con el ceño fruncido.
—Hombre, no me mires así. Lamento arruinar tus planes para el desayuno, pero soy diabético. Estoy seguro de que tengo mal sabor.
—No hay problema. Me agradan las cosas dulces.
Nathan arruga el morro, celoso. Quiere reclamar lo suyo pero le da miedo el vampiro, así que se queda amohinado y preocupado por Hazel. Distraído, tira de la manga de un suéter dispuesto en una de las estanterías de arriba sin advertir que hay un montón de cosas encima. Una avalancha cae sobre él.
ESTÁS LEYENDO
REDEMPTION【Libro II】| Disponible en físico
Fantasy《𝐀𝐁𝐑𝐀𝐊𝐀𝐃𝐀𝐁𝐑𝐀 #𝟐》 Luego de descubrir de la peor manera el secreto de su Arcano, Hazel se prometió a sí mismo dejar de hacerlo enojar. Debió haber sabido que la paciencia jamás encajaría entre sus virtudes. Moon se resiste a abrirse...