La chica solitaria y el chico popular [RiLen]

Capítulo 43

¿De nuevo amigas?

-(♡)-

— Lo sé —Murmuró débil y entre sollozos— Pero....saber que te gustaba Len fu-fue realmente muy impactante para mí y lo sentí....como una traición.

Traición.

Mi mirada estaba perdida, mis pensamientos siempre llenaban mi mente en cada momento. Las palabras de Miku aún resonaban por mi cabeza, realmente parecía arrepentida. Yo aún estaba dolida por su comportamiento. Sin embargo, estoy segura que si volvemos a lo de antes...Me costará volver a tener esa confianza con ella, tomará tiempo pero es algo que realmente deseo, que todo se arregle y ahora que ella ha decidió hablar conmigo, no dejaré la oportunidad pasar.

¡Rin no deberías estar distraída!

Regañarme a mi misma ni siquiera funciona, no debo preocuparme demasiado ni mucho menos distraerme tanto. Estamos ya en la semana de exámenes y realmente necesito concentrarme. ¡Es mi último año, debo salir victoriosa y con excelente calificaciones!

O eso creía.

— Dios mío mátame —Murmuré, soltando un enorme suspiré con total decepción. Desviando mi mirada de aquella nota tan decepcionante, mamá me regañara y me dejará sin postre de naranja cuando lo sepa. ¿Por qué tuvo que llegar justo el día de ayer?

Igual se iba a enterar de alguna u otra manera, esa mujer de verdad...se entera de todo.

¿Cómo pude sacar un 60 de 100? ¡Soy una de las más bajas! Y lo peor, que fue en el examen de matemáticas dónde tenía que esforzarme aún más.

Ahora tendré que hacer otra prueba...

— ¡Riiiiin! —Mis pensamientos que dejaban en claro lo decepcionada que estaba mí, fueron interrumpidos por un chillido llamándome por mi nombre y al mismo tiempo, cómo sentí algo duro impactar contra mi cabeza. Enseguida supe que fui golpeada por un libro. 

— ¡Auch! —Exclamé dolida al instante, sobando la zona dañada mientras en mis labios había una leve mueca de dolor— ¡Eso dolió Gumi! —. Fulmine con la mirada a mi mejor amiga, quien me vió con una pequeña sonrisa.

— Lo siento, pequeña Rin pero tenía que hacerlo —Se cruzó de brazos, viéndome con una ceja arqueada—. Estuve llamándote desde hace un rato y ni caso me hacías, tuve que recurrir a la solución que siempre funciona.

—Pudiste tener mi atención de otra manera, ¡No era necesario con un libro!

— Ay vamos, no es para tanto. ¡Solo fue un libro! Además que ni siquiera te golpeé tan fuerte.

— Gumi, ¡Me golpeaste con el libro de historia! —Exclamé, señalando el dichoso libro—. ¡Ese tiene casi 400 páginas!

— 250 páginas —Intervino Neru, corrigiendome de manera repentina, entrando a nuestra peculiar conversación.

— ¡Pero dolió! —Hice un mohín, volviendo a sobar mi cabeza. Estaba segura que tendré un gran chichón por días.

— ¡No es para tanto! Ahora dime, ¿Qué tanto pensabas que ni me hacías caso? —Por un segundo se mostró seria pero al instante su expresión cambio a una pícara. Esa sonrisa ya la conocía—. ¿Acaso esa cabecita estaba siendo invadida por una persona con nombre y apellido, nuestro querido Len Sakine?