Capítulo 22. Len, Len, Len, y más Len
Habían pasado varias días desde que estuve en el hospital, mañana me darán de alta. Ya me encuentro mucho mejor ¡Al fin saldré de aquí mañana! Ya quiero estar en mi cama y ver películas, aquí no puedo hacer nada de eso aunque... Estos días han pasado muchas cosas, por ejemplo que... He estado evitando a Len, si, puede ser tonto pero ¿¡Cómo diablos voy a verlo a la cara al darme cuenta que me gustaba hace unos días atrás!? Cada vez que venía a visitarme siempre fingía estar durmiendo para no hablar con él. ¡S-se que es tonto! Una vez llegó sin avisar y me puse tan nerviosa que no supe que hacer. Me gustaba que me visitará pero no puedo verlo a los ojos sin sentir un cosquilleo en mi estómago o sonrojarme. Por suerte ese día llego Gumi con Ia y tuvo que irse.
Sigo sin creer que estoy enamorada de Len ¿Cómo pasó? ¿Por qué no me di cuenta antes? Nunca me imaginé que me pasaría esto a mi. Pero tengo dos preguntas en mi cabeza estos días.
¿Debería confesarme?
¿Len sentirá lo mismo por mi?
Esas preguntas no me dejan dormir por las noches. Al ser la primera vez sentía algo así no sabía muy bien que hacer, me da miedo decirlo lo que siento a Len ya que... No quiero perder su amistad, sería horrible para mí sí pasara eso. Decidí que por el momento no le diré nada a nadie, ni siquiera a las chicas, Mamá solo lo sabrá hasta el momento.
Mis pensamientos fueron interrumpidos al escuchar a alguien tocar la puerta, vi a mi madre abrir un poco está y asomar su cabeza.
– Rin, querida. Te traje unos caramelos de naranja – Dice entrando a la habitación y cerrar la puerta detrás suyo. Se acerca a mí y se sienta en la camilla mientras extendía una bolsa con caramelos de naranja, mis favoritos.
– Oh, gracias mamá – Dije sonriente mientras tomaba la bolsa de dulces.
– Hoy me quedaré a dormir aquí contigo, mañana por la mañana saldrás temprano ¿Sí? Ya el lunes podrás volver a la escuela
Al escuchar la palabra «escuela» me tense un poco. No quería ver a Mayu y sus amigas ¿Y si vuelven a molestarme? Me daba algo de miedo pero no debo dejar que me lastimen pero... ¿Y si lastima a mis amigos? Eso es lo que menos quiero.
– ¿Rin? ¿Sucede algo? – Al escuchar la suave voz de mi madre llamarme me sobresalta un poco.
– N-no, no pasa nada. Solo estaba pensando en... Cómo se hacen los caramelos – Dije soltando una pequeña risa nerviosa. Lo siento mamá, me duele mentirte pero no quiero contarle de ello a nadie, por el momento.
– Oh, es fácil cariño, déjame explicarte – Dice con mucha emoción creyéndose lo que dije. Uff por suerte, pensé no lo haría. Mi madre empezó a explicarme cómo se había aquellos caramelos que tanto me gustaban desde pequeña, yo con mucha atención la escuché.
Esa noche fue normal como otras, hablé con mi mamá de diversos temas hasta que llegó la hora de dormir. Mi madre durmió una de las camillas que de la habitación, por suerte había otra o sino sería horrible dormir en el suelo.
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– ¡Rin, mi niña, naranjita, rubia tonta! ¡TEE EXTRAÑEEE! – Dice mi hermano mayor abrazándome con fuerza casi asfixiandome.
– R..Rin...to ¡V-vas... A matarme! – Dije como pude mientras intentaba quitarme a Rinto de encima. El rubio me soltó, al fin pude respirar tranquilamente.
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La chica solitaria y el chico popular [RiLen]
Roman d'amourRin kagamine. Una chica bastante solitaria y bastante distraída, no es alguien que sea muy sociable es más, es muy tímida por lo que no ha logrado tener muchos amigos. Por alguna razón, las chicas de su instituto se aprovechan de ello y suelen moles...