Capitulo 8

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Ok Rin, tranquila todo saldrá bien mañana...

¡No puedo estar tranquila! Mañana será el concurso, este es mi primer concurso estoy súper nerviosa!

¿Y si me tropiezo? ¿Y si me olvida la letra de la canción?

¡Maldito cerebro que me hace pensar demás!

Toda la semana Len a venido a mi casa para practicar el baile y la canción, el baile no es tan difícil al contrario, ¡Pero tengo miedo a equivocarme!

— ¡Rin, la comida está lis-! —Sus palabras fueron interrumpidas al ver mi estado. Pude notar que casi una gotita caía por su mentón— ¿Pero que te pasa? ¿Estás bien, porque estas estás en el suelo .. suplicando?

Sus ojos me vieron con total extrañeza, como no, me encontraba enfrente a mi cama arrodillada en un intento de rezar y suplicar a quien sea para que mi querida presentación salga perfecta.

— ¡Rinto! Ah.. —Hice un pequeño mohín, mirándolo al mismo tiempo que me ponía de pie— En realidad, estoy tan nerviosa por el concurso de mañana, e intentaba rezar.

— ¡Cierto el concurso! —Sus ojos se iluminaron al recordarlo, enseguida se hizo notar una sonrisa en su rostro.

Sin embargo, su risa resonó por casi toda la habitación.

— ¡No es gracioso! Solo quiero que salga todo bien y no equivocarme en nada... ¡Es la primera vez que me presento ante tanta gente! —Lleve mis manos a mi cabeza, sintiendo que los nervios me iban a consumir o me iba a dar algo.

— ¡Te preocupas demasiado tonta! —Mi hermano rodeo mis hombros tomándome por sorpresa. De reojo note su sonrisa, él intentaba darme ánimos y lo apreciaba mucho, solo que mi mente en algunas ocasiones me hacía pensar demasiado. 

Rinto me da pequeñas palmaditas en la cabeza en un intento de darme aún más ánimos, le mostré una sonrisa agradecida.

Aunque a veces el mundo parece estar en mi contra.

Lo único que realmente pido es que salga todo bien, moriría si llegase a tropezar o equivocarme en media presentación ¡Sería una decepción Cómo el mundo me odia haría cualquier cosa para hacer mi vida peor, o por lo menos hacer que tenga recuerdos realmente vergonzosos al crecer.

— ¡Mis niños! ¡Ya llegué a casa!

— ¡Mamá!

Al escuchar la voz de mi queridísima madre salí de mi habitación corriendo bajando las escaleras de la misma manera, y al estar ahí abajo me encontré a la mujer más bella del mundo en el salón justo en la entrada que, al verme una sonrisa se hizo notar en su rostro. Sin dudarlo, fuí abrazar a mi madre, hace días que no la veía debido a razones de trabajo, se había encontrado trabajando lejos de casa.

— Rin, mi pequeña ¿Cómo has estado? ¿Cómo te está yendo en clase? —Sus brazos no me soltaron. Disfruté aquel abrazo lleno de calidez que había extrañado.

— Bastante bien mamá, mañana habrá un pequeño festival por el día de San Valentín.. y también habrá un concurso en el cual voy a participar, ¡Estoy nerviosisma! —Me aferré a ella al tener nuevamente ese miedo de cometer un error.

— ¡Increíble! —Al mirarla, note que sus ojos se iluminaron, parecía encantada con la idea— ¡Eso es genial, hija! Qué bueno que mañana será mi día libre, podré ver a mi pequeña Rin! 

Sentí como su abrazo de fortaleció más, sintiendo que mis pulmones le hacían falta aire. Pero no me quejé, realmente extrañaba los abrazos de mi madre.

— ¿Puedes crecer que hace un rato la encontré en su habitación, arrodillada suplicando frente a su cama?

La presencia de Rinto se hizo notar cuando esté hablo, quien iba bajando las escaleras. Ambas dirigimos nuestras miradas hacia él.

La chica solitaria y el chico popular [RiLen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora