⚠️ capitulos largos ⚠️
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En un mundo donde su líder es un león existen diferentes tipos de criaturas.
Un mundo donde residen un par de hermanos líderes de uno de los reinos de Narnia.
Un reino vecino que está dispuesto a ayudar a derro...
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El enfrentamiento entre Peter y Miraz había empezado, y se podía decir que estaba reñido entre ambos.
Luego de que Miraz sacará el hombro de Peter pisando su escudo se escucharon caballos acercándose a ellos.
Eran dos corceles los que se acercaban. En uno iba un rubio, y en el otro un castaño y una rubia.
Decidieron tomarse un descanso y Peter corrió al encuentro con Caspian y Pandora.
—¿Y lucy?—. Pregunto preocupado, pues el plan inicial era que los mellizos llevarían a la pequeña por el bosque para encontrar al león dorado.
La rubia le dió una breve mirada a Caspian para voltear a Peter rápidamente.— Lo logró...— hizo una pequeña pausa dónde entrelazó su mano con la del castaño.— Tuvimos ayuda.
Peter volteo a ver a Ciaran quien se había acercado a ellos, le dió un breve asentimiento de cabeza para irse con buscatrufas.
—Gracias...
—No fue nada, estabas ocupado.—respondio con una pequeña sonrisa en los labios. Dió un apretón en la mano de Pandora y está volteo a verlo, para darse una sonrisa entre si.
Habían sentado a Peter en una roca para revisar su brazo, Caspian saco el escudo y soltó un quejido ante el movimiento que este le provocó.
Edmund y Ciaran estaban buscando vendas para ponerle de ser necesario.
—Creo que está dislocado.— hablo al viento, Ciaran tomo su brazo para examinarlo y Edmund estaba en un lado.—¿Que crees que pase en casa, si muero aqui?. Sé que siempre me ayuda y yo jamás te lo, ¡Ah!.
Edmund vio como el rubio ponía el hombro de nuevo en su lugar después de notar la mirada incomoda de Edmund, seguramente aquel no era un tema del que quisiera hablar.
Caspian hizo una mueca de dolor, mientras Pandora se aguantaba la risa, sabía que una de las cosas que más amaba Ciaran era escuchar el crujir de los huesos.
—Me lo dices después.— Edmund se fue a un lado de Pandora, quien le dió una sonrisa de boca cerrada para ver cómo Peter se levantaba y tomaba la espada y escudo de nuevo.
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Ahora se encontraban siguiendo a los telmarinos que escapaban hacia el río. Gozelle había apuñalado a Miraz haciendo creer a los telmarinos que Peter rompió el acuerdo y lo atacó por la espalda.
Habían peleado pero muchos de ellos se habían ido al ver cómo los árboles empezaban a atacarlos con sus raíces.
Ciaran iba al lado de su hermana, atacando a cualquier telmarino al que se acercaban. A veces cortando sus cabezas o simplemente apuñalando sus corazones.
Sus espadas estaban llenas de sangre y sus rostros tenían salpicaduras de la misma, sin darse cuenta estaban haciendo justo a lo que no querían llegar.
Caspian iba un poco más adelante, junto con Peter, Edmund y Susan.
Cuando llegaron al río y se bajaron de los caballos, fueron con el resto y vieron al otro lado del puente a lucy.
Caspian miro a Pandora y vio su rostro cubierto de sangre, su hermano estaba igual y sus espadas chorreaban sangre.
Se acercó a ella y cuando quiso hablar escucho los gritos de los telmarinos. El río empezó a moverse muy fuerte y en algún punto un hombre de agua surgió de el, rompiendo todo a su paso. Cuando todo quedó en calma Caspian volteo su mirada de nuevo a la rubia.
—¿Que paso?, Estás llena de sangre... Están llenos de sangre.— Dijo lo último viendo a Ciaran.
Este se alejo y fue a lavar su espada y rostro en el río, bajo la mirada preocupada de una castaña de ojos azules.
—Es solo sangre, no es nada grave.
—¡Claro que lo es!, Pan, debiste quedarte con cazatrufas, mira como estás.— Dijo mirando a los ojos verdes de la muchacha, si bien Caspian había insistido en un principio que se quedará, sabía que no lo iba a hacer.
Ciaran iría de igual manera con ellos y ella no quería dejarlo solo en esto. Siempre iban juntos a todas partes y no sería diferente en esta ocasión.
—Vamos, no deberíamos hacer esperar al gran león dorado de narnia.— la rubia había tirado su espada en la arena y ahora arrastraba al príncipe hasta donde se encontraban los pevensie y su mellizo.
Sabía que en algún momento eso iba a pasar, que iba a tener que hablar con Caspian sobre su rara obsesión con la sangre.
Solo esperaba no tener tantos inconvenientes por esto, sabía que tenía que tratar de dejar aquello a lo que se volvió adicta por todas las ocasiones en las que Aslan los mando a alguna batalla.
