𝕻𝖗𝖎𝖓𝖈𝖊𝖘𝖆 𝕽𝖔𝖏𝖆 - 𝕮𝖆𝖘𝖕𝖎𝖆𝖓

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Habían pasado los años, el pueblo esperaba con ansias la boda de Caspian X y Pandora.

Para muchos era un evento ansiado que traería paz al pueblo, para Caspian era el comienzo de una larga vida junto a la mujer que amaba.

Pero para Pandora era una etapa en la que estaría en constante estrés debido a las obligaciones que tendría luego de la boda.

Tendría que atender más asuntos legales y del pueblo de los que ya se encargaba, tras la partida de Ciaran al campo había tomado todos los asuntos del cuál él se encargaba.

Y aunque le gustaba sentirse productiva no solo eso le aterraba. La posición de una esposa era aterradora para ella, y no solo como esposa, si no también de reina.

El pueblo esperaría que poco tiempo después de la boda anunciarán un nuevo heredero a la corona.

Y con eso venía un doloroso parto que tendría pasar, posiblemente muchos de estos, hasta que el pueblo o su esposo estuvieran satisfechos.

Habían momentos en los que añoraba tener un hijo en brazos y poder pasar lo que veía a las madres del pueblo cada vez que iba a este.

Paseaban felices con sus esposos e hijos y cargaban una bella sonrisa en el rostro.

Pero también habían cosas que le aterraban, como el ser mala madre. La suya no lo fue y siempre estuvo para ella y su hermano, pero eso no quitaría el que ella lo fuera.

Con las responsabilidades que tenía y sumando las veces que se llegó a escapar hasta una semana del castillo por el estrés que estás le daban llegaba a pensar que talvez podría hacer lo mismo cuando naciera su hijo.

Escapar por el simple hecho de estresante con su llanto o todas las atenciones y cuidados de debía darle a una criatura tan pequeña la ponían a pensar mucho... Demasiado a veces.

Pandora iba en camino a la casa donde se encontraba su mellizo.

Hace poco Caspian le había informado que se embarcaría en un viaje para tratar de encontrar a los lotes que alguna vez sirvieron a su padre.

Iba solo en un caballo y tenía poca comida con ella.

Quiso hacer sola el viaje para tener un momento y pensar en todo lo que vendría luego de la boda.

Amaba a su pareja, pero sin duda la comunicación de parte de ella estaba mal.

Ella sabía que si hablaba con Caspian todas las cosas que la afligen él lo entendería.

Pero quería hacer las cosas que se esperaban para ser buena reina y gobernante para los telmarinos y narnianos.

Llegó al viejo puente que conectaba con su antiguo hogar y se desvío por un camino de tierra.

Luego de unos minutos se podía ver una pequeña pero cómoda cabaña en el bosque.

Tenía un lago no muy lejos y algunos animales por ahí.

Bajo del corcel y se dirigió a la puerta de madera oscura. Tocó tres veces y espero a que se abriera.

A los segundos está se abrió y mostró a un Ciaran con delantal y harina en sus manos.