Emily Darson.
—Con eso creo que ya en una semana estará bien -dice el doctor ajustando un poco más las gasas en mi mano y alrededor de mi muñeca-. No fue nada grave, pero igual trata de no moverla tanto. ¿Okay?
—Gracias doctor me encargaré de eso -añade mi madre, dándome una mirada fulminante, a la que yo sonrió como un angelito.
—Igual si hay algún inconveniente, puede venir para revisarse la muñeca.
—Está bien, ahora Emily espérame afuera voy a hablar un momento con el doctor.
—Bien —alzo la mano buena y salgo del consultorio.
Supongo que estás confundido ¿Verdad? Pues déjame explicarte.
Rebobinemos.
Todo sucedió hace mucho, mucho tiempo.
Nah, la verdad sucedió está mañana. Mientras tomaba pacíficamente un vaso de agua.
La cosa es que, estaba en la cocina, como una persona normal tomando un vaso de agua, porque me había levantado con la garganta seca. Era muy temprano así que me bebía el agua y me iba a dormir de nuevo.
Pero Diosito claramente no tenía eso en mis planes. Porque mientras bebía el agua sentí como algo caminaba por mi brazo y no le había prestado mucha atención porque pensé que podían ser hormiguitas.
Lamentablemente no fue así, porque cuando voltee para quitarlas con la otra mano me di de cuenta de que era una cucaracha.
¡UNA CUCARACHA! ¡¿QUE HACÍA UNA CUCARACHAS EN MI BRAZO?!
¡Una cucaracha grade y fea! Bueno no era tan grande.
¡Una cucaracha horrible!
¡Y ESTABA CAMINADO POR MI BRAZO!
Me había quedado paralizada sin saber que hacer porque esos animales me dan miedo y asco en partes iguales.
Hasta que no me aguanté más y sacudí desesperadamente mi brazo para que callera al piso. Pero la cucaracha no se caía. Y Desesperada por mandar a volar a ese bicho asqueroso -literalmente-. Levanté el brazo y lo moví para arriba para después déjalo caer fuertemente, y para mí muy mala suerte me estrelle la mano contra el mesón de la cocina. Que es de concretó y tapizado con cerámica blanca.
Se podrán imaginar mi cara y el grito que pegue.
El lado bueno es que ya no tenias ninguna cucaracha marginal del demonio en el brazo. Jejeje.
El lado malo es que de mis nudillos salía sangre -si porque me golpeé la parte de atrás de la mano-, también sentía un dolor un poco fuerte en la muñeca. ¡¿Dios mío porque tenía que ser tal bruta?!
No lo he dicho yo, ¿Y saben que es lo peor?
Que al otro lado del mesón estaba mi amiga la cucaracha-nótese el sarcasmo-, que movía sus antenas como si estuviera muy feliz, como diciéndome: "No pudiste conmigo perra". Despues abrió sus asquerosas alas y voló a la pared más cercana y desapareció como la cucaracha que es.
Como mi mamá había escuchado mi grito, bajo a la cocina y al verme la mano se escandalizo ymedia ahora después ya estábamos en el médico a ver qué estuviera todo en orden con mi mano.
Y afortunadamente así fue, no me había hecho nada grave. Sólo un poquito de sangre por los raspones que le ocasione a mis nudillos y un leve falseo o algo así.
Y así es como llegamos a aquí. Un poco surrealista, pero estas cosas si pasan. Aunque no lo crean.
¿Sabes que te puedes morir por ahogarte bebiendo un poco de agua?
ESTÁS LEYENDO
Un curioso desastre [nueva versión] [Libro #1]
Roman pour AdolescentsEmily y Evan son un par de vecinos que, hace casi cinco años no se hablan, por cuestiones dicen ellos ahora con diecisiete años casi dieciocho son "infantiles", pero que hace cinco años no lo eran tanto. En resumen se detestan no se pueden ver ni e...