Solo quedan tres capítulos para el final de un curioso desastres </3
Emily.
Está si es una buena compañía.
Lo digo en serio, es bueno salir de vez en cuando con tu grupito de amigos a cualquier lado y hacer el tonto por ahí. Riendo de algo estúpido y extremadamente divertido. Es increíble el como te puede cambiar el humor.
Por lo menos nosotros llevamos todo el día caminando por las instalaciones del centro comercial,como unos locos sin rumbo. Andrea y Thomas van a un lado, Evan y yo vamos a la par de ellos, con las manos entrelazadas; Isaac va a unos pasos por delante de nosotros.
Pasamos por delante de varias tiendas de ropa, e Isaac se detiene en una que tiene a un maniquí afuera, exhibiendo un bonito vestido. Y veo como a Isaac se le ilumina la mirada y se acerca al maniquí.
—¿Qué estás haciendo? —cuestiona Evan e Isaac voltea a mirarnos con una sonrisa súper divertida.
—Nada... —se encoje de hombro, sin embargo comienza manipular los dedos de la mano del maniquí con cuidado y ojeando repetidamente dentro de la tienda.
—Isaac, vámonos, estás loco... —murmura Andrea viendolo con los ojos bien abiertos—. ¿Qué haces?
—Jugando, y aparte no estoy robando, calma —aclara Isaac, poniendo los ojos en blanco y sigue en su trabajo. Hasta que veo, impaciente, como se aleja del maniquí y este tiene la mano alzada y los dedos de madera pulida doblados de modo que quede solo enseñando el dedo de enmedio.
Isaac se aleja con una sonrisa burlona, soltando una risita. Y yo me le quedó mirando con una ceja alzada, cuando comienza a dar saltitos el rededor del maniquí.
Quiero ver cuando salga la dueña del local.
—Y rodeando la montaña y rodeando la montaña —comienza a decir y suelto una risa ahogada—. Bueno, en realidad es rodeando el maniquí. Rodeando el maniquí...
—Sí, ya se volvió loco —comenta Thom, mirándo divertido a su primo—. Va vamonos, puede salir la dueña.
—Y rodeando al maniquí... Y rodeando al maniquí... —Isaac no le prenta atención.
Se carcajea y Evan se comienza a reír. Bueno de hecho todos nos reímos por lo que está haciendo Isaac, parece que le ha dado un repentino ataque de hiperactividad. Pero la diversión se nos acaba cuando Isaac se tropieza y choca con el maniquí, haciendo que este casi caiga al piso, pero con el rostro pálido, se apresura a agarrarlo rápidamente antes de que esté caiga al suelo, poniéndolo en su sitio.
Se les borro la sonrisa.
—Okey, hora de emprender la huida —habla Evan sin un solo rastro de diversión en su voz.
Pero Isaac sigue arreglando al maniquí con exageración y está vez soy yo la que se paniquea cuando ve la mujer con gafas de media luna que ha estado todo este tiempo dentro de la tienda, acercarse con el rostro enfurecido, tiene pinta de que nos va a decir hasta de que nos vamos a morir.
Escenario digno de ver.
Mierda. Aún con la mano de Evan entrelazada con la mía me acerco a Isaac y lo tomo de la camiseta apartadolo del bendito maniquí.
—¡Vamonos, vámonos, vámonos! —exclamo como loca y emprendemos la carrerita como si nos estuviera persiguiendo el diablo.
—¡¡¡Pedazos de escuincles, no hacen más que joder!!! —nos grita la señora tras nosotros, no volteamos a verla, pero me la imagino levantado y apretando el puño de la rabia.
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Un curioso desastre [nueva versión] [Libro #1]
Roman pour AdolescentsEmily y Evan son un par de vecinos que, hace casi cinco años no se hablan, por cuestiones dicen ellos ahora con diecisiete años casi dieciocho son "infantiles", pero que hace cinco años no lo eran tanto. En resumen se detestan no se pueden ver ni e...