17: "Error" entre comillas (editado)

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Emily.

Frios.

Sus labios sobre los míos se sentían fríos y sabías a chicle de canela. Al contrario de los míos que estaban cálidos. Se sentía como si nada importase en ese momento, solo nosotros dos. Se sentía bien.

Ya veo.

Carajo lo he besado, ¿Que mierda me estaba pasando por la cabeza?

Eh ,¿yo?

Lo he besado, me ha besado.

Si y te gustó.

Mentira, no lo hizo.

Es verdad, te encanto.

No...

Te. Encanto. Y. Punto.

Bueno, tal vez, pero fue un error, algo que nunca debió de pasar. Y que quedará atrás.

Pufff, ni tu te lo crees.

Voy a ignorar eso.

Salgo de mi conversación conmigo misma y me doy cuenta de que he estado mirando a Evan todo el rato, debo de parecer una lunática, porque tanto Andrea, como Thom e Isaac me miran raro, pero Thomas, él tiene el descaro de sonreír.

Hay un poco de tensión en el ambiente, por lo que dejan de mirarme, Thom y Andrea tratan de sacar conversación a la que no intento integrarme y Evan mucho menos.

Issac, por su parte vuelve a su barra de chocolate, serio muy serio para mi gusto. Parece estar analizando todo lo que pasa a su alrededor.

He knows.

—Joder, tanta seriedad me confunde —dice, soltando la barra de chocolate dramáticamente en la mesa.

—Tienes razón, suelta uno de tus chistes malos —pide Andrea.

—No voy a soltar ningún chiste. Esto es serio.

—Yo estoy cansada y tengo sueño la verdad —les digo, los ojos de Evan y los míos chocan por una milésima de segundos y ambos apartamos la vista.

—¿Y eso? ¿Te acostarte muy tarde? —inquiere Thomas con los ojos entrecierrados.

Veo que los nudillos de su mano derecha están rojos y, hace un rato ví a Nicolás, quien me miro con todo su odio y un claro signo de un buen golpe en el pómulo, algo me dice que Thom hayo la forma de "darle su merecido" al imbécil. Él ve que estoy viendo su mano y se apresura a esconderla bajo la mesa, me hace una clara seña de que no diga nada al respecto y me encojo de hombros.

¡Violencia!

Recuerdo su pregunta y vuelvo al tema aunque no quiero.

—Me acosté tarde porque estaba leyendo —y en realidad no miento, eso es lo que están haciendo antes de que Evan apareciera.

—¿Solo eso? —habla esta vez Andrea.

—Pues sí.

—¿Y tú qué? —Thom señala a Evan con la cabeza.

—No estoy de muy buen humor —se expresa y yo vuelvo la vista a mi plato de papas fritas.

—Thom —Isaac llama a su primo y levantó la mirada.

Ellos comparten una mirada cómplice y luego nos miran a Evan y a mí. Veo que miran algo por encima de mis hombros y ambos de hecha a reír.

—Ay primito tú sabes que yo te quiero, pero más quiero esos veinte dólares —dice Issac, quien le da una palmada en el hombro a Thom y le extiende la mano izquierda buscando que su primo le de no se qué.

Un curioso desastre [nueva versión] [Libro #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora