Capitulo final: Te amo (editado)

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Nota: hey, pido perdón por adelantado, por lo que se va a leer en este capitulo, y también que hay cierta inseguridad en mí al publicarlo. Eso es todo, no les quito más tiempo. Lean y no me odien ;)

Emily.

En mis planes de hoy no estaba vagar por el centro de comercial y forzandome a mi misma a ser flash. Pero aquí estoy, entrando al súper mercado de volada, después de haber salido del local en dónde le he sacado copia a las fotos.

Peso por los pasillos, agarrando rápidamente todo lo que voy a comprar, sin pararme a ver si lo que agarro es lo que debo de llevar.

Cuando salí de casa el camión de la mudanza ya estaba el frente de la casa de Evan y varios trabajadores estabas cargando las cajas de la casa y llevándola al interior del camión. Por eso ahora estoy procurando no tardarme mucho aquí, ya que dentro de unas horas Evan se va a el aeropuerto; Porque, repito, no debería de estar aquí, pero a ultima hora he visto las fotos que tenemos juntos en mi celular, incluyendo la que nos tomo mi mamá en día del baile y también la que tome yo el día en que él me pintó las uñas.

He pensado que sería muy bonito o muy cursi de mi parte ponerlas todas en un album y dárselo antes de que se vaya.

Paso por la sección en dónde estan todos los dulces y sin pensarlo mucho, tomo unos paquetes de los chicles de canela que tanto le gustan a Evan, aunque yo los odié.

Lo que hacemos por amor.

Trago saliva, pasándome una mano rápidamente por la cara. Aún no se me quita esa sensación amarga de saber que no lo veré aunque sea por un tiempo, que no tendré mucho más alejado de que que una vez lo hemos estado físicamente. Ya me he hecho la idea, ya la he masticado y tragado, aceptándola, como cuando comes algo que no te gusta, pero que aún así no se te quita ese horrible sabor de la boca.

Y la conversación que tuve con Liz la noche anterior aún me da vueltas en la cabeza. Muchas vueltas.

Él hermano de Evan, Adam también hablo conmigo. Quiere que me quede con su perro ya que no quiere llevarlo ya que a dónde se mudaran, Koda, no tendrá la misma libertar de corretear que aquí y no dude en aceptar a quedarme con él, después de todo el perro se ha encariñado conmigo, tanto como yo con él.

Doy un par de vueltas más por los pasillos buscando lo que me falta y seguiendo en mis pensamientos, hasta que de la nada me encuentro de frente con Louis. Y me sorprendo un poco, porque no lo había visto desde aquella noche en el baile del instituto.

—¡Lentes! —saluda con una sonrisa risueña de las suyas, con una barra de chocolate en la mano. Se ve bien, pero no tan bien, por lo que decido regalarle una sonrisa.

—Louis ¿Qué tal? —no me detengo a hablar así que él me sigue.

—Bien, no me ha ocurrido ninguna desgracia, por ahora.

—¡Eso es estupendo!

—Salvó que Marie y yo ya hemos terminado.

Suelta y le doy una mirada comprensiva.

—Lo siento.

—Nah, recuerda que te dije que ya no teníamos química.

—Aaah verdad, también me dijiste que te sentías presionado ¿Ya no te sientes así?

Un curioso desastre [nueva versión] [Libro #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora