7: Una rata y una tregua (editado)

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Evan Denver.

Vale, ¿en que me metí? tengo que estar loco, todos tenemos que estar loco, o con al menos una neurona muerta, que no nos deja pensar con claridad.

Que poco racional.

Estamos en el aula donde se supone dan la clase de biología, y cuando digo estamos me refiero a Emily, Andrea, los chicos y yo. El resto de nuestros compañeros están en la cafetería almorzardo.

Así que solo somos nosotros cinco en el aula donde según Isaac y Thomas van a hacer mi "iniciación" y dónde van a colocar la rata para la broma.

Que bueno que no son arañas, te daría un infarto.

—¿Listo? —me pregunto Thom, con la rata gris en sus manos.

Y lo miro con una cara de: "¿estás hablando en serio?"

—¿Te refieres a que si estoy listo para que ustedes me pongan una rata en el hombro, muy cerca de mi cara? Por su puesto que no lo estoy —le digo con ironía.

Thomas e Issac ponen los ojos es blanco y se encucha unas risitas contenidas a un lado mío, las cuales se qué proviene de Emily y Andrea.

—Cobarde —tocen, giro en automático hacía mi querida vecina mirar hacia al otro lado del aula y se perfectamente que ella es la que más está disfrutando de esto.

—No dirías eso si estuvieras en mi lugar —la encaro y luego miro a Thom— Bien, ponme la rata en el puto hombro. Entre más rápido terminemos esto mejor.

Que buena actitud.

Thomas se acerca con la rata en manos, pero antes de que la pueda llegar a colocar en mi hombro, Issac se interpone colocando una regla entre nosotros.

—Espera hombre —le pide a Thomas con gesto muy serio—, déjame decir algunas palabras para la ocasión.

Thom asiente y se aleja un poco, acto seguido Issac se coloca en frente de mí y mira a todos los presentes, respira profundo, lo miri raro y empieza su discurso.

—Hoy nos hemos reunido para la iniciación de nuestro hermano Evan... —me mira—. Evan ¿que?

—Denver —Emily responde por mí con aire divertido.

—Evan Denver —continúa Issac—, donde se le será colocada una rata en el hombro, y nos ayudará con la broma hacía el profesor Calviño, con el fin de darle inicio a su eterna vida en nuestro pequeño grupo, si es que logra pasar el sacrificio, aunque se que lo va a lograr —hace una seña para que Thomas le pase la rata esa fea—. Sin más que decir, le doy inicio a la iniciación.

Pone a la rata en mi hombro, me estremezco al sentir sus diminutas patas moverse sobre este, es desagradable.

—Asco, asco, asco —digo al percibir su hocico olfatiando mi cuello.

—Eso Evancito, lo estás haciendo bien —me anima Andrea y la miro mal.

—Como este animal me llegue a hacer algo, les juro que...

—Que no te va a hacer nada —Thom no me deja completar mi oración.

—¡Diablos! Le está mordiendo la sudadera —se ríe Emily y Andrea.

Y es cierto siento un leve tirón en el cuello de la sudadera el cual es ocasionado por los dientes de la rata al jalar de esta y hago una mueca.

—Okey, ya fue suficiente, ¡Quitenmela de encima!

—¡No! Falta un minuto así que te la calas —masculla Thom.

—¿Y qué tal vas, con esa cosa ahí? —pregunta Issac relajado jugando con un lápiz, como si no hubiera escuchado nada de lo anterior.

Un curioso desastre [nueva versión] [Libro #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora