Voto de silencio [Garu y tú]

captítulo final

—No sé que decirte más que lo siento mucho.

Me  dio un pañuelo, estaba sentada en su escritorio, secándome las lágrimas, me sentía devastada, no sabía que hacer.

—¿En serio lo dejarás? Garu no es así con cualquiera.

Dijo, tocándome la cabeza, ladeando su cabeza a la derecha tratando de entenderme, aunque no sé si podía entender el dolor, asentí sin estar segura limpiándome, sonándome la nariz.

—No tengo opción, Pucca es mi amiga.

—Lo sé, pero si ve que te duele, debería por lo menos considerarlo, pero respeto tu decisión, y sabes que te apoyo.

Alcé los brazos, buscando consuelo en mi mejor amigo, no sabía que hacer, me sentía completamente vacía, había terminado con Garu.

— G A R U—

Estaba en casa, sentado en medio de mi cama, pensando una y otra vez lo sucedido, ¿yo hice algo mal? Siento que no, pero al mismo tiempo, sé porque ella lo hace, pero no es justo. No debo pagar yo el precio por querer estar con alguien

Mi cabeza en estos momentos era un debate, si esto significaba amar, era bastante complejo, y doloroso, sobre todo doloroso.  Asumo que buscarla era una pérdida de tiempo, ¿verdad? ¡No lo sé! soy nuevo en esto.

Mi corazón quería buscarla.

Pero mi uso de razón decía que no.

No sé cuantas horas pasaron, pero seguía sumido en mis pensamientos. Cuando me di cuenta, ya era de noche, así que, sólo me acosté, pero no pude conciliar el sueño.

A la mañana siguiente, tocaron la puerta, nisiquiera me molesté en pararme y abrir, así que sólo dejé que se vayan.

Fueron unos momentos donde Abyo abrió la puerta.

—¿Qué se supone qué haces?

Yo lo ignoré, me puse una almohada en la cabeza tratando de no escucharlo.

—Siempre pones la felicidad de todos menos la tuya, siempre velas por los demás y no la tuya, como ese día donde besaste a Pucca por su cumpleaños para distraerla, sin sentir nada, o cuando Pucca te golpeó hasta dejarte inconsciente para besarte, ¿tú crees que eso está bien? no digo que Pucca no te ame, pero ella tiene que aprender a vivir que a veces los sentimientos no son recíprocos.

Me quedé pensando, me levanté al escuchar esas palabras, a veces Abyo podía ser sabio cuando quería; y tenía razón.

Quería esta vez yo ser egoísta y no proteger a nadie, dejaría mi orgullo por ella.

Al día siguiente, me desperté, hice mi rutina mañanera, y comencé a buscarla por toda la aldea, viendo a cada uno de los del pueblo, haciendo sonidos y señas de que si habían visto a __, todos al negarme sentí impotencia.

Seguí corriendo, quisiera preguntarle al papá, Stephie o Gao, pero ellos apenas terminó la pelea, se fueron, así que no servía de nada. 

Entré al restaurante, recorrí cada rincón donde podía estar __, pero no había nada, estaba vacío, como si la tierra se la hubiera tragado y jamás hubiera existido.

Escuché pasos acercándose pero no le tomé importancia, caí de rodillas, comenzando a llorar fuertemente, ya sin importarme que sea alguien fuerte, estaba devastado, ya se había ido, la había perdido para siempre sólo por no tener el valor de buscarla antes, y no aceptar lo que ya sabía en el fondo estaba:

Estaba enamorado.

Era demasiado difícil aceptarlo, demasiadas cosas que pasaban por mi cabeza, no soy idiota, sé que es el amor, pero era extraño experimentarlo al menos en mi.