especial: san valentín

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Iba camino al restaurante, mirando toda la decoración que había por el próximo encuentro: San Valentín, sonreí viendo todas las decoraciones que tanto esfuerzo habían puesto los pueblerinos.

Si bien es cierto no era antes tan fan de la fecha, es más, me parecía un poco ridículo, ya que según yo todos los días se puede demostrar el afecto a tu pareja, no voy a ser una grinch, ahora al tener pareja me emociona pasarla con Garu, ¿qué haremos? Es una pregunta que me emociona.

Entré al restaurante, y vi a Garu, sonreí instantáneamente, pero mi sonrisa fue borrada al ver como se paraba y corría a la salida, ignorándome, pasando por mi sin siquiera verme, volteé ofendida viendo como la puerta se cerraba. Estaba raro desde la semana pasada, apenas me dirigía la palabra y en el desayuno estaba más callado de lo usual, me estaba comenzando a preocupar ya que él no era así conmigo, ¿había hecho algo mal yo?

—¡Hola! —Abyo me abrazó de los hombros, le di una sonrisa un poco forzada. —No le prestes atención, ya sabes como es.

Nos sentamos viendo como los chefs decoraban, y en algunos momentos se isultaban, eso me daba gracia, pero igualmente estaba sobrepensando las cosas, y me ponía ansiosa el hecho de no saber que hice para que él tuviera su distancia así de grande.

—¿Me estás escuchando? —Negué siendo sincera con Abyo, él rodó los ojos. —Te estaba preguntando que le puedo dar a Ching.

—Pues...no sé, ¿alguna ropa para Wong?

—Eso estaba pensando, pero, no sé, tal vez le regale un chocolate que me dijo que se moría por probar.

Ladeé la cabeza confundida, ¿por qué chocolate? Me dijo que era una vieja tradición en ese pueblo de dar chocolates a la persona que sientes algo, porque significaba que querías endulzar su vida. Seguimos debatiendo del regalo hasta que sentí que alguien me tapaba los ojos, sonreí ilusionada.

—¿Garu?...

—Ew no, no soy horrible.

Me desilusioné al escuchar la voz, de quien le pertenecía, volteé soltando un suspiro.

—Hola Ring Ring.

Me paré abrazándola apretando fuertemente, se había ido de viaje y la había extrañado un montón. Se había ido para visitar a sus padres en otro continente literalmente, debió ser un pesado viaje. 

—¿Por qué te ves tan desaminada? —Abyo le explicó a lo que ella asintió. —Déjalo, se le va a pasar, estoy segura.

—Los hombres a veces somos así, necesitamos espacio.

Abyo puso una mano en mi hombro, yo alcé la mirada y lo vi, este me dio una sonrisa y yo solamente miré al suelo, mordiendo mi labio, esto es lo malo de estar enamorado de alguien, le das el poder de afectarte así sea sin palabras, sólo con acciones.

 Escuchamos pasos, todos miramos hacia la dirección dnode provenía y era Dada, Ring Ring soltó mis manos y corrió donde él, Dada al verla la abrazó fuertemente besándola, diciendo lo mucho que se extrañaron.

Abyo fingió vomitar, a lo que ellos lo miraron entrecerrando los ojos, obviamente ofendidos por su cinismo ya que él era igual con Ching, pero en privado.

—Ya, cállense por favor, tanta azúcar me dará diabetes. —Se cruzó de brazos. —Puedo sentir el azúcar que desprenden en mi garganta. 

—Lo dices porque estás celoso de nuestra relación.

—¿Yo? ¿El ninja más perfecto, celoso? Ya quisieran campesinos.

Oh, cierto, me había olvidado, esa palabra se había hecho constumbre desde que Ring Ring se unió a nuestro grupo, había sido que todos nos hayamos integrado y por fin estemos todos en paz, al menos ahora. Dada se secó las manos y pasó por su larga cabellera rubia, colocándose a lado mío.

Voto de silencio [Garu y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora